La ex primera dama de Estados Unidos Melania Trump ha incluido en sus memorias, que están a punto de ver la luz, una defensa acérrima del derecho al aborto, un asunto sobre el que el Partido Republicano -que encabeza su marido- y el propio Donald Trump prefieren no pronunciarse. Según publicó este jueves el diario británico The Guardian y ha confirmado ella misma en un vídeo, en su opinión el aborto es una "libertad individual" que "no puede comprometerse" y que debe quedar fuera "de cualquier intervención o presión por parte del gobierno".

"La libertad individual es un principio fundamental que cuido. Sin duda, no puede ponerse en peligro este derecho esencial que todas las mujeres poseen desde el nacimiento: la libertad individual. ¿Qué significa realmente 'mi cuerpo, mi elección'?", se ha preguntado la ex primera dama en un vídeo que ha publicado en X, antes Twitter.

La defensa del aborto de Melania Trump llama la atención porque su marido lleva meses evitando posicionarse al respecto. La Convención Nacional Republicana, la reunión más importante que el partido celebra antes de las elecciones y que siempre da a luz una suerte de programa electoral, este año evitó mencionar el aborto, tanto en las intervenciones públicas que auspició como en el texto final. Era la primera vez que esto sucedía. Hasta el momento, uno de los objetivos -y banderas- republicanos era la prohibición del aborto a nivel federal.

Queda solo un mes para las elecciones estadounidenses, y a lo largo de las últimas semanas Trump ha dicho que él está a favor de que sean los estados quienes decidan, sin concretar su propia opinión por mucho que se lo han preguntado. Sin embargo, es habitual que el expresidente presuma de la sentencia del Tribunal Supremo que tumbó el derecho al aborto en Estados Unidos, ya que fue él quien eligió a tres de los jueces que lo conforman.

Sin embargo, el magnate también ha dicho que no está a favor de imponer un veto al aborto en todo el país y que no lo hará en caso de resultar elegido presidente de nuevo, pese a que defendió esta opción en el pasado. Pero también hay que recordar que recientemente Trump dijo que estaría a favor de un aborto "de más de seis semanas", y que un día después se retractó. El equipo de campaña de Trump no ha reaccionado a las noticias sobre el libro de Melania, en un silencio que podría significar mucho más de lo que parece.

¿Por qué debería tener cualquier persona que no sea la propia mujer el poder para decidir qué hace con su propio cuerpo?

Por su parte, Melania Trump ha estado ausente durante toda la campaña electoral. Durante la Convención Republicana, fue, junto a su hijo Barron, la única integrante de la familia Trump que no estuvo sentada en la grada todos los días. Tan solo apareció el último, cuando intervenía su marido. Con la publicación de su libro, la ex primera dama sí ha empezado a publicar varios vídeos en redes sociales para promocionarlo, pero sigue sin aparecer en mítines ni otro tipo de eventos ligados a la campaña, como sí hace la esposa del presidente Joe Biden o el marido de Kamala Harris.

Según The Guardian, en el libro escribe lo siguiente: "¿Por qué debería tener cualquier persona que no sea la propia mujer el poder para decidir qué hace con su propio cuerpo? El derecho fundamental de la mujer de la libertad individual, sobre su propia vida, le da la autoridad para terminar su embarazo si así lo desea". "He llevado esta creencia conmigo a lo largo de toda mi vida adulta".

¿Un movimiento interesado?

El posicionamiento de Melania Trump podría tener mucho menos de improvisado de lo que parece. Los bandazos de su marido con respecto al aborto no son fruto de otra cosa que de la certeza de que es un tema que podría costarle las elecciones. La estratega demócrata Brittany Crampsie se ha posicionado en ese sentido, diciendo que la publicación de las memorias es un "claro intento para apelar a los votantes más moderados y para moderar la opinión de JD Vance, muy extrema, en el asunto".

Según una encuesta realizada por el prestigioso Pew Research Center y publicada el pasado mes de mayo, el 63% de los estadounidenses creen que el aborto debería ser legal en todos o la mayoría de los casos, mientras que el 36% cree que debería ser ilegal en todos o la mayoría de los casos. Dependiendo de a dónde se acerque la lupa, la situación varía.

Tres cuartos de los protestantes evangélicos y blancos defienden su prohibición, mientras que casi el 90% de los estadounidenses no creyentes en ninguna religión se muestran a favor de su legalidad, un porcentaje parecido al que registran los protestantes blancos (70%), y los protestantes no evangélicos (64%) o incluso los católicos (59%). Si se pregunta por el partido político, el 57% de los que se consideran republicanos dicen que debería ser ilegal, mientras que el 85% de los demócratas defiende lo contrario.

Es por eso que la vicepresidenta y candidata demócrata a las elecciones Kamala Harris ha convertido el aborto en uno de los temas centrales de su campaña, en la que acusa a Trump de provocar la muerte de muchas mujeres con el retroceso en derechos reproductivos que trajo consigo su presidencia. Harris defiende el aborto a capa y espada en mítines, entrevistas y debates, aunque todavía no ha concretado hasta qué semana lo defendería. Para contrarrestar su efecto, Trump insiste en repetir, aunque no es verdad, que los demócratas están defendiendo un aborto incluso en el mes séptimo, octavo y noveno e incluso cuando el bebé ya haya nacido.

"Incluso su elegido como vicepresidente [el candidato demócrata a la vicepresidencia, Tim Walz] dice que está bien poder abortar en el noveno mes. También dice que las ejecuciones después del nacimiento están bien. Y a mí no me gusta eso", dijo el expresidente en el primer y último debate que mantuvo en televisión con Harris. "No hay ningún estado en este país en el que sea legal matar a un bebé después de que nazca", le espetó la moderadora del cara a cara, Linsey Davis.

Quien sí se ha posicionado este jueves ha sido la asociación nacional contra el aborto SBA Pro-Life America, que ha criticado las palabras de la ex primera dama aunque al mismo tiempo han dicho que su prioridad es "vencer a Kamala Harris. "Las mujeres que sufren embarazos no deseados por lo que están llorando es por más recursos, no por más abortos", ha dicho su presidenta, Marjorie Dannenfelser, en un comunicado. "Debemos tener compasión por ellas y por esos bebés en el vientre que sufren abortos brutales".

También se posicionó la campaña de Harris. "Tristemente para las mujeres a lo largo y ancho de todo Estados Unidos, el esposo de la señora Trump está muy en desacuerdo con ella y la razón es que más de una de cada tres mujeres en EEUU viven bajo la Prohibición de Trump del Aborto que amenaza su salud, sus libertades, sus vidas", ha dicho la portavoz de la campaña de Harris Sarafina Chitika en un comunicado. "Donald Trump lo ha dejado muy claro: si gana en noviembre prohibirá el aborto a nivel nacional, castigará a las mujeres y restringirá el acceso de las mujeres a la sanidad reproductiva", ha añadido, pese a que Trump ha dicho en repetidas ocasiones que no lo hará.