La sueca Greta Thunberg, uno de los principales rostros del activismo climático en el mundo, visita los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia), donde desde hace medio siglo residen más de 175.000 habitantes del Sáhara Occiental, la otrora provincia española ocupada desde 1975 por Marruecos y el último territorio de África por descolonizar.

Thunberg tiene previsto participar en un encuentro en solidaridad con el pueblo saharaui que se desarrolla en los campamentos de refugiados desde este sábado y hasta el próximo martes. Fuentes de la organización han confirmado a El Independiente su presencia.

Thunberg, de 22 años, pasó hace unos días por Madrid, desde donde se dirigió hacia Almería. Desde la ciudad andaluza se trasladó en barco hasta Argel, fiel a su compromiso de reducir su huella de carbono y evitar los desplazamientos en avión. Tras recorrer 1.800 kilómetros por carretera, tiene previsto llegar a los campamentos a primera hora de este domingo, han precisado las citadas fuentes.

Encuentro con Brahim Ghali

Convertida en uno de los referentes que advierten de la emergencia climática y se enfrentan a la falta de acción de los líderes mundiales, la joven participará en un encuentro organizado por los también activistas suecos Benjamin Ladraa y Sanna Ghotbi, que han recorrido 48.000 kilómetros en bicicleta por todo el mundo para concienciar sobre el Sáhara Occidental.

Según la organización, Thunberg conocerá de primera mano la situación de los refugiados saharauis en Tinduf, uno de los lugares más inhóspitos del planeta, y compartirá junto a otros activistas su experiencia. Además, se reunirá con el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática Brahim Ghali y otros funcionarios saharauis y debatirá con activistas locales la lucha climática en el Sáhara, la última colonia de África. Los participantes también participarán en talleres sobre campañas de resistencia no violenta.

Implicación con Palestina

Su visita a los campamentos saharauis coincide con un momento en el que Thunberg, nominada al Premio Nobel en varias ocasiones, se ha implicado activamente en cuestiones políticas. Desde octubre de 2023, con motivo del inicio de la operación militar israelí en la Franja de Gaza, la activista ha pedido el fin de la guerra y un alto el fuego en el enclave palestino.

"No hace falta decir -o eso creía- que estoy en contra de los horribles ataques de Hamás. Como dije, 'el mundo tiene que alzar la voz y pedir un alto el fuego inmediato, justicia y libertad para los palestinos y todos los civiles afectados'", declaró entonces ante los ataques del Gobierno israelí, que la ha convertido en una de sus dianas junto al secretario general de la ONU Antonio Guterres.

Todas las formas de justicia están incluidas en la justicia climática, insiste Thunberg

Thunberg insiste en que "no hay justicia climática sin derechos humanos" y que se debe "alzar la voz cuando la gente sufre, se ve obligada a huir de sus hogares o es asesinada, independientemente de la causa". Desde mayo de 2024 ha sido detenida en varias ocasiones en Suecia y Dinamarca por participar en manifestaciones en solidaridad con el pueblo palestino.

"Para mí, no se ha tratado únicamente del clima. Los medios de comunicación a menudo quieren simplificar las cosas, como 'ella es la que trabaja en el clima'. Quieren ponerle cara al asunto. Estamos hablando de justicia climática. Todas las formas de justicia están incluidas en la justicia climática. En el último año, cuando empecé a involucrarme en el activismo palestino, ese punto de vista ha cambiado", argumentó el pasado noviembre.

En una señal más de ese implicación política, Thunberg boicoteó la COP29 , organizada por Azerbaiyán, por violaciones de los derechos humanos, y en su lugar visitó las vecinas Georgia y Armenia.