El escritor franco-argelino Boualem Sansal ha sido condenado este jueves a cinco años de prisión incondicional por un tribunal argelino. Está encarcelado en Argelia desde noviembre y su caso se ha convertido en el centro de la crisis diplomática más grave entre Argel y Francia en décadas.

El tribunal de Dar El Beïda, en Argel, ha condenado, además, al escritor franco-argelino a una multa de 500.000 dinares (unos 3.460 euros). Durante el juicio, que tuvo lugar el jueves 20 de marzo, la fiscalía solicitó 10 años de prisión incondicional y una multa de un millón de dinares.

Boualem Sansal, de 80 años, fue acusado, entre otros cargos, de atentar contra la integridad del territorio por haber hecho suya, en un medio de comunicación francés de extrema derecha, la posición de Marruecos según la cual su territorio habría sido amputado en beneficio de Argelia durante la colonización francesa.

Sansal, escritor argelino que obtuvo recientemente la nacionalidad francesa, due arrestado el 16 de noviembre al aterrizar en Argel. Nacido en Argelia en 1949, se licenció en Telecomunicaciones por la Escuela Nacional Politécnica de Argelia y la Escuela Nacional Superior de Telecomunicaciones de París y se doctoró en Economía. Entre 1995 y 2003 fue funcionario del ministerio de Industria argelino. Desde entonces se ha dedicado a la literatura. Su primera novela, El juramento de los bárbaros (1999) cosechó el favor de la crítica. Tras La aldea del alemán (2008), censurado en Argelia, su mayor éxito fue 2084. El fin del mundo, merecedora del Gran Premio de la Academia francesa 2015 y finalista de los galardones más prestigiosos de las letras francesas: Premio Goncourt, Premio Médicis, Premio Femina, Premio Renaudot y Premio Interallié.

Declaraciones polémicas

Lo que ha molestado especialmente en su patria son las declaraciones que el escritor ha ofrecido a medios francesas próximos a la ultraderecha. En octubre pasado Sansal cuestionó la historia y las fronteras de Argelia en un país que acaba de celebrar los 70 años del inicio de su guerra de la independencia y del fin del dominio francés. En una entrevista concedida al medio de comunicación de extrema derecha Frontières, Sansal afirmó que todo el oeste de Argelia pertenecía históricamente a Marruecos y que fue el colonialismo el que trazó las actuales fronteras entre ambos países, cediendo “arbitrariamente” esa zona a Argelia.

Sansal, muy crítico con el islam y cercano a los postulados de la ultraderecha gala sobre el riesgo de “islamización” de Francia, también ha defendido a Israel y su lucha contra el antisemitismo y ha apoyado a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. La televisión argelina, convertida en portavoz del régimen argelino, describe al escritor “agente de origen marroquí” -su padre era marroquí- que “se esconde detrás de la literatura para servir a una agenda sucia” y recuerda que su progenitor había “huido de la injusticia del majzen marroquí y se instaló en Argelia, que le acogió”.

En un editorial titulado "Sansal, el títere del revisionismo antiargelino", la agencia de noticias estatal argelina APS le tildó de "pseudointelectual venerado por la extrema derecha francesa", después de haber recibido el apoyo de políticos como Eric Zemmour. "La cómica agitación de una parte de la clase política e intelectual francesa por el caso de Boualem Sansal es una prueba más de la existencia de una corriente 'de odio' contra Argelia. Un grupo de presión que nunca pierde la oportunidad de cuestionar la soberanía argelina", opinó.

En Francia, su detención ha generado ríos de tinta. El Elíseo admitió que Macron estaba "muy preocupado por la desaparición" de Sansal e insistió en la defensa de "la libertad de un gran escritor e intelectual". Situado en el centro de la disputa regional que libran Marruecos y Argelia por su hegemonía en el Magreb, el caso Sansal exhibe, además, las dificultades de Francia para ejercer cualquier mediación después del reconocimiento de la soberanía marroquí del Sáhara, la visita de Estado de Macron a Rabat y la crisis diplomática desatada con Argelia.