Damasco vivía sus primeras horas sin Bashar Asad -oficialmente huésped de Vladimir Putin en Rusia-, cuando el ruido de las primeras explosiones cruzó la capital siria. El vecino Israel irrumpió en la escena como un elefante en una cacharrería, firmando sucesivos ataques aéreos sobre instalaciones militares. Siria ha sido durante el último año y medio uno de los territorios que Tel Aviv ha golpeado una y otra vez con el argumento de debilitar el suministro de armamento de Irán a la milicia chií libanesa Hizbulá.

El estruendo del plomo que cayó sobre Damasco y otras ciudades sirias constrat​ó con la relativa calma que ha guiado la marcha de Asad y el período de transición coordinado entre las fuerzas de la oposición y el Gobierno en funciones. “Lo único que molesta ahora es el avión de reconocimiento israelí que está sobrevolando Damasco constantemente”, relató ayer a El Independiente un funcionario sirio. “Es una sensación horrible porque cada vez que vuele hay bombardeos. Israel está bombardeando todas las estaciones de radar, las baterías de defensa antiaérea, los aeropuertos, los cuarteles de armamento pesado de los que dispone Siria. Sienten que tienen una oportunidad de oro para aprovechar la coyuntura y persistir en sus agresiones contra Siria”, agregó.

Cadena de bombardeos en varios enclaves de Siria

El Gobierno israelí confirmó el lunes que estaba llevando a cabo ataques aéreos contra ubicaciones con supuesta presencia de misiles y armas químicas. “El objetivo israelí en Siria es destruir y diezmar lo que quede de la fuerza aérea siria, así como las armas estratégicas, y destruir lo que quede de los depósitos de armas de Irán y sus milicias en Siria. Por eso han atacado Deir Ezzor, pero también Damasco”, reconoce a El Independiente Kawa Hassan, experto en Oriente Próximo y norte de África del centro de análisis Stimson. “Israel quiere aprovechar el caos y el vacío que se está produciendo ahora para eliminar lo que haya quedado de la fuerza aérea siria, pero también de otros complejos militares. Está aprovechando el hecho de que los sistemas de defensa aérea rusos ya no están operativos. Israel tiene realmente vía libre para atacar”.

El ministro de Asunto Exteriores, Gideon Sa'ar, se congratuló de que “la ocupación iraní en Siria ha llegado a su fin”. “Lo que nos guía es la seguridad del Estado de Israel y de sus ciudadanos. Por esta razón, hemos atacado sistemas de armas estratégicas, capacidades residuales de armas químicas, misiles de largo alcance y cohetes, asegurándonos de que no caigan en manos de extremistas”, arguyó el jefe de la diplomacia israelí. Entre la decenas de ataques aéreos israelíes en los últimos dos días, figura un emplazamiento en Damasco que, según insiste Tel Aviv, ha sido utilizado por científicos iraníes para desarrollar cohetes.

Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió de que el ejército “destruirá armamento estratégico pesado en toda Siria, incluidos misiles tierra-aire, sistemas de defensa antiaérea, misiles superficie-superficie, misiles de crucero, cohetes de largo alcance y misiles costeros”.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un grupo con una red de informantes en Siria, el ejército israelí había llevado a cabo ataques durante la noche en múltiples lugares de la costa y el sur de Siria. “Desde las primeras horas tras el anuncio de la caída del antiguo régimen, Israel comenzó a lanzar ataques aéreos intensivos, destruyendo deliberadamente depósitos de armas y municiones”, esbozó.

Desde el inicio de la operación militar israelí en Gaza el 7 de octubre de 2023, los ataques se han multiplicado en Siria para debilitar a Irán y Hizbulá. El mes pasado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que los bombardeos habían destruido un depósito de armas y otros lugares en una zona cercana a Palmira y sus alrededores, donde se encontraban familias de combatientes de las milicias apoyadas por Irán, segando la vida de 68 combatientes sirios y extranjeros.

Ocupación "temporal" de la zona de separación en los Altos del Golán

A la campaña de bombardeos se sumó la operación de las tropas israelíes que se internó en la zona desmilitarizada de separación con Siria, donde se hallan las fuerzas de paz de la ONU. Según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el ejército tomó el domingo “temporalmente” el control de la llamada Zona de Separación. A su juicio, el acuerdo de retirada de 1974 con Siria se había “derrumbado” con la toma del país por los rebeldes.

Los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel, son una meseta rocosa emplazada a unos 60 kilómetros al suroeste de Damasco. Israel arrebató el Golán a Siria en las postrimerías de la Guerra de los Seis Días de 1967 y se lo anexionó unilateralmente en 1981. La medida no fue reconocida internacionalmente, aunque Estados Unidos lo hizo unilateralmente en 2019. Israel no ha delimitado ni definido sus fronteras.

Miles de colonos israelíes residen en la zona junto a unos 20.000 sirios, en su mayoría drusos, que se quedaron allí tras la invasión israelí. La familia del líder de HTS, Abu Mohamed al Jolani, tiene raíces allí. El titular de exteriores israelí volvió a repetir este lunes que se trata de “un control limitado y temporal de áreas estratégicas cercanas a la frontera para prevenir que un escenario similar al del 7 de octubre ocurra desde Siria”. La decisión de Israel fue respondida con dureza por Egipto.