Cuando los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, Shamsia Hassani dejó atrás su Kabul natal para poder continuar con su carrera artística. Recorrió medio mundo decorando las calles con sus grafitis para ser la voz que le arrebataron a las mujeres afganas. "El personaje de mis murales asume diversos papeles: a veces es una combatiente, otras una refugiada sin futuro. A veces busca la paz, otras asume el papel de alguien sin identidad. A veces se pierde en sus sueños, otras se siente abrumada por el dolor y la tristeza", relata Hassani.

El trabajo de Shamsia Hassani

"Elegí utilizar la técnica del grafiti porque podía ser una herramienta con la que transformar los muros devastados por la guerra de mi ciudad [Kabul]; los colores ocultarían las historias del conflicto, permitiendo a la gente ver imágenes nuevas y edificantes en lugar de agujeros de bala y grietas", describe la artista. "El público del arte callejero incluye a todo el mundo. Les guste o no, ven el mural y este pasa a formar parte de la vida cotidiana de la ciudad y sus habitantes. Con el tiempo, el arte se incrusta en la mente de la gente y no se olvida", añade.

Shamsia Hassani narra cómo muchas personas la dicen que sus obras son muy repetitivas: "En mi opinión, ninguno de ellas es similar. Cada una trata de una emoción diferente, está relacionada con un tema diferente y se crea por diferentes razones". Manifiesta que su inspiración es "la realidad de mi vida. Estoy afectada e influenciada por mi entorno, en este caso lo que sucede en mi país, y eso es lo que me inspira".

Las redes sociales ha jugado un papel fundamental en la difusión de las obras de Hassani: "Aunque vivas en un rincón remoto del mundo, podrás acceder a mi arte y compartir tu opinión, lo cual es asombroso". No obstante, la artista confiesa que a veces se le quitan las ganas de dibujar, ya que cree que a mucha gente a la que le da voz nunca le ha importado su arte: "Rara vez veo a afganos que me sigan o aprecien mi trabajo. Eso me duele, porque siento que no valoran mi arte ni que les de voz" "La mayoría de los afganos, con o sin estudios, no creen en el arte ni en su poder", apostilla.

Las obras de Shamsia Hassani giran en torno a las mujeres y su destino, ya que son las personas que más penurias sufren en Afganistán, así como a "quienes abandonaron su patria sin querer, dejando atrás su alma, como hice yo". En una conversación con El Independiente admite haber sentido miedo al grafitear en las calles de Kabul: "Durante años, antes de la caída de Kabul, los talibanes hicieron notar su presencia con atentados y ataques suicidas. Esta situación generó problemas de seguridad en las calles, por lo que era arriesgado estar fuera de casa, sobre todo salir a crear murales sobre mujeres". La artista señala también que, en muchas ocasiones, ha recibido insultos mientras dibujaba. Esto lo justifica por la situación que se vivía en Afganistán: "la gente nunca tuvo la oportunidad de pensar en el arte, ya que estaban preocupados por seguir vivos y encontrar la manera de sobrevivir en tiempos difíciles, por lo que entiendo ese 'rechazo' a mis obras".

Afganistán, una 'cárcel' para las mujeres

Shamsia Hassani huyó de Afganistán poco tiempo después de que los talibanes llegasen al poder. La artista explica que, cuanto residía en Afganistán, pintaba instrumentos musicales en algunos de sus personajes, porque "la música era su voz". Pero después, "las mujeres de mis pinturas empezaron a estar privadas de esa música, por lo que ahora tocan instrumentos rotos". "Su corazón, esperanza y voz se han roto, como me pasa a mí y a decenas de miles de mujeres. A pesar de todas estas tragedias, mi inspiración es la resistencia de las mujeres ante los talibanes", afirma. 

"Las mujeres afganas viven en condiciones extremadamente difíciles, privadas de sus derechos humanos básicos", denuncia la artista. Esto se refleja en que un 8% de hombres afirme conocer al menos a una mujer o niña que se ha intentado suicidar desde agosto de 2021, según datos de la ONU. Por si fuera poco, el 21 de agosto de 2024, las autoridades de facto de Afganistán anunciaron la ratificación de una 'Ley de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio', que impone amplias restricciones a las mujeres afganas. Esta norma refuerza significativamente el ya de por sí severo recorte de los derechos de las mujeres y niñas afganas, e incluye la obligación de que estas se cubran todo el cuerpo y el rostro, y les prohíbe hablar en público. Entre todas las restricciones y desafíos, la cuestión más preocupante para la artista es la difícil situación de las niñas de la nueva generación. "La falta de educación y libertad ha sumido a estas niñas en un metafórico agujero negro", lamenta.

Al ser preguntada por el si piensa regresar a Afganistán en un futuro, Shamsia Hassani es contundente: "No pienso en el futuro, de hecho he perdido todos mis sentidos y motivación para pensar en el futuro. Sólo me centro en mi presente". Reconoce que solo es capaz de imaginar un "mundo en el que los sueños de nadie mueran".