A punto de cumplirse dos meses de la invasión terrestre del Líbano y mientras los bombardeos continúan sucediéndose sobre el sur de Beirut, Israel y el Líbano están cerca de aceptar el alto el fuego propuesto por Estados Unidos. Según Reuters, funcionarios estadounidenses han informado al Líbano que la tregua podría ser anunciada en las próximas horas.

Así se desprende de las últimas declaraciones del embajador israelí en EE.UU., Michael Herzog, que, en declaraciones a la radio del ejército israelí, ha avanzado que podría ser cuestión de días después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu haya aceptado "en principio" la propuesta estadounidense, aunque siguen abiertos algunos puntos.

La propuesta, presentada la semana pasada durante visita regional por el mediador estadounidense Amos Hochstein, prevé un alto el fuego de dos meses. En ese lapso de tiempo, las fuerzas israelíes se retirarían del Líbano y Hizbulá pondría fin a su presencia armada a lo largo de la frontera sur, al sur del río Litani, la demanda que durante semanas ha exigido Israel. Reemplazarían el repliegue de los militantes de Hizbulá miles de soldados del ejército libanés junto a la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU (Unifil, por sus siglas en inglés).

Mapa de la Línea Azul que separa el Líbano de Israel

Puntos en desacuerdo

Sobre los puntos que aún suscitan desacuerdo figurarían, según fuentes diplomáticas occidentales citadas por Associated Press, la exigencia de Israel de más garantías para asegurar la retirada del armamento de Hizbulá de la zona fronteriza. Tel Aviv no está dispuesto a aceptar una tregua que suponga cerrar la puerta a atacar territorio libanés si considera que Hizbulá está vulnerando el acuerdo.

Del lado libanés y de Hizbulá no desean un pacto que ponga en duda la soberanía del país. Para el líder de Hizbulá, Naim Qassem, uno de los pocos dirigentes que no ha sido asesinado por la campaña de bombardeos de Israel, el acuerdo debe suponer el "fin completo y global de la agresión" y proteger la soberanía de Líbano.

También surgen recelos y vetos en relación a qué países formarían el comité internacional que supervise el acuerdo y la resolución 1701. Israel parece haber abandonado su oposición a Francia, con especial vinculación con el Líbano y tras las declaraciones recientes de Emmanuel Macron muy censuradas por el Estado judío. Por otro lado, el Líbano ha mantenido su rechazo a que en el comité esté incluido Reino Unido.

Más de 3.500 libaneses han muerto y 1,2 millones (una cuarta parte de la población del país) han sido desplazados desde el inicio del conflicto entre Hizbulá e Israel. El domingo, en el marco de su tercera visita al Líbano en un año, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reconoció no estar convencido de que Israel esté "claramente interesado en alcanzar un acuerdo para un alto el fuego". De materializarse, el acuerdo podría mitigar las tensiones regionales aunque su efecto sobre la operación militar en Gaza es incierto. Geir Pedersen, enviado especial de la ONU para Siria, manifestó el domingo que el alto el fuego en Gaza y Líbano es fundamental para "evitar que Siria se vea arrastrada aún más al conflicto".