Rabat exigió esta semana a Bruselas “pruebas de amor” tras el revés de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que tumbó los acuerdos agrícola y pesquero suscritos entre los Veintisiete y el régimen alauí. “No hay amor, solo hay pruebas de amor. No hay asociación, solo hay pruebas de compromiso para esa asociación”, recriminó el ministro de Exteriores marroquí Naser Burita.

Un aviso que está acompañado por la información que ha adelantado Africa Intelligence, un fiable portal de información sobre el continente africano: Acento Public Affairs, la consultora del exministro y exsecretario de organización del PSOE José Blanco, representará a los agricultores marroquíes en la Unión Europea.

La urdidora de ese acuerdo es la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich. La contratación se ha realizado a través de la legación marroquí en España. La web de información subraya el hecho de que “los intereses de sus agricultores en Bruselas dependen en gran medida del comercio con la Unión Europea, de la que España es puerta de entrada”.

El acuerdo agrícola, declarado nulo por la justicia comunitaria, tiene una prórroga de doce meses hasta octubre de 2025. Denunciado como competencia desleal por las asociaciones agrarias españolas, Acento tratará de batallar por los intereses de los agricultores marroquíes cuando expira el acuerdo y la Comisión Europea trata de buscar alternativas que eviten la sentencia, que considera a Marruecos y el Sáhara Occidental territorios y pueblos distintos y separados y exige el consentimiento del pueblo saharaui para cualquier explotación de sus recursos naturales.

En mayo de 2023 El Independiente ya publicó que Acento asesoraba a Marruecos ante las instituciones europeas en Bruselas desde, al menos, finales de 2022. En concreto, su cliente era la Agence Marocaine de la Coopération Internationale (Agencia Marroquí de Cooperación Internacional) por un monto total que oscila entre los 500.000 y los 600.000 euros para “políticas relacionadas con la cooperación multisectorial y la seguridad en el Mediterráneo y el Magreb”, según el portal de transparencia de la Unión Europea.

Acento fue creada en 2019 por Blanco y por otro reconocido miembro del PSOE, Antonio Hernando, actual secretario de Estado de Telecomunicaciones. Nació como consultora de "asuntos públicos" para facilitar "asesoramiento sobre diplomacia corporativa y relaciones institucionales". A sus filas ha ido sumando a políticos de los dos principales partidos políticos, como son el caso de la ex vicesecretaria general socialista Elena Valenciano, cercano a las tesis marroquíes; el ex ministro popular Alfonso Alonso, o algunos familiares de responsables públicos como el hijo de Esteban González Pons, Esteban González Guitart.  Acento dispone tres oficinas -radicada en Madrid, Barcelona y Bruselas- y su volumen de negocio que el año pasado alcanzó los 7,8 millones de euros.

Su primer contrato con Marruecos, suscrito con la agencia de cooperación de la monarquía alauí, se produjo en un momento en el que España trataba de recuperar los lazos con Marruecos tras el histórico cambio de posición en el contencioso del Sáhara Occidental. Acento también sirve de lobby para Mediapro; Huawei Technologies,  ISDIN, la Liga Nacional de Fútbol Profesional y Pharmamar.