La Casa Blanca ha calificado de "positiva" y "productiva" la reunión de nueve horas celebrada este martes en Arabia Saudí entre las delegaciones estadounidense y ucraniana, que buscan cómo sentar las bases para la paz en el país invadido por Rusia hace tres años. Ucrania ha acordado aceptar la propuesta estadounidense de un alto el fuego inmediato de 30 días, según una declaración conjunta de las delegaciones estadounidense y ucraniana reunidas en Yeda. El deshielo entre Donald Trump y Volodimir Zelenski ha sido posible en Arabia Saudí.

Kiev y Washington han dado "importantes pasos hacia el restablecimiento de una paz duradera para Ucrania", según la declaración, citada por la agencia Reuters. El alto el fuego inmediato y provisional de 30 días sería prorrogable por mutuo acuerdo de las partes, y sujeto a la aceptación y aplicación simultánea por parte de la Federación Rusa. Estados Unidos comunicará a Rusia que la reciprocidad rusa es la clave para lograr la paz. Como ha dicho el secretario de Estado, Marco Rubio, ahora "la pelota está en el tejado de Rusia".

Estados Unidos "levantará inmediatamente la pausa en el intercambio de inteligencia y reanudará la asistencia en materia de seguridad a Ucrania". Estados Unidos se ha comprometido a debatir estas propuestas con representantes de Rusia, mientras que la delegación ucraniana ha reiterado que los socios europeos participarán en el proceso de paz. El enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, tiene previsto viajar a Moscú esta semana y allí se reunirá con el líder ruso, Vladimir Putin.

Además, los presidentes de Ucrania y Estados Unidos han acordado "concluir lo antes posible" un acuerdo global para "desarrollar los recursos minerales críticos de Ucrania con el fin de expandir la economía ucraniana, compensar el coste de la ayuda estadounidense y garantizar la prosperidad y seguridad de Ucrania a largo plazo", según una declaración conjunta de las delegaciones estadounidense y ucraniana.

De territorio aún no se ha hablado aunque los estadounidenses han dicho en reiteradas ocasiones que no ven realista plantear que Ucrania pueda volver a las fronteras de 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea. Rubio decía antes del encuentro que tampoco Rusia podrá controlar toda Ucrania. La cuestión es que Rusia no necesita un cambio de fronteras sino que le bastaría con un gobierno títere que actuara a su antojo, como el bielorrruso.

Giro de guion

La delegación ucraniana, encabezada por el jefe de la Oficina del Presidente, Andrii Yermak, ha logrado dar un giro de guion a la relación con Washington. Hace apenas 11 días el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, salía a toda prisa de la Casa Blanca tras un encontronazo en público con Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, quienes le reprocharon no ser agradecido y ser irrespetuoso por no llevar traje en la visita. Acabó tan mal la conversación que no se firmó el acuerdo de minerales críticos. Poco después EEUU suspendió la ayuda militar a Ucrania, incluida el intercambio de información de inteligencia.

En ese tiempo, Zelenski fue arropado por los líderes europeos. Apenas dos días después, en Londres, el primer ministro británico, Keir Starmer, le recibió en el 10 de Downing Street. En la cumbre de Londres Reino Unido anunció la gestación de una "coalición de voluntarios", con tropas de los países que se ofrecieran a participar, destinada a garantizar la seguridad de Ucrania. Siempre con el apoyo de EEUU. Tanto Starmer como Macron insistieron en que había que implicar a Washington.

Macron ha reunido este martes en París a los jefes militares de una treintena de países para intercambiar posiciones sobre esta idea. En la cumbre extraordinaria del jueves pasado los Veintisiete decidieron impulsar el rearme de Europa. Entre bambalinas, todo apunta a que también hablaron con él en estos encuentros sobre cómo podía actuar para recuperar el apoyo de EEUU.

Rusia tiene la palabra

Desde Moscú se frotaban las manos al ver cómo se había intentado humillar a Zelenski, quien mantuvo su dignidad, con lo que consiguió aumentar su apoyo en su país. Justo cuando tenía lugar el encuentro en Yeda, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, instaba a no ver todo de color de rosa insinuando que Washington se dejaba llevar por un exceso de optimismo. También decía que el ataque masivo con drones sobre la región de Moscú realizado por Ucrania al alba podría poner en peligro cualquier avance. Sin embargo, Rusia no ha dejado de bombardear Ucrania mientras conversaba con los americanos.

Ahora Marco Rubio ha dicho que tendrán que responder los rusos. "Vamos a llevarles la oferta. Vamos a decirles: esto es lo que hay sobre la mesa. Ucrania está dispuesta a dejar de disparar y empezar a hablar, y ahora dependerá de ellos decir sí o no", ha dicho el secretario de Estado de EEUU. "Espero que digan que sí. Si lo hacen, creo que habremos avanzado mucho. Si dicen que no, entonces desgraciadamente sabremos cuál es el impedimento para la paz aquí".

El Kremlin va a quedar retratado. Los blogueros oficiosos ya ha empezado a apuntar que sería "inaceptable" el alto el fuego porque solo serviría para que los ucranianos se rearmen. Rusia busca una reconfiguración de la arquitectura de seguridad en Europa y sobre Ucrania no se limita a demandar territorios: quiere que Ucrania deje de ser un país soberano y su ejército sea liliputizado. Es decir, solo aceptará una capitulación.

Una vez terminada la reunión en Yeda, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que no estaba presente, ha hecho pública una declaración, en la que detalla cómo la propuesta ucraniana se basa en el "silencio en el cielo y en el mar", así como "medidas reales para establecer la confianza", incluida la liberación de prisioneros.

Ha agradecido al presidente Trump "por lo constructivo de la conversación de nuestros equipos". Y Trump ha dicho que le recibiría de nuevo en la Casa Blanca. EEUU ha propuesto establecer un alto el fuego completo durante 30 días en el Mar Negro y a lo largo de toda la línea del frente.

"Ucrania está preparada para la paz. Rusia debe mostrar su disposición a poner fin a la guerra o continuarla. Ha llegado la hora de toda la verdad", ha concluido Zelenski.

El primer paso para avanzar hacia esa paz efectivamente es que Rusia esté dispuesta a respetar el alto el fuego. Y a partir de ahí habrá que diseñar cómo serán las garantías de seguridad que tendrá Ucrania. Sin ellas, Rusia puede volver a atacar en cualquier momento.