La CIA ha actualizado en los últimos días el mapa de Marruecos mostrado en su página web para incorporar el territorio del Sáhara Occidental, la antigua colonia española ocupada ilegalmente por Rabat desde 1976 y considerada por la ONU como el último territorio pendiente de descolonización del continente africano.

"Mapa de Marruecos que muestra los principales núcleos de población, así como partes de los países circundantes y el océano Atlántico Norte. Nótese que en 2020 Estados Unidos reconoció el Sáhara Occidental como parte de Marruecos", señala el breve texto que acompaña a la nueva cartografía, presentada en sociedad coincidiendo con el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump.

Trump reconoció la marroquinidad del Sáhara Occidental en 2020, en una de sus últimas medidas antes de abandonar el cargo y en el contexto de los llamados Acuerdos de Abraham por los que Marruecos normalizó relaciones con Israel, un país con el que había tenido lazos durante décadas. La administración Biden no rectificó pero subrayó que el plan de autonomía para el Sáhara -un documento de tres folios presentado por el régimen alauí en 2007 y nunca desarrollado- era una de las opciones posibles.

"Antiguo Sáhara Occidental"

El nuevo mapa de Marruecos publicado en la web de la agencia estadounidense incorpora el Sáhara a la monarquía de Mohamed VI. Sin líneas discontinuas ni separación alguna pero con el epígrafe de "antiguo Sáhara Occidental". Es radicalmente distinto a la versión de 2018, aún accesible en la página.

Mapa de Marruecos en 2018, según la CIA.

La ficha de Marruecos en The Worldfact Book de la CIA fue actualizada el pasado 16 de enero. A propósito del Sáhara Occidental, la antigua provincia número 53 de España, la base de datos de la agencia señala: "Desde la retirada de España del Sáhara Occidental en 1976, Marruecos ha extendido su control administrativo de facto a aproximadamente el 75% de este territorio; sin embargo, la ONU no reconoce a Marruecos como potencia administradora del Sáhara Occidental".

"Desde 1991, la ONU ha supervisado un alto el fuego, que se rompió a finales de 2020, entre Marruecos y el Frente Polisario -una organización que aboga por la independencia del territorio- y reinició las negociaciones sobre el estatus del territorio en 2018. En 2020, Estados Unidos reconoció la soberanía de Marruecos sobre todo el Sáhara Occidental", explica el documento.

Sin datos del Sáhara Occidental

A pesar de esa defensa de la marroquinidad del Sáhara Occidental -catalogado de territorio no autónomo en la ONU-, la CIA precisa que buena parte de los datos que proporciona sobre Marruecos no incluye el territorio saharaui, desde sanitarios, agrícolas o educativos.

La CIA reconoce que uno de los desafíos que enfrenta el ejército marroquíes es el Frente Polisario. "Marruecos reclama el territorio del Sáhara Occidental y administra el territorio que controla; el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro), una organización que busca la independencia del territorio, disputa a Marruecos la reclamación de soberanía sobre el territorio; Las fuerzas marroquíes y del Polisario combatieron intermitentemente desde 1975, cuando España renunció a la autoridad colonial sobre el territorio, hasta el alto el fuego de 1991 y el establecimiento de una misión de paz de la ONU; el Polisario se retiró del alto el fuego en noviembre de 2020, y desde entonces se han registrado disparos indirectos intermitentes entre las Fuerzas Marroquíes y los combatientes del Polisario a través de la berma de 2.500 kilómetros de longitud construida en 1987 que separa a ambas partes; Argelia es considerada un rival regional y ha apoyado abiertamente al Frente Polisario", agrega la información de la agencia estadounidense, que también aborda el papel de la Misión de la ONU para el Sáhara.

Sobre la MINURSO, la CIA indica que "fue establecida por la resolución 690 del Consejo de Seguridad en abril de 1991, de conformidad con las propuestas de acuerdo aceptadas en agosto de 1988 por Marruecos y el Frente Polisario". "La MINURSO no pudo llevar a cabo todas las propuestas de acuerdo originales, pero sigue supervisando el alto el fuego y reduciendo la amenaza de minas y municiones sin detonar, y ha proporcionado apoyo logístico a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con personal y medios aéreos y terrestres (2024)".