El comienzo del fin de una era. Por primera vez desde 2020, la Reserva Federal estadounidense ha decidido recortar los tipos de interés, y todo apunta a que la medida podría impulsar la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones presidenciales de noviembre, para las que faltan 48 días. Según varios economistas, la mejora de la economía que la rebaja de los tipos va a traer consigo -bajarán los costes de los préstamos para consumidores y negocios- supone un espaldarazo a la afroamericana, que a día de hoy está en el poder y por tanto podría ser vista como la responsable de una recesión.

La previsión puede cumplirse o no, pero lo que este miércoles parecía evidente era que la decisión -de bajar los tipos medio punto porcentual, esto es, de forma inusualmente agresiva- gustó a demócratas y espantó a republicanos. Durante los últimos días, miembros de ambos partidos venían pidiendo medidas diferentes al banco central de los Estados Unidos. "Si la Fed es demasiado cauta a la hora de recortar los tipos, pondría en un riesgo innecesario a nuestra economía, porque nos dirigiría a la recesión", dijo la senadora demócrata Elizabeth Warren, quien también fue candidata a las primarias de su partido en 2020, con el objetivo de llegar a presidenta. De su lado, el expresidente y candidato republicano Donald Trump había advertido que bajar tipos era algo que en la Fed sabían "que no deberían hacer" antes de las elecciones.

La candidata Kamala Harris calificó la decisión de "buenas noticias" para los estadounidenses. "Sé que los precios son todavía demasiado altos para muchas familias de clase media y trabajadoras". "Hemos alcanzado un momento importante: la inflación y los tipos de interés están bajando mientras la economía se mantiene fuerte. Los críticos decían que no pasaría, pero nuestras políticas están bajando los precios y creando puestos de trabajo", ha dicho el presidente Joe Biden en X, antes Twitter. La inflación en Estados Unidos registró en agosto una tasa del 2,5%, su mínimo desde principios de 2021 pero aún a cierta distancia del objetivo del 2%.

En cambio, el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson, que pertenece al Partido Republicano, cree que el momento es "un poco sospechoso". "¿Justo al borde de unas elecciones. No sé, diremos que tengo curiosidad al respecto, pero es beneficioso para los consumidores... lo aceptamos". "La Reserva Federal dice que es independiente de la política. Podrían haber esperado a cambiar los tipos hasta después de las elecciones. 25 puntos básicos no habrían recibido quejas, pero suena feo con 50 puntos", ha escrito el senador republicano Kevin Cramer.

"No digo que una bajada de 50 puntos no está justificada, pero pienso ¿por qué ahora? No hay ninguna razón por la que no pudieran hacer 25 puntos ahora y 25 justo después de las elecciones. ¿Por qué no esperar a entonces?", se ha preguntado el asesor económico de Trump Stephen Moore.

La Reserva Federal ha decidido empezar a bajar los tipos de interés en un momento en el que muchos aún dudaban de si era necesario, y, en su caso, cuánto debían bajar. Hay que tener en cuenta que estaban más altos de lo que nunca lo habían estado desde principios de los años 2000. La Fed lleva años centrándose sobre todo en los precios, que estaban descontrolados, pero una vez la inflación se ha relajado la atención se ha volcado en el mercado laboral... que ya da señales de estar enfriándose. Y para combatir la recesión que podría estar viniéndose hay que bajar los tipos. Hacerlo un cuarto de punto quitaría presión a la economía, pero quizá sería un movimiento demasiado lento y que podría mantener los precios creciendo más de lo debido. En cambio, una bajada más fuerte, de medio punto, protegería más al mercado de trabajo, pero corre el riesgo de ir demasiado rápido. Y si vuelve la inflación, el banco central tendría que volver a empezar a subir tipos. Los aterrizajes suaves son una quimera en economía, y conseguir uno tras una crisis de inflación sería una novedad en EEUU.

Una nota de contexto. A principios de 2022, los tipos de interés estaban casi a cero, pero empezaron a subir progresivamente hasta alcanzar el 5,5% en julio de 2022, manteniéndose en ese nivel desde entonces. Ahora que la tasa de inflación ha bajado, había quien pensaba que esas subidas de precios debían seguir controlándose, corriendo el riesgo es que el mercado de trabajo se vea afectado un poco más, y después mucho más, y entonces sería inevitable bajar los tipos mucho más agresivamente. En el otro lado, había economistas argumentando que Estados Unidos no tiene que pasar por una recesión, por qué no cortarla antes. Ahora solo el tiempo dirá quién llevaba razón.

"El recorte de tipos, que será el primero de muchos, es viento de cola para la campaña de Harris, sin ninguna duda", ha dicho Mark Zandi, economista jefe en Moody's Analytics al Washington Post. "No por el simbolismo, sino por sus efectos reales. Realmente va a impulsar la economía". La parte simbólica, sin embargo, también resulta importante para otros. Bajar los tipos de interés supone un antes y un después, porque deja claro que la batalla contra la inflación ha terminado, además de que debería impulsar el crecimiento gracias a que las hipotecas, los vehículos y los préstamos en general serán más baratos que estos últimos años.

Sin embargo, quizás la Fed ha esperado tanto para tomar la decisión que la medida apenas tenga impacto en la campaña. Hay que tener en cuenta que quedan menos de dos meses para las elecciones estadounidenses -son el próximo 5 de noviembre- y las bajadas de tipos de interés tardan tiempo en repercutirse. Opina así Josh Bivens, economista jefe en el Economic Policy Institute de Washington, en conversación con el New York Times. "Creo que [la Fed] le ha quitado la ventaja a la campaña de Harris", señala. Del lado simbólico, considera que no tendrá demasiado impacto. "Es una proporción muy, muy pequeña de la población la que reconoce la importancia simbólica del recorte".

"Yo espero sin ninguna duda que la decisión va a trasladarse a un fuerte impulso en la confianza del consumidor, y ese repunte beneficiará a Harris", asegura Lindsay Owens, directora ejecutiva del centro de estudios progresista Groundwork Collaborative. A día de hoy las expectativas de los consumidores estadounidenses están mejorando, pero siguen en un punto muy bajo en términos históricos y han caído con respecto al principio de la legislatura de Joe Biden.

Sea cual sea el impacto de la decisión, es de suponer que Trump responderá. El expresidente tiene un largo historial de acusar a la Fed de conspirar contra él. Ya en 2016 dijo que el banco central mantuvo los tipos bajos para impulsar a los demócratas y este año ha dicho que espera que pase lo mismo. Y todo pese a que su presidente, Powell, es explícitamente republicano. Por cierto, Powell ha dicho muchas veces que no entra a comentar temas políticos. "Nunca usamos nuestras herramientas para apoyar o oponernos a un partido político, un político, o un resultado político", dijo en julio.