En el último mes y medio, desde la caída de Bashar Asad, han desfilado por Damasco jefes de la diplomacia de decenas de países pero ha sido el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, el primer jefe de Estado en aterrizar este jueves en el país. Lo ha hecho horas después de que Ahmed al Sharaa fuera nombrado presidente interino del país.

El emir ha sido recibido por Al Sharaa en el aeropuerto de la capital y se han dirihido al Palacio presidencial de Damasco para mantener conversaciones bilaterales, indicó la televisión siria alineada con el nuevo gobierno y la agencia oficial de noticias qatarí QNA, que mostró imágenes de la llegada, aunque se desconocen más detalles del programa del emir en la capital.

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Qatar ha sido el principal valedor de la oposición siria desde las revueltas populares contra Al Asad en 2011 y de los primeros países en acudir a Siria para reabrir su embajada tras el derrocamiento del depuesto presidente, ahora exiliado en Moscú. Fue, además, el primer país en establecer contacto directo con las nuevas autoridades el pasado diciembre.

Además, Doha es uno de los principales apoyos de la nueva administración siria, junto a Turquía, en su papel para ayudar a reconstruir el país, devastado por los casi 14 años de guerra, informa Efe.

Nuevos pasos en el proceso de transición

Siria protagonizó ayer miércoles un nuevo paso en su proceso de transición con la designación de Ahmed al Sharaa como presidente del país para liderar este periodo y la disolución de las facciones militares con el objetivo de integrarlas bajo un mismo mando, además de ordenar el final el partido Baaz, la formación de Bachar Asad.

El portavoz del Mando de Operaciones Militares sirio, el coronel Hasan Abdelgani, anunció el nombramiento de Al Sharaa como presidente del Siria durante la fase de transición y le atribuyó "las funciones de la presidencia de la República Árabe Siria", entre las que destacó su papel como representante del país en foros internacionales.

En su declaración, reproducida por el canal de televisión oficial SyriaTV, agregó que estas funciones ya están en vigor y se extenderán "hasta que se adopte una constitución permanente", y detalló que, con este cargo, Al Sharaa debe "formar un consejo legislativo interino para la fase selectiva".

Extinción de las facciones militares

Entre las medidas anunciadas por Abdelgani se encuentra también la disolución de las facciones militares para su integración en las instituciones del Estado con el objetivo de constituir un Ejército común bajo el mismo mando.

Sin embargo, no aclaró si esta disolución afecta también al Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), facción dirigida por el recién designado presidente para la transición de Siria, Ahmed al Sharaa, y que lideró la ofensiva que acabó derrocando el régimen de Bachar Asad.

Con esta integración, la nueva administración siria cumple también con el propósito de obtener el monopolio de las armas e impedir que milicias o agrupaciones tengan acceso a ellas.

La decisión de acabar con las milicias viene en paralelo a la disolución del Ejército del régimen de Bachar Asad y de todos los cuerpos de seguridad vinculados a él con el objetivo de formar nuevas instituciones y enterrar los vestigios del depuesto presidente.

Fin del histórico Partido Baaz

La formación de Bachar Asad fue blanco directo de las nuevas autoridades sirias, que ordenaron su disolución, si bien el propio partido anunció el pasado mes de diciembre el cese de sus actividades "hasta nuevo aviso" tras la caída del régimen.

"Anunciamos la disolución del Partido Árabe Socialista Baaz, así como los partidos del Frente Nacional Progresista y todos los organismos y comités a los que pertenecen y se prohíbe que se vuelvan a formar bajo cualquier otro nombre", dijo Abdelgani.

Fundado en 1947 por los nacionalistas Michel Aflaq y Salaheddine Bitar, el Baaz defendía una unión panárabe bajo el estandarte del socialismo árabe. Sin embargo, en Siria, la formación acabó bajo control de la familia Asad, desde el golpe de estado de Hafez al Asad en 1970.

Tras la muerte de Hafez al Asad, su hijo, Bachar Asad, tomó las riendas del partido hasta su huida de Siria el pasado 8 de diciembre.

Con estas medidas, la nueva administración siria busca enterrar los vestigios del régimen de Al Asad para reconstruir el país desde sus cimientos, sin influencias del régimen anterior, en un proceso de transición de duración indeterminada, pese a que Al Sharaa apuntó en una entrevista televisada que la organización de elecciones podría demorarse hasta cuatro años.