El dictamen es demoledor. Los gobiernos occidentales que se presentan ante el mundo como los grandes defensores de los derechos humanos aplican la doble moral, según sea aliado o no quien comete abusos, lo que deja a las autocracias el terreno abonado para sus desmanes. Es la principal tesis del último informe anual de Human Rights Watch, titulado Proteger los derechos incluso en los tiempos más oscuros. Es el trigésimo quinto de este tipo de esta ONG creada en 1978 como Helsinki Watch que cuenta con investigadores en los cinco continentes.
"Los gobiernos que hablan abiertamente de proteger los derechos humanos, pero ignoran los abusos de sus aliados, abren la puerta a quienes cuestionan la legitimidad del sistema de derechos humanos", afirma Tirana Hassan, directora ejecutiva de HRW. "Este punto de vista, irresponsable y peligroso, permite que los gobiernos que cometen abusos se libren. No es momento de retroceder".
"Ya sea en respuesta al aumento de la represión en Rusia, India y Venezuela, o a los conflictos armados catastróficos en Gaza, Sudán y Ucrania, en todo el mundo los gobiernos están siendo interpelados para que demuestren su compromiso con los derechos humanos, la democracia y la acción humanitaria. Muchos no han superado esta prueba", añade Hassan, quien ha participado este jueves en una rueda de prensa virtual en la que se ha presentado el informe.
Ni Trump ni Biden cumplen
Sarah Yager, directora de la oficina en Washington, ha aludido a Joe Biden para ilustrar el ejemplo de un dirigente que dice defender los derechos humanos, pero que finalmente acaba cayendo en la doble moral, como en lo que se refiere a su trato al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Sobre Netanyahu pesa una orden de arresto emitida el pasado 21 de noviembre por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
"Nos preocupa qué puede hacer Donald Trump a partir del 20 de enero porque ya tenemos el precedente de su primer mandato. Sin embargo, Joe Biden prometió defender los derechos humanos y en política exterior no lo ha hecho. Lo vemos en el caso de Israel, pero también en otros como Arabia Saudí. Ha dado credibilidad al régimen saudí. Biden ha dejado la puerta abierta a su sucesor", ha dicho Yager en la comparecencia ante los medios internacionales.
La consecuencia de este "fallo moral" es muy grave, a juicio de Tirana Hassan. Cuando los líderes del mundo libre dejan de respetar los derechos humanos o permiten que sus aliados cometan abusos, "menoscaban la legitimidad de las instituciones internacionales" creadas para que se respeten.
Alude Hassan en concreto al caso de Israel. "A pesar de evidencias claras de que las fuerzas israelíes utilizaron sus armas para perpetrar atrocidades, Estados Unidos, Alemania y otros gobiernos siguieron proporcionando armas y apoyo militar a Israel, y violaron así obligaciones jurídicas internacionales y leyes internas". También subrayan lo preocupante que resulta el avance de movimientos racistas y ultranacionalistas en Europa que promueven políticas de persecución a los migrantes.
Esperanza en la resistencia popular
A pesar de todo, hay motivos para la esperanza, ya que incluso en los peores momentos y bajo circunstancias muy difíciles, los movimientos de resistencia están plantando cara a los tiranos como observamos en Venezuela, donde los ciudadanos se han movilizado para demostrar el fraude del régimen de Maduro, y pese a la represión, siguen saliendo a las calles a mostrar su rechazo. O como hemos visto en Siria, donde tras 13 años de guerra, el dictador Bashar Asad ha tenido que huir a Rusia. Queda por ver cómo actúan las fuerzas ahora al mando del país. .
"El agravamiento de la represión autoritaria también estimuló una movilización cívica en todo el mundo. En Bangladesh, los grupos de estudiantes que protestaban contra la corrupción, el deterioro democrático y cupos de empleo restrictivos se transformaron en un movimiento nacional que finalmente llevó a que la líder represiva que gobernaba desde hacía mucho tiempo el país, la primera ministra Sheikh Hasina, huyera del país", señala el documento, que también menciona las manifestaciones contra la desigualdad económica en Kenia, la revuelta contra la ley marcial en Corea del Sur, y las protestas en Georgia ante la decisión del partido gobernante de desistir del proceso de adhesión a la Unión Europea.
"Estos movimientos de resistencia ponen de relieve una realidad crucial: la lucha por los derechos a menudo es impulsada por personas comunes que, hartas de las injusticias y la corrupción, reúnen su poder colectivo para exigir a los gobiernos que respeten los derechos básicos y estén al servicio de la población, en vez de sus propios intereses", subraya el informe.
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hace 1 mes
Desgraciadamente los derechos humanos son una aspiración, se cumplen o incumplen en función de las circunstancias. No hay modo de hacerlos obligatorios ni hacer que se hagan efectivos.No hay justicia universal ni hay un único criterio a la hora del análisis de las situaciones. Es
lo que hay, la realidad es la que es.
hace 1 mes
Cuando un país (España reconoce a «Palestina» como un estado) ataca a otro continuamente con misiles, y hace incluso una incursión en la que mata, tortura, viola y quema civiles, creo que es bastante normal que se inicie una guerra. En esa guerra, según Hamas (su ministerio de sanidad) han muerto más de 40000 personas. No se distingue entre civiles y combatientes, porque toda la población de Gaza está obligada a combatir para Hamas. Incluso si las cifras fueran reales, me parece que son normales, por desgracia, en una guerra. De todos modos, con el tiempo se sabrá mejor la cifra. Inicialmente, en el campo de refugiados de Jenin en 2002 hubo miles de muertos. Después las organizaciones de derechos humanos internacionales comprobaron que no llegaban a cien, y que murieron más soldados israelíes que civiles palestinos.