La guerra vuelve a Colombia, donde la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se ha reactivado en el Catatumbo, donde aspira al control del territorio y del mercado de la droga. Los combates han dejado más de 80 muertos y decenas de miles de desplazados. Nicolás Maduro ha aprovechado para militarizar la frontera con el envío de unos 2.000 militares y colocar al frente de las acciones humanitarias y de seguridad al ministro del Interior y de Justicia, Diosdado Cabello. Al mismo tiempo, Maduro ha anunciado los mayores ejercicios militares en todo el país en los que participan 150.000 efectivos.

En tono contundente, Maduro ha dicho que Venezuela va a "partir los dientes" a cualquier grupo que pretenda entrar" en el país. El gobierno venezolano ha cerrado parte de la frontera con Colombia, en concreto, los puentes internacionales Atanasio Girardot y La Unión, claves para el tránsito de vehículos entre los dos países. La reacción de Maduro no deja de ser curiosa, ya que el ELN no se habría desplazado al Catatumbo sin su aquiescencia.

Las relaciones entre Venezuela y Colombia atraviesan un momento crítico desde que el presidente colombiano, Gustavo Petro, eludió reconocer a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Tampoco se ha puesto del lado de la oposición, que ha demostrado con las actas electorales que Maduro cometió fraude. Petro temía que si iba más allá Maduro se lo iba a hacer pagar. Y con esos movimientos en la frontera Maduro desvía la atención sobre su cuestionada legitimidad.

El detonante en Catatumbo

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el que estaba en marcha un proceso de paz que saltó por los aires el 17 de enero, un día después de que esta guerrilla desencadenara una batalla contra los disidentes del FARC en la región. El ELN lanzó ese día un operativo militar de una magnitud inédita con la demanda de que se entregara Richard Suárez, uno de los comandantes de las disidencias de las FARC, encargado de las finanzas.

Fue uno de los que firmó los acuerdos de paz de 2016 pero luego se echó atrás. Entre los muertos en estos combates hay al menos seis firmantes de los acuerdos y otros 11 están desaparecidos.

La defensora del pueblo, Iris Marín, se refería a 32.000 desplazados desde el inicio de los combates. La mitad de ellos están en Cúcuta, la capital del departamento de Norte de Santander, al que pertenece el Catatumbo.

Estos eventos son un desastre en términos de derechos humanos y desplazados. Hay asesinados que no se han podido retirar porque los grupos armados lo impiden"

SERGIO GARCIA RENDÓN, POLITÓLOGO

"Estos eventos son un desastre en términos de derechos humanos y desplazados. Hay asesinados que no se han podido retirar porque los grupos armados lo impiden [solo hay 35 cadáveres en las morgues]. Es una disputa por el territorio, por el Catatumbo, hacia donde se ha desplazado el ELN en el tiempo en que el gobierno le ha dejado vía libre por las negociaciones de paz. No han podido hacerlo sin la aprobación de los venezolanos", explica el politólogo colombiano Sergio García Rendón. En el Catatumbo estaban los disidentes de las FARC y con ellos combaten.

Una guerra anunciada

La Defensoría del Pueblo ya advirtió en octubre pasado que la situación era muy peligrosa en el Catatumbo y había riesgo de colisión entre las guerrillas. Habló de riesgo "inminente" de "guerra" en la región. Pero sus advertencias cayeron en saco roto.

El Catatumbo, en la frontera con Venezuela, es el enclave de mayor producción de coca en Colombia en los últimos años. Predominan los grupos armados. En la zona se sufre especialmente la crisis migratoria del país vecino.

Es la ruta que conecta el norte del país con Venezuela, es decir, quien controla el Catatumbo domina el norte de Colombia y la frontera venezolana. Cuando las relaciones entre Colombia y Venezuela están en crisis la zona se calienta, como pasa ahora. El ELN es una baza con la que juega Venezuela en sus relaciones con Colombia. Cuando tensa la cuerda, recurre al ELN.

En consecuencia, el presidente Petro ha declarado el estado de conmoción interior y emergencia económica. Ha dicho al ELN: "Han escogido el camino de la guerra y guerra tendrán". La Corte Constitucional aún ha de aprobar las medidas. También el Ejército colombiano ha desplegado 5.000 efectivos en el Norte de Santander.

La Fiscalía de Colombia ha reactivado las órdenes de captura contra los negociadores de paz del ELN tras suspenderse el diálogo, debido a los "crímenes de guerra" que ha cometido la guerrilla en el Catatumbo, según informa Efe. Esta medida afecta a 31 mimbros del ELN, entre ellos, los miembros de su cúpula como Antonio García, Pablo Beltrán, o Aureliano Carbonell. Todos son alias.

"Lo que ha pasado en el Catatumbo se traduce en una derrota de la política de paz de Petro. El presidente ha sido incapaz de ejercer el control sobre territorios donde actúa la guerrilla, una guerrilla que ya no obedece a principios ideológicos sino económicos", añade Sergio García Rendón. "En términos políticos este desastre tendrá un coste. Así llegó al poder el uribismo. En las próximas elecciones, en 2026, habrá un vuelco".

Petro ha dicho que la crisis del Catatumbo es "un fracaso de la nación". Pero, sobre todo, es la constatación de su derrota. Y Maduro hará leña del árbol caído. Sabe que su vecino está débil y lo va a aprovechar en su favor.