A través de un comunicado en sus redes, Aerolíneas de Azerbaiyán ha informado este viernes de que, en base a los resultados preliminares de la investigación, el avión siniestrado el pasado miércoles cuando trataba de aterrizar en el aeropuerto de Aktau, en Kazajistán, sufrió "interferencias físicas y técnicas externas". En el accidente murieron 38 personas, tres de ellos tripulantes, y sobrevivieron 29. La mayoría de los fallecidos eran azerbaiyanos, aunque también había rusos y kazajos.

Además, la compañía explica que, "teniendo en cuenta los riesgos que pueden surgir en la seguridad de los vuelos", los vuelos desde Bakú a varios aeropuertos de Rusia han quedado suspendidos con efecto inmediato.

Al principio se barajó como posibilidad que la aeronave hubiese chocado contra una bandada de pájaros, o que sufriera la explosión de un tanque de oxígeno. Sin embargo, pocas horas después del siniestro, en las redes sociales comenzaron a circular vídeos que mostraban marcas parecidas al impacto de la metralla de un misil antiaéreo en el fuselaje del avión.

Las autoridades de Kazajistán han evitado, por el momento, pronunciarse a favor de una versión definitiva, y sólo confirmaron la explosión del balón de oxígeno. Mientras tanto, fuentes del Gobierno de Azerbaiyán han responsabilizado a Moscú del siniestro, y aseguraron que están a la espera del reconocimiento por parte de Rusia.

Rusia niega haber negociado una versión común del accidente

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha negado este viernes negociaciones con Azerbaiyán y Kazajistán para ofrecer una versión común del accidente. "No hubo negociaciones sobre ese tema con los departamentos de política exterior de esos países", insistió la diplomacia rusa, que explica que "hay un encargo político" detrás de esta "desinformación maliciosa". Mientras prosiguen las investigaciones sobre el siniestro, los representantes del fabricante de aviones brasileño Embraer han llegado a Aktau y se espera que una delegación del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos llegue también a Kazajistán en los próximos días.

La autoridad aeronáutica rusa ha reconocido hoy que drones ucranianos perpetraron un ataque contra dos ciudades de Chechenia, entre ellas Grozni, y decidieron aplicar un "plan de contingencia" en la zona que coincidió con el vuelo del avión siniestrado.

Por su parte, Andri Kovalenko, el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, afirmó que el avión fue derribado por los sistemas de defensas aéreos rusos. “Todo lo que volaba fue derribado”, afirmó en Instagram. “El avión fue dañado por los rusos y enviado a Kazajistán, en lugar de realizar un aterrizaje de emergencia en Grozni y salvar vidas”.