Miramos a Kiev a la espera de una oleada de misiles lanzados por Rusia en represalia por el uso de los ATACMS estadounidenses y los Storm Shadow británicos en su territorio. Hasta varias embajadas, como la de EEUU y la de España, cerraron este miércoles por temor a un bombardeo masivo. Ucrania espera una represalia del Kremlin, que será probablemente convencional y también híbrida. EEUU y la UE temen que Putin intensifique la guerra híbrida contra intereses occidentales tras ver cómo los aliados de Ucrania se han saltado una última roja.

Joe Biden dio su luz verde al uso de los misiles de largo alcance de fabricación estadounidense en territorio ruso después de meses de rechazar esta demanda del presidente ucraniano, Volodomir Zelenski. El argumento era que había riesgo de escalada. Es lo que siempre había dicho el Kremlin, que sí escala a su gusto. Así ha recurrido a miles de tropas norcoreanas para combatir a los ucranianos. Es lo que ha hecho que EEUU cambie de opinión. También EEUU va a enviar minas antipersonas a Kiev para ralentizar los avances rusos.

También ha aprobado el uso de misiles de largo alcance los británicos y los franceses. Era un paso esperado. De todas formas, Kiev ha de pedir autorización y dejarse guiar por la inteligencia occidental para emplear los ATACMS o los Storm Shadow. Los objetivos han de ser militares. Ucrania ya ha atacado objetivos en Rusia con ATACMS y Storm Shadow.

Aunque desde Moscú se ha anunciado que Putin ha cambiado la doctrina nuclear para que pueda autorizar el recurso a armamento nuclear también para responder a un país no nuclear, y sin que se vea amenazada existencialmente la existencia de Rusia, el temor es que Rusia recurra a la guerra híbrida de forma intensa. Los ataques de este tipo son difíciles de atribuir y por tanto es complicado articular una respuesta.

Acciones híbridas en el Báltico

En este momento de tensión máxima entre Rusia y los aliados de Ucrania, se ha sabido que dos cables submarinos en el mar Báltico han resultado dañados. Se trata de un cable de telecomunicaciones entre Finlandia y Alemania, y un enlace de internet entre Lituania y la isla sueca de Gotland.

El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, no tiene duda de que se trata de un acto de sabotaje, de una "acción híbrida". En un comunicado, los ministros sueco, Pal Jonson, y lituano, Laurynas Kasciunas, se refirieron a "la amenaza que supone Rusia en nuestra vecindad" y pidieron que se responda con sanciones a actos de este tipo.

El término "guerra híbrida" fue empleado por primera vez de manera oficial en la Estrategia Nacional de Defensa estadounidense en 2005, para explicar la combinación de dos o más amenazas de tipo tradicional, irregular, catastrófico o disruptivo.

Sin embargo, no fue hasta la publicación del artículo titulado La guerra del futuro: la llegada del conflicto híbrido (2005), del general James N. Mattis y el teniente coronel Frank G. Hoffman, cuando la designación adquirió contenido teórico; y fue en la Guerra de Verano de 2006 entre Israel y Hizbulá cuando tuvo lugar su primera gran manifestación práctica, aunque ya se había empleado en la primera guerra chechena en 2002.

Llamamientos sobre la guerra asimétrica

El Departamento de Estado estadounidense ha reconocido que está "muy preocupado" por el eventual incremento de ataques híbridos. Los expertos dan por hecho que habrá más acciones en el Báltico. Hay muchas opciones, incluida la ampliación de su campaña de sabotaje y asesinatos en Europa, o el suministro de armamento a los enemigos de EEUU en Oriente Próximo o en el Indo Pacífico.

En Washington, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, dijo: "En general, estamos increíblemente preocupados por la guerra híbrida llevada a cabo por Rusia tanto en Europa como en todo el mundo, y es algo en lo que hemos estado en estrecha coordinación con nuestros aliados europeos y otros aliados y socios de todo el mundo".

Los ministros europeos debatieron la guerra asimétrica de Rusia durante una reunión celebrada el martes en Varsovia, en la que los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Polonia, España y Reino Unido acusaron a Rusia en una declaración conjunta de "atacar sistemáticamente la arquitectura de seguridad europea".

En un comunicado, señalan que hay que "mejorar la resistencia frente a la guerra cognitiva y a las amenazas híbridas en Europa, también a través de los mecanismos pertinentes de la UE, y promover la resiliencia en nuestras sociedades".

El ministro finlandés de Defensa, Antti Häkkänen, ha dicho en Politico: "La OTAN y la UE tienen que hacer mucho más para proteger estas infraestructuras críticas... Sabemos que Rusia tiene la capacidad y voluntad de hacer sabotajes en Europa".

A principios de este mes, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó que Rusia estaba llevando a cabo una "campaña cada vez más intensa de ataques híbridos" que demuestra que "la línea del frente en esta guerra ya no está únicamente en Ucrania. Cada vez más, la línea del frente se está desplazando más allá de las fronteras, a la región del Báltico, a Europa occidental e incluso al norte".

Casos de ataques híbridos

El mayor acto de sabotaje desde la invasión rusa de Ucrania en 2022 tuvo lugar en el Báltico ese mismo año. La Fiscalía alemana sigue investigando la explosión de los gasoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania. Ha habido teorías conspirativas en torno a ese ataque, con rumores no confirmados de que el gobierno ucraniano, ruso o estadounidense estaba detrás.

Estonia repelió una campaña de piratería informática por parte de Rusia en 2022, el mismo año en que la policía noruega detuvo a varios ciudadanos rusos equipados con drones y cámaras que se encontraban cerca de infraestructuras de petróleo y gas.

En octubre de 2023, un gasoducto entre Finlandia y Estonia sufrió graves daños.
Las autoridades finlandesas declararon posteriormente que el incidente había sido provocado por un portacontenedores chino que arrastraba el ancla.

Los nórdicos se preparan para crisis o guerra

Putin agita el miedo con gran maestría. Recurre a la amenaza nuclear, y en los países que se ven más cercanos, como los nórdicos (Suecia, Finlandia y Noruega) actualizan sus recomendaciones a la población.

En el caso de Suecia se ha difundido un folleto titulado En caso de crisis o guerra, en el que no se menciona a Rusia, y supone una revisión de la edición de 2018. En el documento hay información sobre los refugios y una sección sobre cómo han de proceder quiénes necesita una asistencia especial.

El próximo mes, el Parlamento sueco votará un proyecto de ley de defensa que aumentará el gasto militar y de defensa civil en los próximos cinco años. "Si Suecia es atacada, nunca nos vamos a rendir", dice el folleto.

A la espera de Trump el negociador

Es posible que Rusia decida retrasar una nueva escalada antes de la toma de posesión de Donald Trump, ya que el presidente electo es favorable a que empiece a negociarse.

Vladimir Putin estaría abierto a discutir un acuerdo de alto el fuego en Ucrania con Donald Trump, pero descarta hacer grandes concesiones territoriales e insiste en que Kiev abandone sus ambiciones de entrar en la OTAN, según información a la que ha tenido acceso Reuters. El Kremlin estaría dispuesto a congelar el conflicto en las líneas del frente. Habría cierto margen pero Rusia pretende mantener gran parte de Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón.

Rusia ha conquistado más territorio en octubre que en ningún otro momento desde julio de 2022, según ha publicado The New York Times. Rusia está consolidando su ventaja militar con más tropas, hasta seis veces más, y más artillería (diez veces más).

A ello se suma que cada vez son más los ucranianos los partidarios de negociar el fin de la guerra lo antes posible: ya el 52% frente al 38% que quiere seguir en el frente. Hay agotamiento y cada vez es más difícil encontrar reclutas.

Es un punto de inflexión, ya que Trump puede que también presione a Putin para que acepte poner fin a la guerra pero que acepte garantías de seguridad de Ucrania, siempre sufragadas por los europeos. En caso de negarse Putin, Trump es posible que diera un giro de 180 grados. Si es algo Trump, es impredecible.