En 2020 Donald Trump se negó a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales que había perdido contra Joe Biden e inició una campaña propagandística en la que aseguraba que las votaciones habían sido amañadas. Aquel infundado relato encontró pocos apoyos mediáticos, sociales y políticos, incluso en las bases del Partido Republicano, más allá de sus fieles trumpistas.

Pero hubo un medio de comunicación que sí dio credibilidad a ese discurso: Fox News, el canal de televisión por cable de noticias líder en audiencia. Ahora, más de dos años después de todo aquello, el dueño de la cadena, Rupert Murdoch, ha admitido que dieron cobertura al relato de Trump a pesar de que sabían que era falso. 

Murdoch ha declarado bajo juramento en un juicio que enfrenta a la Fox con la empresa Dominion, encargada del recuento electoral de 2020, que les acusa de difamación por haberles implicado en el supuesto amaño y les exige 1.600 millones de dólares de indemnización. En las declaraciones filtradas, Murdoch ha admitido que algunos de sus comentaristas "respaldaron" el discurso de Trump, aunque ha negado que recibieran instrucciones directas de la cadena para hacerlo.

También explicó que él pudo intervenir en el asunto pero decidió no hacerlo, y lamentó que su cadena no fuera más dura a la hora de denunciar las "tonterías" que decía Trump. Aunque aclara que no se trataba de un tema "rojo o azul, sino verde". Es decir, que no iba de republicanos o demócratas, sino de dinero.

En las filtraciones también se ha visto involucrado Tucker Carlson, uno de los presentadores estrella de Fox News, que en algunos mensajes afirmaba que "odiaba apasionadamente" a Trump y calificaba su comportamiento tras perder las elecciones como "repugnante". Además, se mostraba contento ante la posibilidad de poder comenzar a "ignorar" a Trump cuando saliera de la Casa Blanca.

Un discurso que contrasta ampliamente con el que ofrece Carlson en su programa. Recientemente, el presentador ha defendido que el ataque al Capitolio por partidarios trumpistas en 2021 (que tuvo como germen la teoría del amaño electoral que Fox se encargó de avivar) fue simplemente un "caos pacífico". Carlson emitió un montaje únicamente con las imágenes más tranquilas del suceso, que causó cinco muertos, dejó más de 700 detenidos y puso en jaque a la democracia estadounidense. 

Una cadena creada para compensar

"Todo lo que hacen en la Fox son breaking news, con muchos gráficos, voces y sobreexcitación sensorial", asegura Pedro Rodríguez, que fue corresponsal en EEUU durante 20 años para ABC y ahora trabaja es profesor en la Universidad Pontificia Comillas . "La información que dan es muy impactante y espectacular, pero poco noticiosa. Se dirigen a una América muy conservadora y con valores neocristianos, que es transversal pero está sobre todo en el centro del país y más ausente en las costas", añade Juan Luis Manfredi, catedrático Príncipe Asturias y profesor en la Georgetown University de Washington.

Manfredi detalla que la mayoría de sus presentadores son muy "homogéneos", con un corte, un discurso y una manera de comunicar muy parecida. "Construyen los programas en torno a sus presentadores, con los que tienen largas horas de cháchara. Son un gran ejemplo de show periodístico. Por eso la gente que los ve no busca periodismo, sino provocación y polémica", asegura el catedrático.

El imperio mediático que Murdoch dirige desde hace más de 70 años se ha extendido desde su Australia natal hasta Nueva Zelanda, Gran Bretaña y Estados Unidos. Más allá de la Fox, el magnate (que tiene una fortuna estimada de 17.000 millones de dólares, cinco veces más grande que la de Trump) también posee medios como The Times o The Wall Street Journal.

En concreto, para crear la estrategia y la línea editorial de la Fox News, Murdoch contrató en 1996 a Roger Ailes, que era amigo personal de Trump y fue incluso asesor de su campaña en 2016. Una figura clave para la cadena que acabó saliendo por la puerta de atrás después de que varias mujeres le acusaran de acoso sexual.

Juntos coincidieron en que Fox News tenía que corregir el desequilibrio mediático que, a su juicio, existía en el resto de canales, que tenían un sesgo más izquierdista. La estrategia de dirigirse al ala conservadora, donde había mucha audiencia y ninguna competencia, funcionó como un tiro. Desde el inicio de siglo han sido, de manera casi ininterrumpida, la cadena de noticias por cable más vista de EEUU. 

"La estrategia de Fox no ha sido tanto apoyar a Trump como generar la cultura de la sospecha. Intentar decir que no está demostrado que no se hayan robado votos. Una teoría sin pruebas pero sin acusaciones directas para generar la duda en el proceso. Utilizan informadores privados que nadie sabe quienes son. Es un manejo de un periodismo de baja calidad, sin fuentes contrastadas, que no permite una trazabilidad de la información", detalla Manfredi. 

Relación con Trump

Cuando Trump aparece en la escena política la conexión con Fox News es inmediata. La cadena ve en el magnate alguien que encarna todo lo que defienden y que es por sí mismo un filón de audiencias y, por lo tanto, de dinero. Una relación que fue estrechándose cada vez más con el tiempo.

"Fox News venía de ser extremadamente crítica con Obama. Y su trato con Trump fue vergonzoso de ver. No es que estuvieran entregados, es que no había separación", afirma Rodríguez. Y Manfredi añade: "Desde 2016 hasta 2020 los votantes de Trump se autoidentificaron con Fox por encima del 80%. Unos datos por encima de cualquier otro presidente y cadena". 

Bricio Segovia, ex corresponsal de la Casa Blanca para medios como Univision o MVS Radio, explica que durante esa época era normal que Trump llamara directamente a la Fox de manera improvisada para entrar en antena y desmentir algunas informaciones, normalmente de otros medios, que él consideraba injustas. Además, Segovia tiene constancia de que algunas de las caras estrellas de la cadena, como Sean Hannity y Laura Ingraham, acudían a cenar personalmente con el republicano en su etapa como presidente. Unas visitas que no están registradas oficialmente porque la Casa Blanca dejó de notificarlas.

Pero con el tiempo esa relación se fue degenerando. Los motivos fueron varios, aunque ninguno tiene que ver con un giro ideológico de la Fox. Algunos presentadores secundarios de la cadena comenzaron a ser críticos con Trump, como indica Segovia. Manfredi y Rodríguez coinciden en que la Fox también fue perdiendo interés en el personaje en favor de otros políticos republicanos como Ron DeSantis.

Y hubo un hecho que provocó que la ruptura fuera total. En las elecciones de 2020 Fox News fue la primera cadena en dar a Biden como ganador en Arizona, un estado muy disputado y que era clave para la victoria. Aquella decisión enfureció a Trump, que animó a sus seguidores a seguir las noticias en cadenas con menos audiencia, pero situadas a la derecha de la Fox del espectro político. 

"El problema del telespectador republicano es que no tiene alternativas, porque cualquier opción es más extrema que la propia Fox News", comenta Segovia, que añade que algunos trumpistas sí emigraron hacia dos canales: NewsMax y One America News Network (OANN), un canal que califica como "de extrema derecha y sumamente pro Trump". "Está hecho con cuatro duros y tiene una calidad pésima. Pero es tan radical que atrae al trumpismo. Si Fox News rara vez le criticaba, OANN directamente no lo hace nunca. Y se hace eco de todas sus conspiraciones", asegura Segovia.  

A día de hoy Trump prepara su vuelta a la política para las elecciones de 2024. Pero esta vez, al contrario que en 2016, lo tendrá que hacer sin un apoyo masivo de la Fox (al menos de entrada) y sin su cuenta de Twitter, que utilizaba como altavoz para saltarse a los medios y dirigirse directamente a su audiencia. En enero de 2021, después del asalto al Capitolio, Twitter le suspendió la cuenta. Y aunque Elon Musk se la devolvió hace unos meses, de momento Trump no ha vuelto a publicar ni un solo tweet.

Mientras tanto, su audiencia se debate entre seguir informándose a través de la Fox, de medios conservadores más radicales o de Thuth Social, la red social creada por Trump que ha tenido un impacto bajísimo. Y la cadena de Murdoch está inmersa en un juicio millonario que está por ver qué consecuencias puede traerles. Si es que las tiene.