Es un referente para cualquiera que desee entender el mundo de hoy. Timothy Snyder (Ohio, 1969) es catedrático en la Universidad de Yale especializado en Europa Central y Oriental. Ha sido una de las voces que más alto y más firme ha clamado contra la invasión rusa de Ucrania. Acaba de publicar en España Sobre la libertad (Editorial Galaxia Gutenberg). Hemos dejado de ser conscientes de que "es el valor que hace posible los demás valores". En la Fundación Rafael del Pino de Madrid ha expuesto las líneas maestras de su obra.

"La libertad tiene que ver con lo bueno en lo que creemos y hacemos. No tiene que ver con certezas", explica Snyder, quien reivindica "la soberanía frente a la autonomía individual, la imprevisibilidad como poder adaptar las regularidades físicas a nuestros fines personales; la movilidad o capacidad de desplazarse a través del espacio y el tiempo conforme a unos valores; la objetividad o la comprensión del mundo que nos permite cambiarlo; y la solidaridad, como el reconocimiento de que la liberad es para todos".

"El gobierno debe servir a la libertad, es decir, hacer posible que el individuo tenga las mejores opciones posibles", señala Snyder, a quien le parece equivocado que forzosamente se asocie la palabra "intervención" a "gobierno" y viceversa. "La libertad es positiva también políticamente. Es lo que justifica los gobiernos. En EEUU hay tensión entre el gobierno y la libertad. Pero no debería ser así. El test para un gobierno es si crea las condiciones para que la gente sea libre".

La alusión a Estados Unidos, su país de origen, ha sido inevitable. La revolución que está realizando Donald Trump y su mecenas, Elon Musk, en nombre de la libertad, ha sido diseccionada por Snyder. "En EEUU un pequeño grupo de jóvenes que trabajan para Elon Musk han entrado en las oficinas federales y se han hecho con el control del gobierno, incluso con los pagos. Si no se puede pagar, el Congreso deja de tener poder y tampoco los ciudadanos. Muchas leyes en EEUU están perdiendo su sentido. En EEUU vivimos un golpe de Estado. Y es posible porque los perpetradores trabajan para un amigo del presidente y no van armados".

La libertad negativa

El profesor de Yale apunta que el concepto de libertad negativa, que es el arraigado en Estados Unidos, ayuda a explicar lo que está sucediendo. "Todo lo que viene del gobierno es negativo. El ciudadano se coloca contra el gobierno por el mero hecho de que es gobierno, aunque haga algo que le beneficia. Por ejemplo, Musk ha hecho que los ciudadanos no puedan pagar los impuestos por sí mismos como hasta ahora. Cuando describe lo que ha hecho dice que este servicio era gubernamental y te decía lo que había que hacer. Para Musk es mejor que una empresa te haga la declaración porque estas compañías no te oprimen, mientras que el gobierno sí. Es la lógica de este oligarca", relata.

Si seguimos esta línea argumental de Snyder, es posible entender la lógica de Musk. "Si la libertad es algo que nos coloca contra algo, los seres humanos son entidades que sortean barreras y es el oligarca el que señala contra quién hemos de liberarnos: los inmigrantes, los hechos... Es una idea que deriva en fascismo. Si no hay humanidad, se destruye el gobierno, y el ser humano acaba destruido".

Así explica Snyder cómo en el mundo de Musk no hay derechos humanos que deban respetarse. "El ciudadano se ha deshumanizado y no tiene derechos. Ahora Elon Musk tiene los datos de todos y no viola sus derechos porque los ciudadanos se han cosificado", apunta el autor de Sobre la libertad. "EEUU está destruyendo su gobierno que está siendo manejado por un oligarca y sus amigos".

La 'desocupación' frente a la liberación

Para entender mejor lo que es la libertad se ha referido a otro concepto clave: la liberación en contraste a la desocupación. En Auschwitz los campos no fueron realmente liberados el 27 de enero. Ese día echaron a los nazis pero los supervivientes tardaron en ser conscientes de lo que era ser libres.

De la misma forma, en Ucrania hay pueblos que han sido desocupados, pero no serán libres hasta que sus habitantes no pueda tener opciones de disfrutar de la educación, de una vivienda en condiciones, de la posibilidad de reencontrarse con los suyos. "Cuando los ucranianos hablan de desocupación se refieren a la expulsión de los rusos, pero no es lo mismo que liberación. Hasta que la vida vuelva a ser un camino de posibilidades no habrá liberación. No por vencer al mal un pueblo se ha liberado. Cuando la escuela sea una escuela habrá libertad".

Libertad frente a totalitarismo

La libertad es presencia de bien. "Hay muchas cosas buenas: la belleza, la justicia, el amor, la integridad. No solo hay algo bueno. Hay muchas. En el mundo moral hacemos elecciones subjetivas. No se pueden comparar o medir. En la libertad negativa no entran en juego aspectos del mundo moral. No hay valores. No puedes hablar de libertad positiva sin ética".

Y desde esa concepción ha rechazado toda concepción de la libertad basada en una sola idea. "Es terrible si tienes solo una idea de lo que debe ser la sociedad. Conduce al totalitarismo. Hay muchas cosas buenas y el individuo ha de elegir cuáles son las prioridades", ha señalado Snyder. "Ni es bueno que haya que acabar con la propiedad privada ni lo es deificar el capitalismo", ha dicho en referencia a lo que ocurrió en 1989, tras la caída del Muro de Berlín.

Lamenta Snyder cómo la libertad es un concepto del que se ha adueñado la derecha y la extrema derecha en su país. Cuando, por ejemplo, la libertad de expresión nace para proteger al que no tiene poder frente al poderoso. Ahora sucede lo contrario.

Confiesa que su objetivo en Sobre la libertad es definir qué es la libertad filosóficamente con sus implicaciones políticas. "Los liberales en los 90 y 2000 creían que la libertad era la ausencia de intervención estatal. Pero si piensas que la libertad te será concedida por capitalismo, historia, no vas a ser libre. La libertad es un proceso. Ninguna etiqueta política puede capturar la libertad", ha señalado. Y parafraseando a su maestro, el polaco Kołakowski, autor de Cómo ser un socialista conservador liberal. Un credo. "Los conservadores aciertan al reivindicar los valores, los liberales al ensalzar la libertad como núcleo, y los socialistas cuando apuntan que esa libertad ha de conquistarse de forma colectiva. Todos pueden tener razón, pero ninguno la tiene por separado".