Los Reyes de España, Felipe y Letizia, han participado en el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, junto a los jefes de Estado y de gobierno de más de 50 países. Entre los monarcas de otras casas reinantes están el Rey Carlos III de Inglaterra, Guillermo de los Países Bajos, Felipe de Bélgica, Haakon de Noruega y la princesa Victoria, heredera de la Corona sueca. Sin embargo, el protagonismo de la jornada es para los supervivientes. Apenas quedan unas decenas y muchos rondan el siglo de vida. También ha intervenido el presidente del Congreso Mundial Judío, Ronald S. Lauder, quien ha recordado el odio al que hizo frente de nuevo el pueblo judío el 7 de octubre.

En sus discursos, han lanzado una advertencia contra la derecha radical y antidemocrática, y contra "el tsunami del antisemitismo". El primero en tomar la palabra ha sido el polaco Marian Turski, de 98 años, superviviente del gueto de Łódź. Sus palabras hace cinco años aún resuenan en los asistentes. "No seáis indiferentes al odio", dijo entonces. Ha recordado este lunes a aquellos millones que fueron asesinados, que no pudieron transmitir su sufrimiento. Ha pedido un momento de silencio por todos ellos.

Turski ha recordado cómo el antisemitismo, ahora en aumento hasta llegar a lo que la historiadora Deborah Lipstadt denomina "tsunami de antisemitismo", fue lo que condujo al Holocausto. Y ha aludido a la matanza del 7 de octubre. "No tengamos miedo por denunciar la matanza de Hamás", ha señalado. "Todo el discurso del odio lleva al conflicto entre pueblos y grupos étnicos. Eso siempre termina en sangría", ha dicho Turski.

Un mundo de nuevo en crisis

Tova Friedman solo tenía seis años y medio cuando fue liberada de Auschwitz. "Pero mis recuerdos son muy vívidos", ha dicho. Muy pocos niños sobrevivieron. De su localidad solo cuatro. Y a esa corta edad llegó a preguntar si era la única niña judía viva que quedaba en el mundo. Incluso tan pequeña sabía que pasaba si caías enfermo o estabas débil. El humo de las chimeneas.

"En aquel momento éramos víctimas de un vacío moral. Hoy, sin embargo, todos tenemos la obligación, no sólo de recordar, sino también de advertir y enseñar que el odio engendra más odio, y la matanza más matanza. En cambio, nuestra venganza ha sido construir un país judío fuerte y criar a nuestras familias en en paz", ha dicho Friedman. "Ochenta años después de la liberación, el mundo está de nuevo en crisis.
Israel, la única democracia de Oriente Medio, lucha por su existencia y su modo de vida. No solo lloramos a los soldados caídos y a los rehenes, sino también las turbulencias y la desconfianza de nuestra sociedad", ha añadido.

Para Leon Weintraub, de 99 años, polaco residente en Suecia, es estremecedor cómo ahora en Europa hay quienes exhiben su ideología de extrema derecha."Me apena profundamente ver uniformes y lemas al estilo nazi desfilando abiertamente en marchas por toda Europa, incluido en nuestro país, sin ninguna consecuencia. Estos autoproclamados nacionalistas defienden la misma ideología de odio que los nazis alemanes, una ideología que asesinó a millones de personas consideradas infrahumanos bajo el signo de la esvástica. Esta ideología, una actitud que predica la hostilidad y el odio hacia los demás, define el racismo, el antisemitismo y la homofobia como virtudes. Y esto está ocurriendo en nuestra nación, que soportó grandes daños y sufrimientos bajo la ocupación nazi durante el régimen de Hitler".

Weintraub ha pedido que seamos "sensibles a todas las expresiones de intolerancia y resentimiento hacia los que son diferentes, sin importar de su color de piel, religión u orientación sexual". Y ha añadido: "Debemos evitar los errores de los 1930, cuando el mundo no se tomó en serio los planes del régimen nazi de crear un Estado libre de judíos, romaníes, los disidentes, los enfermos y los considerados incapaces de vivir".

Y ha concluido: "Que la conmemoración del aniversario de la Liberación de Auschwitz sirva como recordatorio del trato inhumano de las personas y como advertencia contra los movimientos cada vez más ruidosos de la derecha radical y antidemocrática".

El odio hacia los judíos sigue ahí

Y Ronald S. Lauder, uno de los principales patrocinadores del Museo de Auschwitz-Birkenau, ha sido quien ha lanzado un paralelismo entre el mundo que hizo posible el Holocausto y el mundo de hoy. "De un modo muy fundamental, lo que ocurrió en Israel el 7 de octubre y lo que ocurrió aquí en Auschwitz tienen un hilo común: el odio ancestral a los judíos", ha subrayado.

Hoy vemos paralelismos espeluznantes en todo el mundo, en Europa, en Norteamérica, incluso en Australia. Hoy se despide a profesores judíos. Hoy, a los niños judíos se les ha dicho que oculten cualquier signo externo de ser judíos. Hoy hay manifestaciones masivas contra los judíos. Hoy vemos comentarios viles en todas las redes sociales. Entonces les recuerdo que no estamos en 1933 o 1939. Estamos en 2025. El odio a los judíos tenía partidarios dispuestos entonces, y los tiene ahora", ha añadido. Ha advertido contra la "indiferencia" hacia el creciente antisemitismo. "Las lecciones de Auschwitz no son solo para judíos, son para el mundo entero", ha indicado.

Los Reyes, como en el 75 aniversario

España no fue una de las naciones beligerantes en la Segunda Guerra Mundial pero los Reyes ya estuvieron en el 75 aniversario. Hubo entre 4.500 y 7.500 españoles víctimas del Holocausto, pero en Auschwitz-Birkenau apenas se tiene registro de unos 34 españoles, según el Memorial Democràtic. Los españoles, la mayoría republicanos, fueron recluidos en Mauthausen.

A los Reyes les acompaña el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, José Ángel Torres, en lugar del titular de Exteriores, José Manuel Albares, quien el miércoles se entrevista en Varsovia con el jefe de la diplomacia polaca, Radoslaw Sikorski. Ha sido polémico que en el programa de España en libertad. 50 años, promovido por el gobierno español por el aniversario de la muerte de Franco, se presentaba la participación en el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz como parte de los actos, cuando la organización polaca no sabía nada del programa del gobierno de Sánchez.

Ni Netanyahu ni Putin

También asisten el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el canciller Olaf Scholz, que han querido dar una especial relevancia a la conmemoración al acudir juntos. La Alemania nazi fue la ejecutora del Holocausto. También están el presidente francés, Emmanuel Macron, el austriaco, Alexander von der Bellen, y el italiano, Sergio Mattarella, pero no la primera ministra, Giorgia Meloni. Y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Trump ha designado al enviado a Oriente Próximo, Steve Witkoff, y al secretario de Comercio, Howard Lutnick, como representantes de Estados Unidos.

Llaman la atención dos ausencias: el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el líder ruso, Vladimir Putin. Sobre los dos pesan órdenes de detención de la Corte Penal Internacional. El 90% de los asesinados en Auschwitz eran judíos y de ahí que la ausencia de Netanyahu sea insólita.

Primero se dijo que el gobierno polaco se vería forzado a entregarlo en caso de que acudiera a los actos, pero luego el primer ministro, Donald Tusk, aseguró a Netanyahu que eso no pasaría porque se beneficiaría de una inmunidad ad hoc. Finalmente, el enviado de Netanyahu ha sido el ministro de Educación, Yoav Kisch. Hace cinco años acudió el presidente.

En el caso de Putin, como potencia agresora en Ucrania, queda fuera de duda que su lugar no es donde se conmemora una liberación. Además, el Ejército Rojo, que liberó Auschwitz, estaba formado por ucranianos y rusos casi en partes iguales.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, empezó la jornada con un recuerdo a las víctimas. "este 27 de enero el mundo rinde homenaje a las víctimas del Holocausto. Fue el intento deliberado de los nazis de borrar del mapa a una nación entera, de matar a su gente y destruir todo lo que que recordar a la nación judía. Seis millones de víctimas". En Auschwitz hubo entre 1,1 y 1,3 millones de víctimas.

Polonia custodia la memoria del Holocausto

El presidente polaco, Andrzej Duda, ha sido el único que ha pronunciado unas palabras, pero ha sido por la mañana, ante el Bloque 11, donde estaban las celdas de castigo y cerca de llamado Paredón de la Muerte, donde se perpetraban las ejecuciones. Polonia, donde vivían la mayor parte la población judía en Europa, fue donde los nazis ubicaron la mayor parte de sus campos de exterminio una vez que ocuparon el territorio. Auschwitz, en la localidad polaca de Oświęcim, fue el mejor preservado. De Treblinka, por ejemplo, no quedó nada prácticamente.

"Nosotros, los polacos, en cuyas tierras entonces ocupadas por la Alemania nazi los alemanes construyeron esta industria de exterminio y este campo de concentración, somos hoy los guardianes de la memoria", ha dicho Duda, que asiste a los actos junto al primer ministro, Donald Tusk.

Ha evocado al capitán Witold Pilecki, quien se entregó voluntariamente para dar testimonio de lo que pasaba en el campo. Allí creó un movimiento de resistencia y fue de los pocos que lograron escapar. Una vez fuera, informó a los aliados con detalle sobre lo que sucedía en Auschwitz.

Y ha añadido: "Los polacos continuamos esa extraordinaria misión del capitán Pilecki... Polonia cuida estos lugares precisamente para que la memoria no perezca, para que no se desvanezca, para que las personas sean siempre recordadas y, gracias a esta memoria, el mundo nunca más permita que ocurra una catástrofe humana tan dramática".

A pesar del abismo que supuso el Holocausto, los supervivientes han advertido de que hay que seguir alerta porque aquel horror se puede repetir.