Cuando en las primeras conversaciones entre las delegaciones estadounidense y rusa en Riad, los americanos han pedido una moratoria para que el Kremlin deje de atacar infraestructuras energéticas en Ucrania por su impacto en los civiles, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, ha respondido: "No atacamos infraestructuras que abastecen a los civiles sino a los militares ucranianos". Lavrov lleva 21 años como jefe de la diplomacia del Kremlin y es un maestro de la desinformación. Con Lavrov tiene que lidiar Marco Rubio, el recién nombrado secretario de Estado de la Administración Trump, que apenas lleva un mes en el puesto y antes era senador por Florida.
El primer encuentro de alto nivel de estadounidenses y rusos desde hace tres años ha servido para avanzar en el deshielo entre las dos potencias, iniciado por la llamada de Donald Trump a Vladimir Putin el pasado 12 de febrero. Ha sido un primer paso, pero el contraste entre las dos delegaciones, por el lado ruso experimentados funcionarios con gran conocimiento de Ucrania y de las pretensiones americanas, como Yuri Ushakov y Kirill Dmtriev, y por el otro, recién designados cargos al servicio de Trump, como Tim Waltz y Steve Witkoff, confirman la tesis de que se está preparando una capitulación que pasará a las páginas más negras de los libros de Historia.
Sobre el papel en este primer encuentro solo se han puesto de acuerdo en seguir buscando cómo ponerse de acuerdo. Primero EEUU y Rusia han de poner de nuevo marcha con pleno funcionamiento las embajadas, por ejemplo. Pero todo puede ir muy rápido. Aún no han fijado la cita entre Putin y Trump, pero los dos, como si fueran dos enamorados que han hecho match en Tinder, tienen ganas de consumar su amor.
Una nueva arquitectura de seguridad europea
Putin, que como ex agente de la KGB sabe bien sobre la psicología de sus interlocutores, está convencido de que Trump está dispuesto a todo, es decir, a vender Ucrania por una foto en la que quede retratado como forjador de la "paz". El líder ruso ve esta obsesión del presidente americano como una oportunidad para que acepte rediseñar la arquitectura de seguridad europea.
Si a la vez arranca en las condiciones que en Ucrania convoquen elecciones para deshacerse de Zelenski, habrá logrado una victoria que vender a los rusos. Luego ya se ocupará de que caiga Zelenski, de colocar a un títere y de seguir la tarea con los Bálticos cuando se queden sin el paraguas de EEUU.
Lavrov, en su comparecencia ante los medios, dejó claro que Rusia no acepta que Ucrania se integre en la OTAN, lo que ya dan por hecho los americanos de partida. Y fue más allá. Lavrov dijo: "La presencia de tropas de países de la OTAN, sean cuales sean sus banderas, no cambia nada. Sería inaceptable para nosotros". Es decir, no quieren que Ucrania tenga garantías de seguridad, fundamentales para que la paz sea duradera.
Cómo dar garantías de seguridad a Ucrania
Por esta razón, no es baladí el debate sobre el envío de tropas de países europeos de la OTAN a Ucrania. En primer lugar, sería un mensaje contundente para que Trump supiera que el compromiso europeo con Ucrania es firme. Y en segundo lugar es imprescindible para que los ucranianos no quedaran expuestos a ver repetido el 24 de febrero de 2022 poco después de la escenificación de la paz de Putin y Trump.
Quienes han entendido que hay que lanzar un mensaje que combine la firmeza con la diplomacia son el británico, Keir Starmer, y el francés, Emmanuel Macron. Reino Unido y Francia son conscientes de que si no dan las garantías de seguridad los europeos, ¿quién lo hará?
Al dar un paso adelante quieren ganar a su vez la confianza de Trump para que los soldados americanos no salgan de Europa y se queden como última protección en caso necesario. También dicen estar dispuestos a estudiarlo daneses, holandeses y suecos. Los bálticos son receptivos. Alemania y Polonia lo descartan. También España lo ve prematuro. Pero todo lo que concierne a Ucrania después de la entente creada por Putin y Trump es urgente. Y para ello quieren un sitio en la mesa, como lo demandan para Zelenski. Marco Rubio ha admitido en Riad que los europeos participarán en algún momento, ya que han impuesto sanciones a Moscú.
Tras la reunión de París, el primer ministro polaco, Donald Tusk, argumentó que nadie esperaba que participara en la misión de mantenimiento de la paz en Ucrania. Sin embargo, la verdad es otra. Los estadounidenses han enviado preguntas precisas a los aliados europeos sobre el asunto: "¿Está su país dispuesto a desplegar sus tropas en Ucrania en el marco de una misión de mantenimiento de la paz? ¿Dónde deberían desplegarse estas fuerzas y durante cuánto tiempo? ¿Qué acciones deben preparar Estados Unidos y los países aliados y socios en caso de que Rusia ataque a estas fuerzas?".
Fuentes diplomáticas francesas han explicado al diario Le Monde que Macron ha impulsado en las últimas semanas la creación de un "núcleo duro" de fuerzas de mantenimiento de la paz, formado por fuerzas francesas, británicas y polacas. Así lo mencionó abiertamente el lunes el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noel Barrot. Según esta visión, la fuerza de mantenimiento de la paz constaría de 25.000 efectivos y se situaría en la retaguardia del frente, detrás de las tropas ucranianas. Su credibilidad dependería en particular de la participación de las dos potencias nucleares, Francia y Gran Bretaña. Pero Tusk, por motivos electorales, descarta que los soldados polacos participen.
En busca de puentes con Trump
Macron y Starmer han dado un paso adelante con su disposición a enviar soldados una vez firmado el alto el fuego, siempre mejor con la protección de EEUU, y a la vez mantienen la mano tendida a Donald Trump. Macron habló con el presidente de EEUU antes y después de la cumbre de París, como también lo hizo con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski. A Trump le expuso cómo los europeos están avanzando para elaborar una estrategia común, pese a las divisiones sobre cómo dar esas garantías de seguridad. Starmer viaja la semana que viene a Washington. Francia y Reino Unido son las dos potencias nucleares de Europa.
Los dos mandatarios están coordinándose para que EEUU no se desvincule de Europa. Hay preocupación por las señales que han dado los primeros espadas de Trump en su reciente gira por Europa. En Varsovia, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, dijo el viernes pasado que los americanos no iba a estar en Europa para siempre.
En la conferencia de seguridad de Múnich, el vicepresidente, JD Vance, dio un rapapolvo a los europeos a los que trató como si fueran dictadorzuelos tercermundistas y se inmiscuyó en la carrera electoral alemana sin complejos al recomendar que no gobernaran con cordones sanitarios contra un partido que alberga a neonazis en sus filas. Este detalle se le olvidó comentarlo.
Un plan europeo para Ucrania
La ayuda militar y humanitaria de Estados Unidos a Ucrania pende de un hilo. ¿Qué pasará entonces? Los europeos trataron en la cumbre de París sobre cómo reforzar y sustituir la ayuda estadounidense. Los líderes convocados por Macron saben que urge aprobar un paquete de ayuda, que probablemente se anuncie la semana que viene. "Tendrá una envergadura nunca vista", ha dicho este martes la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock. Se llamará "paquete de ayuda para la seguridad de Europa" y puede llegar a los 700.000 millones de euros, según el ex jefe adjunto del Ministerio del Interior ucraniano Anton Gerashchenko.
Desde el estallido de la guerra a gran escala en Ucrania hace tres años, EEUU ha proporcionado a los ucranianos 64.000 millones de dólares en ayuda militar y Europa 62.000 millones de euros.
Estos días se debate agitadamente cómo financiar una ayuda tan ingente. Macron propuso repetir el mecanismo utilizado para el paquete de recuperación tras la pandemia: la comunitarización de la deuda de la UE. De este modo, sería posible contraer enormes préstamos garantizados por la Unión Europea a tipos de interés relativamente bajos. El canciller Olaf Scholz, presente en la reunión, se opuso enérgicamente a esta idea. Y también el primer ministro holandés, Dick Schoof.
Otra solución consiste en excluir los gastos de defensa de las cuentas de la deuda pública y el déficit presupuestario. Esta solución ya fue anunciada el viernes por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Incluso Scholz, cuyo país mantiene unos límites de gasto presupuestario extremadamente restrictivos, está abierto a ella.
Sin embargo, París no logró crear la impresión de unidad entre los líderes europeos frente a la toma de control de toda Ucrania por parte de Putin. A la división por el envío de tropas se sumó que Giorgia Meloni, primera ministra italiana, dio señales de sentirse incómoda e incluso defendió el discurso de JD Vance. Meloni sería una pieza fundamental para trata de convencer a Trump sobre el verdadero talante de Putin.
Zelenski contra los ultimátum
Quien también sabe que no tiene tiempo que perder es Volodimir Zelenski, quien se ha encontrado este martes con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, quien le ha mostrado su apoyo en la defensa de "la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania". Ha prometido apoyo para que las negociaciones desemboquen en "una paz duradera".
"Nuestro país será un anfitrión ideal para posibles conversaciones entre Ucrania y Rusia en la próxima fase", ha indicado Erdogan, quien apoya a los tártaros, originarios de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. Erdogan ha mantenido buenas relaciones hasta ahora con Putin y con Zelenski.
Para Zelenski un aliado como Turquía es clave. Es un país de la OTAN al que tanto la Unión Europea como Estados Unidos les interesa cuidar.
A pesar de todos los contratiempos, y de que la guerra sigue su curso, con una Rusia castigando con drones a la población civil ucraniana y las infraestructuras, Zelenski se mantiene firme. "Parece que Rusia y EEUU están preparado un ultimátum a Ucrania sin Ucrania. No aceptamos el ultimátum en 2022, cuando la situación era mucho más grave y nadie nos ayudaba, y no tenemos intención de aceptarlo ahora".
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3 Comentarios
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hace 1 día
Europa no hace màs que meter la pata
hace 1 día
Ya está tardando el rusoplanista de abajo a irse al frente de Kursk con sus colegas comunistas norcoreanos a que le metan un dron ucraniano en el ojete.
hace 2 días
Me parto con los análisis de la analfabeta gacetillera golpista. Europa es una basura infecta absolutamente irrelevante y que no cuenta para nada. Veamos a sus «líderes»:
– El enano masón globalista de Macron, intentando sacar pecho de alguna acción exterior que revitalice la posición de Francia y que a la vez oculte su fracaso interno y la desaprobación del 80% de sus compatriotas.
– El cara de acelga alemán en la puerta de salida, a la espera de despeñarse unos 10 puntos en las elecciones del domingo.
– El ocultador de los casos de abusos sexuales a jóvenes en Reino Unido, Keith Starmer, cuesta abajo y sin frenos en las encuestas.
¿Van a aceptar los europeos que sus gobiernos aumenten la deuda del estado para enviar soldados británicos, franceses, alemanes, polacos, suecos, etc, a combatir y morir en Ucrania? lo dudo.
Y el pobre Zelensky, con la mitad de los ucranianos que ya no confía en él, haciendo esfuerzos para no tener que volver a su carrera de actor.
¿Qué podemos esperar de los «análisis» de una sectaria analfabeta de medio pelo?