Desde que el presidente Dwight Eisenhower autorizara vigilar a la Unión Soviética a mitad de la década de los 50 con globos con cámaras, hay constancia de que el espionaje desde el aire es una práctica habitual entre potencias rivales. Lo que no es habitual es que se detecten cuatro artefactos sospechosos y se derriben en menos de ocho días. El primero era un globo chino que sobrevoló Montana, donde hay silos nucleares e instalaciones militares, y acabó en pedazos frente a las costas de Carolina el Sur.
China sigue insistiendo en que el globo derribado por un avión F-22 el pasado 4 de febrero, por orden del presidente de EEUU, Joe Biden, se limitaba a la investigación meteorológica. El Pentágono ha indicado que tenía una góndola del tamaño de tres autobuses y pesaba más de una tonelada. Estaba equipado, según las autoridades estadounidenses, con múltiples antenas y paneles solares, que servirían para recopilar datos. Hay quienes señalan que tenía la capacidad de girar sobre sí mismo. El FBI investiga los restos encontrados.
Los otros tres aún están por calificar. De momento se identifican como "objetos voladores no identificados", sin que eso quiera decir que sean alienígenas. Todo indica que sus padres son de este mundo. Y probablemente sean globos de otras características, o algún tipo de dron. Así lo indica el politólogo Guillermo Pulido, basándose en declaraciones del jefe del Estado Mayor canadiense y el senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado.
La última versión dada por el portavoz del Pentágono, John Kirby, es que se trata de artilugios inofensivos lanzados con objetivo publicitario o de investigación.
Como consecuencia del descubrimiento del primer globo chino, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, pospuso su visita a Pekín, justo cuando parecía que había alguna posibilidad de avanzar en la distensión entre las dos superpotencias globales.
Pekín acusó a Washington de reaccionar de forma exagerada, aunque pidió perdón por el hecho de que el globo se desviara de su curso. Sin embargo, después de que se hayan abatido otros tres artefactos, de los que aún se desconoce su procedencia, ha acusado a EEUU de haber enviado al menos diez globos espías el año pasado al espacio aéreo chino. Sorprende que sea ahora cuando lo revelan y no antes. Y amenaza con hacer caer los que detecte
Igual que deja atónitos a los expertos la naturaleza de los otros tres artefactos, aunque no se descarta que sean globos de otro tipo. El viernes el Ejército de EEUU derribó un objeto, que no tenía sistema de propulsión, frente al norte de Alaska. En coordinación con Canadá, un F-22 estadounidense abatió un objeto a gran altitud que sobrevolaba Yukón, en Canadá, a 160 kilómetros de la frontera de EEUU. En este caso era un octógono, más pequeño que el primer globo chino, del que colgaban cuerdas.
El domingo un caza estadounidense lanzaba un misil 9x contra un "objeto no identificado" sobre el lago Hurón. Las autoridades del Comando de Defensa Espacial de América del Norte (Norad) informaron que dado que volaba a 20.000 pies había preocupación de que interfiriera con la aviación comercial.
El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, sostiene que el gobierno chino estaba vigilando "sitios estratégicos en Estados Unidos". Incluso mantienen que el primer globo, al menos, forma parte de una flota que ha recorrido los cinco continentes. El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que haría "lo que fuera necesario" para proteger el Reino Unido en caso de que se detectaran globos espía, según informa Bloomberg.
Las ventajas de los globos
Los satélites desbancaron a los globos espía, pero ahora vuelven a emplearse. "Los globos están equipados con sensores de alta tecnología y pueden planear sobre un lugar más tiempo sin ser detectados. Captan transmisiones de radio, celular y otras difícilmente detectables", según informa The New York Times.
Seguramente China ha incrementado el número de globos y drones, y a la vez Estados Unidos está más alerta
guillermo pulido, politólogo
¿Por qué tantos hay tantos avistamientos de repente? Según el politólogo Guillermo Pulido, autor de Guerra multidominio y mosaico, "seguramente China habrá incrementado en los últimos años el número de globos y drones que envía al espacio aéreo de EEUU. A su vez, los estadounidenses están más alerta. Los expertos en defensa ya avisaron que había más avistamientos y eran probablemente de una potencia hostil".
La subsecretaria de Defensa y de Asuntos Hemisféricos, Melissa Dalton, ha confirmado que puede haber numerosos artefactos en el espacio pero los avistados no se identificaron y se consideraron un peligro. Dalton ha dicho la defensa aérea estadounidense ha ajustado sus sistemas de radar para detectar objetos más pequeños. La Agencia de Seguridad Nacional y el Comando Estratégico de EEUU han modificado las comunicaciones en torno a las instalaciones nucleares.
El congresista demócrata del Comité de Inteligencia Jim Himes ha declarado a la NBC que lo más probable es que "aparezcan más objetos". Hay quejas contra la Administración Biden por no explicar claramente lo que están encontrando.
"EEUU y China se espían y utilizan diferentes medios. Estados Unidos recopila información sin infringir el espacio aéreo. Pero China ahora ha violado el derecho internacional. Para China es una situación vergonzosa. Suele quejarse de doble rasero y ahora lo practican ellos. Evidencia que sus capacidades tecnológicas no son tan avanzadas como las de EEUU", señala Mario Esteban, investigador principal en el Real Instituto Elcano. Esteban apunta que ahora han de gestionarlo en el terreno de la diplomacia.
Pero tampoco EEUU queda en buen lugar, ya que no sabemos qué información recogió el globo chino antes de ser derribado. Es lo que demandan que explique la Administración Biden. En rueda de prensa este lunes, el portavoz de la Casa Blanca John Kirby ha señalado que el programa de globos espía ya estaba operativo cuando Trump era presidente y no se detectó.
El presidente chino, Xi Jinping, se ha empeñado en modernizar el Ejército Popular de Liberación. Los globos y aeronaves de vigilancia formarían parte de la Fuerza de Soporte Estratégico, especializada en ciberoperaciones. "Los globos forman parte de su sistema electrónico de espionaje. Incluso los datos atmosféricos que recogen forman parte de información que puede usarse en operaciones militares", señala Su Tzu-yun, analista de Defensa en Taipei, según informa The New York Times.
En Taiwán se han avistado en varias ocasiones globos o bien objetos voladores no identificados. La sospecha es que proceden de China, que observa al detalle los movimientos en la isla que considera suya. Lo más probable es que el Ejército Popular de Liberación esté probando hasta dónde puede llegar con los globos espías y artefactos similares. En un artículo publicado en 2018 en el Diario del Ejército de Liberación ya confirmaban que "el espacio cercano se ha convertido en un nuevo campo de batalla en la guerra moderna". Los globos son un campo con el que está experimentando China, y a veces con estos ensayos se cometen errores.
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