Las tres grandes familias políticas, populares, socialdemócratas y liberales han cerrado un pacto que permitirá a Teresa Ribera ser vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de transición limpia y competitiva. El acuerdo sellado incluye la aprobación de los candidatos propuestos por Giorgia Meloni y Víktor Orban, líderes de los gobiernos italiano y húngaro, respectivamente.

Finalmente, la coalición proeuropea, que permitió a Ursula Von der Leyen convertirse en presidenta de la Comisión Europea para un segundo mandato, ha acordado la aprobación de todos los vicepresidentes, pese a los vetos cruzados que han estado manifestando durante la última semana, según confirman fuentes socialistas a este periódico.

Los populares europeos han priorizado el desbloqueo de la situación frente a las presiones de la delegación española que mantiene su rechazo a Ribera. La ministra ha comparecido este miércoles en el Congreso de los Diputados para explicar la gestión de la DANA, pero no ha hecho referencia a una posible dimisión si resulta encausada, como le pedía el partido popular. Finalmente, la delegación española de los populares se ha quedado sola en el veto a Ribera.

Los de Dolors Montserrat presionaron al grupo europeo para que la evaluación de la todavía ministra para la Transición Ecológica se pospusiera una semana y finalmente, lo lograron. Impusieron dos condiciones a Ribera, pero aun habiendo cumplido solo una, la candidata española cuenta ya con el visto bueno de las comisiones parlamentarias.

El presidente de los populares europeos, Manfred Weber, ha apelado a la "estabilidad" de la Unión Europea para explicar este acuerdo que se antojaba imposible la semana pasada, con las líneas rojas de unos y de otros. Preguntado por Ribera, Weber ha dicho que es importante que "limpie su mesa" antes de asumir responsabilidades europeas. Por ello, aseguran que están pendientes de la comparecencia de la todavía ministra en ambas cámaras. En cuanto a su posible dimisión si es encausada, el presidente de los populares ha dicho que si un comisario no puede cumplir con sus "responsabilidades" y con lo que marca el código de conducta de la Comisión, "entonces debería dimitir, y esto también aplica a Teresa Ribera".

El acuerdo, que tendrán que ratificar los coordinadores de las comisiones parlamentarias esta misma tarde, incluye cambios en la cartera del candidato húngaro. El hombre que envió Orban para estar en la Comisión Europea no tendrá competencias en derechos reproductivos ni en gestión de crisis.

Han sido los líderes de las tres formaciones: Weber, Iratxe Pérez (socialdemócratas) y Valerie Hayer (Liberales) los que han cerrado el acuerdo que ahora deberán presentar a sus grupos. En la mañana de este miércoles, cuando se han reunido los eurodiputados de cada familia no ha habido consenso. Algunas delegaciones socialistas como la alemana o la francesa habían manifestado sus dudas. De hecho, fuentes socialdemócratas no descartan que los franceses se abstengan en el pleno de la próxima semana.

El voto de todo el colegio de comisarios está previsto para el próximo 27 de noviembre, una fecha a la que se han aferrado tanto la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que ha presionado para que su próximo ejecutivo pueda empezar a trabajar el próximo 1 de diciembre.