"Europa se enfrenta a un peligro existencial y debe ser capaz de defenderse". Ursula Von der Leyen ha lanzado este mensaje al inicio de la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo a la que ha sido invitado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. El plan es que Europa se rearme y que incremente su ayuda a Ucrania. "Gastar, gastar, gastar". Esa sería la idea, en palabras de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Los Veintisiete han aprobado las iniciativas para reforzar su defensa, y la relajación del déficit para que los gobiernos tengan margen para invertir. Sin embargo, Hungría ha rechazado firmar la declaración para seguir ayudando militarmente a Ucrania. Pero lo que se percibe es que Francia lidera y Alemania vuelve, frente a una Rusia amenazante y su nuevo cómplice, los EEUU de Donald Trump.

Los líderes europeos han respaldado un nuevo texto sobre la necesidad de que los países europeos aumenten su gasto en defensa, comprometiéndose a "acelerar la movilización de los instrumentos y la financiación necesarios para reforzar la seguridad de la Unión Europea y la protección de nuestros ciudadanos".

El bloque resuelve desbloquear nuevos fondos "garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad de la deuda, para facilitar un gasto significativo en defensa a nivel nacional en todos los Estados miembros". También pide a la Comisión Europea que "proponga fuentes de financiación adicionales para la defensa a nivel de la UE, incluso mediante posibilidades e incentivos adicionales ofrecidos a todos los Estados miembros". Sin embargo, cada Estado sigue yendo por su cuenta. Aún así, hay un cambio de paradigma: los europeos son conscientes de la amenaza rusa y van a inverir en defensa como nunca antes.

Zelenski no está solo, pero Orbán se aparta

El presidente ucraniano ha mantenido una conversación con los líderes europeos durante más de hora y media a los que ha agradecido que "no dejen solos a los ucranianos". También ha sido recibido por el rey Felipe de Bélgica, en una muestra más del apoyo europeo a su causa. Ni el rey Carlos de Inglaterra, con quien estuvo Zelenski el domingo, ni Felipe de Bélgica, han objetado nada a la indumentaria del ucraniano, al contrario del equipo de Donald Trump, quien en la Casa Blanca le reprocharon que no llevara traje. El martes próximo van a reunirse las delegaciones de EEUU y Ucrania en Riad.

Al término de su encuentro con los Veintisiete Zelenski ha divulgado una declaración en sus redes sociales. "Los ucranianos quieren realmente la paz, pero no a costa de renunciar a Ucrania. La verdadera cuestión para cualquier negociación es si Rusia es capaz de renunciar a la guerra. Hay que estar seguros de que Ucrania compartirá todos los detalles de los planes de paz y del proceso de conversaciones con toda Europa. Todas las naciones europeas que ayuden deben estar a bordo en el camino hacia la paz", ha indicado Zelenski, quien ha insistido en que es clave comprobar que Rusia no engaña. Ha añadido que la prioridad será que haya un alto el fuego en cielo y aire, incluido el cese de operaciones en el mar Negro.

En un texto de cinco puntos, los 26 países miembros afirman que no puede haber negociaciones sin la participación de Kiev; que Europa debe tener un sitio en la mesa; que una tregua debe ser precursora de un acuerdo a largo plazo; que Ucrania debe tener garantías de seguridad; y que debe respetarse su integridad territorial.La declaración también resuelve reforzar el apoyo financiero y militar a Ucrania y endurecer las sanciones contra Rusia

Francia y Alemania en vanguardia

También fue tajante con Rusia el presidente francés, Emmanuel Macron, en su alocución del miércoles por la noche. "Rusia representa una amenaza para Francia y para toda Europa", dijo Macron, en un mensaje en el que también reconoció que ya no se podía seguir confiando en que EEUU siguiera siendo un aliado de Europa. Rusia, por boca del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha reaccionado con vehemencia contra Macron, a quien ha comparado con Napoleón y con Hitler. En una pirueta muy típica del Kremlin acusa a Macron de belicista. Justo el país que está bombardeando día tras día a la población civil y las infraestructuras energéticas de Ucrania. Siempre que Rusia responde con fiereza es por algo: Macron dio en el clavo.

Francia está dispuesta a aumentar el presupuesto de defensa, a apoyar firmemente a Ucrania y a estudiar cómo compartir su poder nuclear, como planteó Friedrich Merz, quien será el próximo canciller de Alemania. Junto con el Reino Unido, Francia formaría parte de "una coalición de voluntarios" que se encargarán de garantizar la seguridad de Ucrania, en caso de que se firme una tregua. Rusia se opone a este despliegue, ya que no le interesa sentar las bases de una paz duradera y no quiere que Ucrania sea un país soberano.

Alemania también está apretando el acelerador hasta tal punto que el plan de Von der Leyen sobre rearme, que busca movilizar 800.000 millones de euros, le parece poco ambicioso, ya que se basa en realidad en préstamos y en un desideratum. Hace un cálculo sobre lo que supondría el 1,5% más del PIB dedicado a defensa. Tras un acuerdo de CDU y CSU, con los socialdemócratas, va a votarse en el Bundestag antes de que tomen posesión los diputados recién elegidos una disposición para que el freno de la deuda se levante y así poder invertir en defensa y en infraestructuras. A su vez, ahora Alemania puja en los Veintisiete para que se adopten serias medidas que permitan un auténtico rearme.

La nueva entente de Trump y Putin está provocando un seísmo en Europa. Será difícil que los Veintisiete se muevan en la misma dirección y a la misma velocidad, pero hay otros formatos posibles, y la aportación del Reino Unido es fundamental. Para los líderes europeos está claro que Rusia no es de fiar y si Trump no se atiene a razones tampoco van a quedarse a mirar el espectáculo.