Hablamos con el periodista Marc Marginedas apenas unas horas después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, demostrara su dignidad ante Donald Trump y su segundo de abordo, JD Vance, totalmente rendidos a la causa del líder ruso, Vladimir Putin, quien ordenó la invasión total del país vecino hace ahora tres años. El presidente de EEUU y Vance quisieron humillar a Zelenski, quien se negó a la capitulación que tienen en mente en la Casa Blanca, y esa actitud coherente con la lucha que libra su pueblo contra el invasor, crispó a los estadounidenses. Marc Marginedas acaba de publicar Rusia contra el mundo (Editorial Península), fruto de una investigación periodística de más de cinco años. Sostiene que "para desarmar a Rusia hay que desenmascararla". Es lo que pretende con su obra.

"Ya no hay dudas. Trump ha asumido la narrativa y los intereses rusos. La humillación, incluso hasta el sadismo, es muy putiniana. Hay distintas explicaciones sobre por qué actúa así. Por ejemplo, en 2008 le salvaron de la bancarrota sociedades anónimas relacionadas con Rusia. No solo es afín a Rusia sino que no defiende los intereses internacionales de EEUU. Pero estoy convencido de que no van a ganar. Que EEUU esté votando en la ONU con Rusia, Cuba, Nicaragua y Bielorrusia va contra natura. Lo que pasó en la Casa Blanca fue una encerrona de Vance, orquestada desde el Kremlin, con el fin de restar apoyos a Zelenski, y eso es típico de Moscú", señala Marc Marginedas, ex corresponsal en Moscú de El Periódico, quien ve claro que Putin no va a ceder el hemisferio americano a Trump, como pretende el americano.

Rusia contra Europa

"Putin está movido por el resentimiento hacia Europa y hacia EEUU. Es un resentimiento por haber perdido la Guerra Fría. Trump cree que ahora Putin es su aliado pero Putin no tiene aliados. En América Latina está muy bien posicionada en Nicaragua, donde los rusos pueden desplegar tropas. El presidente de El Salvador ha estado en el Foro de San Petersburgo para hablar de bitcoins, que ayuda a Rusia a evadir sanciones. Con Honduras también la relación es estrecha y su presidenta alaba a Putin.".

Nos espera una etapa muy dura en Europa con una guerra híbrida desde Rusia muy potente"

Pero el encontronazo entre el tándem formado por Trump y Vance con Zelenski en la Casa Blanca va a envalentonar a Putin. "Nos espera una etapa muy dura en Europa, de guerra híbrida muy potente. Curiosamente ahora no hay apuñalamientos en Alemania", señala el periodista. "La percepción que hay en Moscú es que están ganando y que Europa es el único escollo para expandir su modelo de gobierno criminal con fachada democrática y creen que puede hacer lo mismo en Europa potenciando a fuerzas ultraderechistas o ultraizquierdistas. Como dice Garri Kaspárov, Rusia no es un tema ideológico: es mafia, dinero y poder".

En todo caso, Zelenski, como hizo hace tres años al quedarse en Kiev y resistir frente a la invasión, se rebeló. "Entiende que no tiene tan malas cartas porque el apoyo a la causa ucraniana es mayoritario y bipartisano en EEUU. Trump no puede abandonar Ucrania así como así. Perdería popularidad. Sabe que su causa es justa. Zelenski es como Navalni. No teme porque la verdad está de su parte".

La conexión con el ISIS

Marc Marginedas tenía en mente desentrañar por qué había surgido el autoproclamado Estado Islámico desde que fue liberado tras estar en manos del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) en Siria durante 178 días, desde el 4 de septiembre de 2013 al 2 de marzo de 2014. Cuando fue apresado, en su tercer viaje al país como reportero, habló brevemente con un combatiente que era un comandante regional del ISIS a quien había escuchado conversar en ruso con acento del Cáucaso. Su interlocutor fue tajante: "Tú has entrado dos veces a Siria y te ha salido bien; pero ahora te vamos a matar". A partir de ahí empezó a tirar del hilo que conectaba a Rusia, Siria y el ISIS. En su investigación prueba cómo Putin instrumentaliza al ISIS y cómo a su vez su aliado Bashar Asad copió su estrategia en Chechenia. En Siria, Rusia no bombardeó al ISIS, que el propio líder checheno, Ramzan Kadirov, aliado de Putin, reconoció que estaba infiltrado. "Los Estados lo saben pero no lo reconocen hasta ahora porque ello implicaría una escalada con Rusia".

En Rusia contra el mundo Marginedas desvela cómo Rusia se ha convertido en el gran desestabilizador global. Los métodos violentos del Kremlin no eran desconocidos en Europa y EEUU. "Estamos en un punto de inflexión. La perversidad del régimen ruso ya es evidente. Ha habido un proceso de empoderamiento en Putin. Llegó al poder gracias a una serie de atentados y a partir de ahí fue creciendo. Todos los políticos que miraron a otro lado, como Clinton o Albright, trasladaron el problema a las generaciones posteriores. La responsabilidad recae en quienes no entendieron que Rusia no había cambiado. Para que cambie ha de desaparecer la KGB. Es un Ejército con el que Occidente no puede competir porque sus servicios secretos se atienen a las leyes. Es un Estado paralelo".

Cómo desarticular la propaganda rusa

¿Cómo tratar con Rusia entonces? "Sobre todo, hay que tomar conciencia de lo que es Rusia. Para mi el libro es una especie de liberación. En estos momentos tan críticos de la historia mundial como los que vivimos hay que entender cómo funciona Rusia. La propaganda y la desinformación rusa se desarticula exponiendo cómo funciona. En España los corresponsales hemos hecho una gran labor para impedir que se impusieran las narrativas prorrusas, que encarnan en la derecha Pedro Baños y en la izquierda Canal Red. Se han quedado en los márgenes con una capacidad de influencia limitada".

Rusia ahora es un régimen gangsteril de gente dispuesta a cooperar con terroristas"

Sin embargo, desvela en el libro cómo parte de la diplomacia española ha hecho el juego a Rusia, como es el caso del ex ministro José Manuel García Margallo, o quien fuera embajador en Moscú Fernando Valderrama Pareja. Señala Marginedas que Margallo, incluso en plena época de la injerencia rusa por el referéndum ilegal en Cataluña, hablaba de Rusia como un aliado, "cuando el Kremlin daba pruebas de que no era aliado de España porque había emprendido maniobras de desestabilización".

No cree que haya que considerar a Rusia un Estado paria, sino que hay que entender cómo funciona. "Son gente dispuesta a llegar a pactos con terroristas y a cooperar con terroristas. Se guían por criterios de crimen organizado. Las detenciones de ciudadanos extranjeros en Rusia son tomas de rehenes. Ejecutan a los disidentes casi de forma teatral, envenenamientos, derribos de avión como con Prigozhin. Es un régimen gangsteril. La situación se puede gestionar si entendemos a quién tenemos enfrente".

Giros inesperados

Marginedas es optimista. "La reacción de Europa está siendo muy buena", sostiene el periodista, quien considera que una señal de que va por el buen camino es porque la propaganda rusa "se está cebando" con ella. Putin ha instado a los cargos del FSB a atacar Europa.

"Poco antes de los Juegos Olímpicos de París todavía Macron confiaba en que era posible la cooperación antiterrorista con Rusia. Eso ya es pasado. En el Parlamento Europeo hay una conciencia muy potente. El 80% apoya a Ucrania. Ya no hay medias tintas. Una vez que han caído las caretas ya no se puede hablar de entendimiento con Rusia. Ya hemos visto el apoyo que está recibiendo Zelenski en Europa. Y los partidos que se asocien con Elon Musk y Trump van a perder apoyo electoral y van a quedar en evidencia las contradicciones de la izquierda más desfasada. Ya muy pocos defienden el apaciguamiento".

Rusia no está ganando: ha perdido Siria y el nivel de bajas rusas en Ucrania es enorme"

También apunta que puede haber "giros inesperados" en Rusia, como ha pasado en Siria. "En Rusia hay muchísimo talento y eso se ve en el periodismo de investigación. Esa es la Rusia verdadera. Anastasia Kirilenko, de The Insider, es un ejemplo que me ha ayudado mucho. El día en que la propaganda se retire aparecerá ese país tan talentoso. Se dice que el apoyo activo a Putin no supera el 15% y eso se vio en el avance de Prigozhin hacia Moscú. Con la propaganda elevan el precio de la crítica, intimida y da impresión de mayor fortaleza de la que se tiene. Rusia no está ganando la guerra. Ha perdido Siria, que era muy importante para recuperarse como superpotencia. En Georgia sigue habiendo manifestaciones. El nivel de bajas rusas para avances mínimos es enorme. Las cocas no van como querría Putin. Ucrania no está perdiendo. Lleva tres años resistiendo frente a un enemigo infinitamente superior".