El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha utilizado unas declaraciones del presidente español, Pedro Sánchez, para advertir al conjunto de los países extranjeros afectados por los aranceles estadounidenses de que aliarse con China es una mala idea. Sería, en su opinión, como "cortarse el cuello" porque China hace "dumping" y "competencia desleal". En consecuencia, ha opinado, lo ideal es que el mundo haga frente contra China, no que se alíe con el país, y que no tomen represalias contra EEUU por los aranceles.

"Se lo dicho al mundo entero. El presidente o el ministro de Economía de España, no sé exactamente, esta mañana ha hecho unos comentarios esta mañana...'oh, bueno, quizás deberíamos alinearnos más con China'. Eso sería cortarse el cuello, porque, te lo digo, estas exportaciones chinas que Estados Unidos cuidadosamente va a dejar fuera, no sé si te acuerdas del cuento de los hermanos Grim de Blancanieves y los siete enanitos: producen y producen y tiran sus productos por los suelos", ha dicho Bessent en la cumbre de la Asociación de Banqueros de Estados Unidos.

"(...) es que el modelo chino es así, ellos siguen produciendo y produciendo y produciendo, haciendo dumping y competencia desleal... y al final yo creo que podemos alcanzar con nuestros aliados, con los otros países que han sido buenos aliados en lo militar, no perfectos aliados en lo económico, y que podemos acercarnos a China como un grupo", ha añadido el responsable del Tesoro.

Bessent ha hecho estas declaraciones en el mismo día en el que han entrado en vigor los aranceles "recíprocos" de Donald Trump, que se suman al 10% de gravámenes ya en vigor desde el sábado para casi todos los países del mundo con los que Estados Unidos tiene algún tipo de relación comercial. Con esta nueva ronda de tasas, 60 países o grupos de países como la UE han visto dispararse los aranceles que pagan por exportar productos a EEUU. En el caso de la UE, ahora soporta una tasa del 20%.

En respuesta, la UE ha elevado al 25% los aranceles que cobra por la entrada de cientos de productos de Estados Unidos que equivalen a 21.000 millones de euros anuales en compras, y China ha subido al 84% sus tasas también para los productos estadounidenses. El país asiático ha sufrido el mayor golpe de las nuevas medidas de Trump, al imponerle gravámenes del 54%, que después subió al 104%.