Ha puesto en el radar a la arquitectura multilateral que nació del horror de la II Guerra Mundial. Y, en sus continuos ataques a la ONU, la administración Trump trata de identificar aquellas agencias y operaciones susceptibles de ser disueltas. Una de esas posibles víctimas es la misión de paz en el Sáhara Occidental (Minurso), cuyo mandato fue prorrogado por un año a finales de 2024 y cuya supervivencia es el símbolo de un contencioso, el de la última colonia de África y la otrora provincia española, que cumple medio siglo.

Uno de los primeros en sugerir su eliminación es Michael Rubin, investigador del think tnak American Enterprise Institute y ex funcionario del Pentágono. Hasta 2024 y durante más de una década estuvo ligado al Foreign Military Studies Office, un centro de análisis dependiente del ejército estadounidense. En declaraciones a El Independiente, Rubin explica su alegato para hacer desaparecer a la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), establecida por la resolución 690 del Consejo de Seguridad, de 29 de abril de 1991.

Cuestionamiento de la Minurso

"La Minurso tenía un propósito: patrocinar un referéndum entre los saharauis del Sáhara Occidental para determinar su preferencia. Durante 34 años, no ha logrado cumplir su misión ni es probable que se celebre ningún referéndum en los próximos 34 años", señala Rubin a este diario. "En este momento, la Minurso es una organización a cargo de una misión que explica su deriva. Los intereses de la burocracia no deben prevalecer sobre los intereses de la gente", opina.

El pasado octubre el Consejo de Seguridad de la ONU renovó por un año más, hasta el 31 de octubre de 2025, su mandato. La resolución, adoptada por 12 votos a favor y dos abstenciones, apuesta por "una solución realista, factible, duradera y mutuamente aceptable" para las partes, Marruecos y el Frente Polisario, y pide a ambos bandos volver a la mesa de negociaciones -rotas desde la última ronda de conversaciones en 2019- "sin precondiciones y de buena fe". La solución que se busque, subraya, debe "garantizar la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental". A punto de cumplirse 50 años de conflicto, el litigio permanece estancado. A finales de 2020 el Polisario regresó a las armas y desde entonces se desarrolla una guerra de baja intensidad.

A juicio de Rubin, cercano a la nueva administración estadounidense, "la Minurso debería dejar de existir". "Si Marruecos y Argelia quieren observadores neutrales para las violaciones del alto el fuego, deberían contratarlos. En este sentido, la Fuerza Multinacional de Observadores en el Sinaí es un modelo. De lo contrario, es tarea del ejército marroquí controlar su territorio", desliza omitiendo el conflicto que aún pervive en la antigua colonia española, invadida en 1975 por Marruecos y considerada por la ONU un territorio no autónomo pendiente de descolonización. En 2020 Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, en virtud de la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel, pero el paso no ha modificado un ápice el derecho internacional, subrayan los académicos.

"Son presiones"

"El Sáhara Occidental no está ni de lejos en lo más alto de la agenda de Trump, aunque sí lo está el despilfarro de la ONU. Francamente, si hay que elegir entre renunciar a la Minurso o a una operación de mantenimiento de la paz en Sudán del Sur, es obvio cuál es más necesaria. Pero Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental como parte de los Acuerdos de Abraham, así que no hay duda de qué se decidirá cuando su equipo esté completo", apunta Rubin.

Fuentes del Polisario consultadas por este diario cuestionan la posibilidad de una medida tan drástica. "Son presiones, pero quien está pidiendo el alto el fuego es Marruecos. Solo hay que ver el discurso de su primer ministro en la pasada sesión de la asamblea general de la ONU en New York, cuando ellos desde el 2020 estaban negando la existencia de la guerra en el Sáhara Occidental", replica uno de los veteranos dirigentes saharauis interrogados por esta propuesta.

De momento, Rubin y su opinión personal ha abierto un debate que no ha sumado más voces. "Que yo sepa, la administración Trump todavía no ha dicho nada relacionado con la Minurso ni con su contribución al presupuesto de la misión que ya está aprobado hasta el próximo año", desliza otro diplomático del Polisario. "Por el momento, su posición consiste en apoyar tanto al enviado personal de la ONU en sus esfuerzos como a la ,misión. Se espera que las consultas que celebrará el Consejo de Seguridad en abril sean la oportunidad de saber más sobre la posición de la administración de Trump respecto a la Minurso y al proceso de paz en general", arguye.