La historia va a dar la razón a Steve Bray, conocido como Mr Stop Brexit, el activista liberaldemócrata que ha mantenido sus protestas contra la salida del Reino Unido de la UE incluso bajo el gobierno del laborista Keir Starmer. Cinco años después de que se implementase el Brexit, el 55% de los británicos cree que fue un error dejar el club comunitario. Solo el 11% piensa que el proceso ha sido un éxito.

El desgaste político, económico y social que ha sufrido el país es evidente para cualquiera que viva en Reino Unido, o incluso que vaya de visita. Lo que mejor se ha salvado ha sido la City, que sigue ligada a Londres sin experimentar la fuga masiva de empleos que se preveía.

Pero el país se ha escorado hacia el extremismo por la derecha con Nigel Farage como embajador de Trump y el Partido Conservador en caída libre. En los sondeos Farage ya está empatado con los tories o incluso un punto por delante. Económicamente se estima que el PIB se ha resentido hasta un 4%. Y las trabas a la entrada de europeos han llevado a un desembarco de inmigrantes de otras partes del mundo.

"Hay una percepción negativa sobre cómo se gobierna el país. La caída del gobierno de Rish Sunak fue aparatosa y había ilusión con Keir Starmer pero ha sido un arranque my duro con recortes importantes en gasto. ¿Todo esto para qué?, se preguntan los británicos. El problema no era el gobierno, creen ahora. Hay una sensación generalizada de crisis generacional. Se ve el declive de la economía", explica Enrique Féas, investigador principal en el Real Instituto Elcano.

Del referéndum a la salida efectiva

El Big Bang tuvo lugar el 23 de junio de 2016, cuando el referéndum sobre el Brexit se saldó con un 52% de votos a favor de la salida y un 48% por la permanencia. Allí empezó la incertidumbre, el factor que más daña a una economía. En Irlanda del Norte y Escocia querían quedarse en la UE y no pudieron. Desde entonces la cohesión británica es un mito. O lo es más que antes.

Fue el 31 de enero de 2020 cuando se ejecutó el Brexit. Por el camino se quedaron varios primeros ministros conservadores. David Cameron dimitió por el triunfo de la salida. Su sucesora, Theresa May, resistió hasta julio de 2019. Entonces logró su sueño de ser el inquilino del 10 de Downing Street Boris Johnson, que era primer ministro cuando se implementó el Brexit hace cinco años. A Johnson le sucedió la efímera Liz Truss y luego llegaría Rishi Sunak, quien perdió las elecciones de la primavera pasada frente al laborista Keir Starmer.

La encuesta realizada por YouGov con motivo de este aniversario no deja lugar a dudas: solo tres de cada diez británicos (30%) dicen ahora que fue correcto que el Reino Unido votara a favor de abandonar la UE, frente al 55% que dice que fue un error que el país votara a favor del Brexit en 2016. Es la proporción más baja de las registradas por YouGov en sondeos realizados después del referéndum.

Entre los británicos que afirman que el Brexit ha sido una equivocación, el 63% piensa que estaba destinado a fracasar de una u otra manera, mientras que el 27% sostiene que no ha sido bien ejecutado.

Los británicos más jóvenes, aquellos que no pudieron votar en el referéndum de 2016, son aún más contundentes. Tres cuartas partes de los jóvenes de 18 a 24 años (75%) dicen que el Reino Unido se equivocó al votar a favor de abandonar la UE, frente a solo uno de cada diez (10%) que dicen que adoptó la decisión correcta.

Declive en la inversión

El impacto negativo en la economía se cifra en al menos un 4% del PIB. El Centre for European Research estimaba en 2022 que la salida de la UE ha hecho que el Reino Unido tenga un PIB un 5,5% inferior, un 7% menos de comercio de bienes y un 11% menos de inversión extranjera. 

Según Enrique Féas, lo que produce el Brexit es un declive que lleva tiempo. "La inversión lleva cayendo desde 2015 por las incertidumbres. No es tan fácil regular distinto. El comercio también ha sufrido porque es más complicado exportar a Europa y muchos ya no lo hacen. Pero la inversión internacional no se recupera porque siguen hablando de lo que van a cambiar y esos anuncios de cambios que no se concretan posponen las decisiones de invertir. Desde 2015 se ha invertido muy poco y así el crecimiento termina por caer".

Con el Brexit, el Reino Unido se pegó un tiro en el pie, ya que dificultó el comercio con su mejor socio, que a la vez era el más cercano. La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, da en el clavo: "Anunciamos que abandonaríamos la Unión sin un plan de crecimiento fuera de la UE".

El Brexit se vendió a los británicos como la forma de recuperar la soberanía, el control de las fronteras, y la manera de evitar la excesiva regulación comunitaria. Así, por ejemplo, los pescadores podrían capturar más, pero no les dijeron que sería mucho más difícil venderlo a los europeos, por ejemplo. Según un informe de Politico, en los primeros meses del Brexit, en 2020, las exportaciones de productos de mar británicos cayeron un 83%.

No es de extrañar que los empresarios británicos crean abrumadoramente que la recuperación del mercado único sería beneficiosa para el Reino Unido y también reclaman la Unión Aduanera, lo que evitaría la necesidad de los certificados de origen.

Cómo 'resetear' la relación

El actual primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, habló desde el primer momento de su intención de "resetear" la relación con la UE. El Reino Unido quiere renegociar todo lo que dificulta su comercio pero desde Bruselas plantea de partida devolver la libre circulación a los jóvenes europeos. Beneficiaría a los jóvenes británicos también, muy críticos con el paso que se dio con un referéndum que hipotecó su futuro.

"El Brexit es un problema de política nacional. No se atreven a hablar de liberalizar la inmigración con Europa porque creen que es un suicidio político. Y eso impide resetear la relación. No puede haber libre prestación de servicios sin libre circulación de personas", apunta Enrique Féas.

Para el investigador Starter y su gobierno deberían ser más pragmáticos. "La UE puede ceder algo y llegar a un acuerdo como el que tiene con Suiza. Si realmente el problema es el Tribunal de Justicia y la excesiva regulación se podría avanzar. Pero Starter ya se cierra en banda a hablar del libre movimiento de estudiantes. El problema es que ese reseteo está contaminado por el populismo. Y es una lástima porque el Reino Unido es un aliado europeo que ha sido ejemplar con Ucrania, que tiene una economía fuerte y que es militarmente fuerte".

Sería ventajoso para Europa y para el Reino Unido en momentos tan turbulentos como los que vivimos. Starmer debería actuar pensado en el futuro de esos jóvenes británicos que nunca quisieron el Brexit y por el bien de un país que no puede dejarse llevar por mensajes falaces alentados por el populismo. Es lo que pasó con aquel referéndum.