Con una hora de retraso sobre la agenda anunciada, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, han hablado sobre el alto el fuego en Ucrania. Hay quienes hablan del "momento Yalta", aunque en esta ocasión no son potencias vencedoras repartiéndose Europa, sino que se trata más de un apaño entre dos líderes obsesionados con el tamaño de su "imperio" imaginario. Trump y Putin han hablado más de dos horas. Putin está de acuerdo en respetar un alto el fuego limitado de energía e infraestructuras durante 30 días, aunque ha pedido que Ucrania deje de recibir armamento, según informa la Casa Blanca. De hecho, Putin rechaza el alto el fuego incondicional que era de lo que se trataba en principio.

El Kremlin ha dicho que ha sido una conversación "franca y detallada". En su red Truth Social, Trump ha calificado de "muy buena y productiva" la charla.

"Hemos acordado un alto el fuego inmediato en toda la energía y la infraestructura, con el entendimiento de que vamos a trabajar rápidamente para tener un alto el fuego completo y, en última instancia, un fin a esta horrible guerra entre Rusia y Ucrania", ha escrito para recordar por enésima vez su mantra: "Esta guerra nunca habría comenzado si yo hubiera sido presidente".

Los dos líderes han acordado que Ucrania y Rusia intercambien este miércoles 175 prisioneros de guerra. En un comunicado emitido tras la llamada de Donald Trump con Vladimir Putin, la Casa Blanca ha dicho que ambas partes acordaron mantener "negociaciones técnicas" sobre un alto el fuego marítimo y, más adelante, un alto el fuego total y la paz permanente. Es decir, Trump no ha logrado que Putin acepte más que un alto el fuego limitado. Las negociaciones comenzarán en Oriente Medio de forma inmediata.

Trump y Putin también acordaron que un futuro con una relación bilateral mejorada entre EEUU y Rusia tiene "enormes ventajas», con "enormes acuerdos económicos y estabilidad geopolítica". Interesante un apunte sobre Oriente Medio: los dos están de acuerdo en que Irán no puede estar en posición de destruir Israel.

Las "causas del conflicto" según el Kremlin

Putin ha dejado claro que solo aceptará el ceso de hostilidades si se resuelven las "causas del conflicto actual". Alude a la desmilitarización de Ucrania, el veto a su ingreso en la OTAN, y el reconocimiento de las ganancias territoriales de Rusia.
Estas condiciones fueron fijadas una vez más por Putin durante su conversación con Trump y él no las rechazó. Ahora se abordarán en detalle.

"La parte rusa subrayó una serie de puntos clave relativos a la supervisión efectiva de un posible alto el fuego a lo largo de toda la línea de contacto, la necesidad de poner fin a la movilización forzosa en Ucrania y el rearme de las fuerzas armadas ucranianas", ha dicho el Kremlin en un comunicado. "Vladimir Putin dijo que el cese total de la ayuda militar a Kiev era la condición clave para resolver el conflicto en Ucrania", ha informado la agencia rusa Tass. Putin quiere una Ucrania indefensa para terminar su misión a medio plazo.

Dos hora y media de charla franca

El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, anunció a primera hora del martes que la conversación tendría lugar a las 16h en Moscú, dos horas antes en España. Sin embargo, a esa hora Putin, irónico y relajado, departía en un foro con oligarcas en Moscú. Ante ellos dijo que "el dominio de Occidente en el mundo está llegado a su fin". Cuando le llamaron la atención sobre su cita con Donald Trump, cuestionó la labor de su portavoz. Finalmente empezaron a hablar a las 15h en España. Eran las diez de la mañana en Washington.

La primera señal de que la conversación había sido fructífera para Rusia la dio Kirill A. Dmitriev en su cuenta de X. "Bajo el liderazgo del presidente Putin y el presidente Trump el mundo va a ser un sitio más seguro a partir de hoy". El reportero favorito de Putin ha estado esperando el resultado a la puerta de la oficina del presidente. "Todo el mundo está pendiente".

Previamente, ha sido el enviado de Trump, su amigo Steve Witkoff, quien preparó el terreno con entrevistas con las autoridades rusas, entre ellas el presidente Vladimir Putin. Horas antes de su conversación con Putin, Trump aludía a que se iba a tratar sobre territorio y sobre centrales energéticas.

Donald Trump está empeñado en conseguir una paz exprés. Quiere que su nombre aparezca debajo de un titular en el que diga que logró que las armas callaran en Ucrania. El problema es que para conseguirlo, en lugar de exigir al agresor, está siendo condescendiente con Putin, convencido de que entre los dos van a repartirse áreas de influencia. Ucrania aceptó el alto el fuego tras la conversación en Yeda en la que participó Marco Rubio, el secretario de Estado de EEUU. Putin y Trump dejan de lado a los ucranianos y a los europeos.

Las líneas rojas de Ucrania

Pero Ucrania ha dejado claras sus líneas rojas. En una entrevista en RBC Ukraine, el ministro de Asuntos Exteriores, Andriy Sybiha, decía: «Hay cuestiones fundamentales que no son objeto de discusión y que no se pueden tocar. La primera es la integridad territorial y la soberanía de Ucrania. Ucrania nunca aceptará que sus territorios ocupados [pertenezcan a Rusia]. En segundo lugar, ningún país puede vetar la elección del pueblo ucraniano ni la decisión de Ucrania de unirse a ninguna alianza, ya sea la Unión Europea o la OTAN". Y añadía: "Ucrania no aceptará ningún límite a su potencial defensivo ni al poderío de su ejército".

A juicio de Ucrania, es Rusia, que no ha logrado imponerse en el campo de batalla y que fue quien inició la guerra, quien debe rendir cuentas. Lo fundamental, según el ministro, se resume en "nada sobre Ucrania sin Ucrania".

Y los europeos ha despertado por fin. Hasta Alemania, de mano de un futuro canciller de la CDU, el partido más leal a EEUU, sabe que su seguridad ya no puede depende de EEUU, y es consciente del peligro ruso.