La justicia marroquí ha impuesto penas de cárcel contra dos activistas locales por sus críticas al régimen alauí, en una muestra más de la represión contra las libertades públicas que denuncian repetidamente las organizaciones de derechos humanos internacionales en el país vecino.

El primero de los casos afecta al economista Fouad Abdelmoumni, una de las voces más valientes de la disidencia marroquí que aún permanece en el país. Abdelmoumni fue víctima del espionaje de Pegasus, tal y como relató él mismo en El Independiente. Fue detenido brevemente el pasado octubre horas después de que Enmanuel Macron concluyera tres días de viaje de Estado a Rabat por las críticas lanzadas por el activista contra las autoridades locales. “Francia, que ve declinar su posición entre todas las naciones, no querría ceder al chantaje de un Estado débil que utiliza todos los medios de presión a su disposición, incluido el espionaje”, denunció entonces Abdelmoumni.

El pasado lunes el tribunal de Primera Instancia de Casablanca le condenó por "difundir información falsa". Abdelmoumni, coordinador del Grupo Marroquí de Apoyo a los Presos Políticos (HIMAM), ha asegurado a este diario que agotará todos los recursos a su alcance. Actualmente se halla temporalmente fuera del país. En noviembre, en declaraciones a El Independiente, el activista confirmó su intención de resistir. “Siempre tenemos miedo. Sabemos que siempre estamos al límite. La transformación pacífica de un estado y de un país desde la autocracia a la democracia significa que necesitas que la gente desafíe el viejo comportamiento, la vieja cultura, los intereses de los gobernantes, y que los desafíen de una manera que podría interpretarse como salirse de la ley”, deslizó.

Abdelmoumi ha sido condenado también a pagar una multa de 2.000 dirhams (unos 190 euros). En su informe anual publicado el pasado enero, Human Rights Watch (HRW) denunció la represión de disidentes en Marruecos y puso como ejemplo el caso de Abdelmoumni, acusado de "insultar a instituciones, ultraje a una autoridad pública y difundir información falsa de un delito ficticio".

Abdelmoumni, que fue director de la ONG anticorrupción Transparencia Marruecos y miembro del partido Alianza de la Federación de la Izquierda, es un conocido defensor de derechos humanos, una de esas pocas voces que en Marruecos han resistido a la difamación continua de los medios de comunicación oficialistas o propiedad del aparato policial y al hostigamiento judicial.

Un año por denunciar la negligencia de Marruecos durante el seísmo

En otro caso, el Tribunal de Apelación de Marrakech ha actualizado al laza la pena de cárcel contra el también activista Said Ait Mahdi, que preside una asociación de víctimas del terremoto de Marruecos de 2023. Condenado inicialmente a tres meses, el nuevo fallo la eleva a un año. Está acusado por las autoridades de "difamación" tras denuncia la gestión del régimen alauí en la reconstrucción del seísmo.

En su cuenta de Facebook, su abogado Mohamed el Ghalloussi ha añadido que otros dos acusados, absueltos en primera instancia, han sido condenados este miércoles a cuatro meses de prisión respectivamente, informa Efe.

Ait Mahdi fue arrestado el 23 de diciembre en virtud de las denuncias de tres funcionarios marroquíes. Le acusaron de "difundir alegaciones y hechos falsos", "difamación", "ultraje a una institución organizada", "ultraje a funcionarios públicos durante el ejercicio de su función", "agredir a un funcionario público por ejercer su función" e "instigar a cometer un delito mediante un medio electrónico público".

El terremoto del 8 de septiembre de 2023 -de magnitud 6,8- causó la muerte de casi 3.000 personas y la destrucción de 55.000 hogares en varias provincias en las montañas del Atlas. Un año después, muchas de las víctimas denunciaron la falta de asistencia gubernamental en una gestión que dejó al desnudo los abismos que separan el Marruecos urbano del rural.