Thomas Matthew Crooks, el sospechoso de disparar contra Donald Trump en un mitin, de matar a un asistente y herir a dos, se habría inspirado en el asesino de Kennedy para llevar a cabo su plan. Según ha explicado el director del FBI, el joven de 20 años buscó en Google "cómo de lejos estaba Oswald de Kennedy" el mismo día que se inscribió para asistir al evento al que iría una semana después.

El director del FBI, Christopher A. Wray, ha comparecido este miércoles en el Congreso de los Estados Unidos para dar algunos detalles de la investigación que su servicio está llevando a cabo para tratar de esclarecer cómo pudo un joven llegar a disparar contra Donald Trump mientras daba un discurso en Butler, Pensilvania, el pasado 13 de julio. Sigue sin estar claro, además, por qué no lo detuvieron cuando se encaramó a un edificio muy cercano a donde hablaría el presidente, cómo llegó hasta allí y por qué lo hizo.

Sin embargo, Wray no ha dado más detalles, ni ha sugerido que el asesino hubiese mitificado a Lee Harvey Oswald, quien mató a John F. Kennedy en Dallas (Texas) en noviembre de 1963. Sí compartió que el chico tenía interés en personajes públicos en términos generales, según el registro que se ha llevado a cabo de su teléfono móvil, una investigación en la que su familia está colaborando.

También ha dado a conocer que el tirador usó un dron que voló durante 11 minutos por encima del lugar horas antes de que el expresidente subiera al escenario. "Alrededor de las 3:50 o 4:00, el día del tiroteo, el tirador estuvo volando un dron alrededor de la zona", ha dicho Wray, recalcando que no fue "por encima del escenario sino alrededor de 200 yardas [unos 180 metros], algo más o algo menos, lejos del mismo".

Los agentes del Servicio Secreto mataron al joven Crooks después de que disparase ocho veces. Iba armado con un rifle semiautomático AR-15 que pertenecía a su padre y no tenía experiencia en el ejército, pero los agentes encontraron en su coche revistas sobre ese tipo de arma y un chaleco antibalas. También encontraron explosivos que podían hacerse estallar a distancia.

No parece que actuase en grupo

"Por el momento, y subrayo el por el momento, no hemos encontrado ninguna prueba de ningún cómplice ni co-conspiradores ni extranjeros ni nacionales", ha dicho el director del FBI. Los agentes siguen sin tener claro cuál pudo ser el motivo que llevó al intento de asesinato, mientras siguen registrando sus dispositivos electrónicos para tratar de encontrar más pistas. El servicio ha llevado a cabo más de 100 entrevistas, ha informado.

El FBI no suele hacer públicas las conclusiones de sus investigaciones antes de terminarlas, pero en este caso ha hecho una excepción. "El intento de asesinato del expresidente fue un ataque a nuestra democracia. Reconozco el interés del Congreso y del público en este caso", ha dicho Wray. "Esperamos saber más. Es justo decir que todavía no tenemos una foto clara de sus motivos".