El presidente del Gobierno Pedro Sánchez aprovechó su presencia en Rabat con motivo de la reunión de la Internacional Socialista para volver a ofrecer un apoyo cerrado a Mohamed VI, de quien destacó su papel "en el progreso" del reino y "la estabilidad regional" y se ofreció a ser "puerta de entrada" de los intereses de Marruecos en la Unión Europea en una coyuntura marcada por el revés de las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que declaran nulos los acuerdos pesquero y agrícola.

Según Sánchez, Marruecos y España son “dos países hermanos y vecinos que comparten proyectos y una visión similar respecto a los dossieres y desafíos a los que se enfrentan el mundo y nuestras sociedades”. “Estos lazos de cooperación, fraternidad y amistad son vitales para que ambas sociedades puedan alcanzar sus aspiraciones de manera eficaz y equitativa”, declaró.

En un momento en el que la monarquía alauí digiere aún las derrotas sufridas en el Tribunal de Justicia de la UE, tras los fallos de octubre anulando los acuerdos agrícola y pesquero en una victoria histórica para las aspiraciones del Frente Polisario y los saharauis, Sánchez se ofreció -en línea de lo que habían manifestado sus ministros- para velar por los intereses de Marruecos en Bruselas, que las asociaciones agrícolas españolas llevan años denunciando como competencia desleal.

A juicio de Sánchez, España es la puerta de entrada para el Reino como socio estratégico en el proyecto político europeo. "Madrid siempre ha apoyado una asociación estratégica entre Rabat y Bruselas, guiada por un espíritu win-win”, ha indicado Sánchez durante su visita al país vecino.

Driss Lachgar, secretario general de los socialistas marroquíes, con Sánchez en Rabat. | Efe

"Un amigo de Marruecos", según los socialistas marroquíes

Sus palabras y el histórico cambio de posición de Moncloa en el contencioso del Sáhara Occidental, de la que España sigue siendo potencia administradora, fueron celebradas por Driss Lachgar, primer secretario de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), el miembro marroquí de la Internacional Socialista y un partido defensor del establishment marroquí, marcado por el amplio poder del rey y la falta de libertades públicas. Desde hace meses el PSOE promociona a su homólogo marroquí en la Internacional.

Lachgar describió a Sánchez como "amigo de Marruecos y de las causas justas en el mundo", resaltando lo que considera "posiciones responsables" en Oriente Próximo y el conflicto del Sáhara Occidental, el último territorio por descolonizar de África y bajo ocupación marroquí desde 1976. Sin titubeos ni meditas tintas, Lachgar le agradeció a Sánchez el alineamiento total con la majzén, el círculo de Mohamed VI.

Subrayó especialmente el apoyo de Sánchez a "la primera causa nacional", en referencia a la reivindicación de la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara, en contra de la legalidad internacional, y prueba de las ansias expansionistas del reino alauí. El PSOE ha vuelto a demostrar su alineamiento con Marruecos en las últimas semanas. El Polisario denunció que sus eurodiputados se opusieron a la creación del Intergrupo de solidaridad con el pueblo saharaui en el Parlamento europeo, que había estado funcionado durante dos décadas, y esta semana se ausentó de la constitución del intergrupo de amigos del Sáhara en el Congreso de los Diputados, en una muestra más de la soledad parlamentaria que padece cada vez que se aborda el asunto saharaui.