La costumbre estadounidense de dejar los paquetes de reparto a domicilio en los porches de las casas se está encontrando un enemigo cada vez más difícil de combatir: el ladrón de pedidos. En el país es habitual que los repartidores no entreguen los paquetes en persona a quienes los han comprado, sino que los dejan o bien en las puertas de los domicilios, si se trata de casas, o en los portales de las viviendas, si se trata de bloques de pisos. Sucede lo mismo cuando el pedido en cuestión contiene objetos de alto valor, como teléfonos móviles u otro tipo de tecnología, para el enfado de miles de clientes.

Los "ladrones de los porches" o "piratas de los porches", en jerga, llevan existiendo desde que el comercio electrónico empezó a despegar en Estados Unidos, pero no ha sido hasta este año cuando ha saltado la alarma a nivel nacional porque están haciendo desaparecer móviles iPhone minutos después de su entrega. La policía ha descubierto que los ladrones están logrando acceder al sistema de seguimiento de los paquetes, lo que les permite saber qué producto va en cada caja y en qué dirección y momento va a entregarse. Para conseguir llevárselos con éxito, a veces se visten con chalecos con el logo de Amazon, y son tan rápidos que en multitud de ocasiones repartidor y ladrón se cruzan en el propio porche.

Los vídeos de la cámaras de vigilancia de los afectados graban las escenas y luego estos las publican en las redes sociales. En ellos se ven casas en estados de todo el país, de Florida a California pasando por Kansas, Texas, Massachusetts -y también en Canadá- que reciben paquetes a los que los ladrones se acercan con disimulo, como si fuesen vecinos, para después meterlos en mochilas o simplemente salir corriendo. La situación está afectando mayoritariamente a FedEx, que entrega los teléfonos móviles iPhone de la empresa de telecomunicaciones AT&T. La telefónica es la única compañía del sector que hasta el momento no exige una firma en las entregas de sus paquetes.

Esta semana, la policía de Durham (Carolina del Norte) ha alertado de aumento de robos de paquetes en la ciudad, especialmente de los que contienen teléfonos móviles, y ha recomendado a los vecinos enviar sus pedidos a tiendas y recogerlos en persona, o usar taquillas para paquetes, unos contenedores similares a los de la ropa usada en España que se instalan en porches y solo se abren con llave, y que han empezado a ser comunes en el país.

Asimismo, la policía de Washington DC ha empezado a introducir localizadores en cajas vacías que deja en los porches de viviendas de diferentes vecindarios para poder detectar quién se los lleva y a dónde, en un esfuerzo por detectar a quienes se llevan la mayoría de los paquetes y así contener la oleada. Es un sistema que empezó a usarse en Nueva Jersey, donde policía se alió con Amazon para repartir paquetes falsos con localizadores. Más adelante, sin embargo, este tipo de identificadores han bajado tanto de precio que no es necesario que las instituciones se alíen con las empresas de reparto para poder llevar a cabo los seguimientos.

En la misma línea, este septiembre la policía de Texas arrestó a dos adolescentes de 17 y 18 años después de requisarles cuatro iPhone robados en las puertas de las casas de Houston. Los jóvenes reconocieron que tenían los números de seguimiento de los paquetes, los mismos que normalmente recibe el consumidor para poder saber dónde está y cuándo llegará, aunque la empresa AT&T se apresuró a asegurar que no hay ninguna prueba de que se haya producido un hackeo a su sistema de trackeo de pedidos.

Según estimaciones del New York Times, los estadounidenses pierden bienes por valor de alrededor de 25 millones de dólares (unos 23 millones de euros) al día en paquetes perdidos, lo que equivale a unos 1,7 millones paquetes diarios. Así, el reto ahora es detener estos robos, algo que se antoja complicado teniendo en cuenta que en el país ya se entregan decenas de miles de paquetes al día, y que muchos estadounidenses han dejado de teletrabajar, volviendo a las oficinas pero manteniendo cómoda costumbre de pedir que les envíen sus compras a casa, independientemente del producto que se trate.

En Reddit, los usuarios publican a diario imágenes captadas por sus cámaras de vigilancia y piden ayuda para identificar a los delincuentes, lamentando cómo viene siendo muy común que se lleven los paquetes apenas unos minutos después de su llegada. En otros casos, los vídeos muestran a ladrones forcejeando con los propios repartidores, quitándoles los paquetes por la fuerza o entrando en peleas cuerpo a cuerpo con otros ladrones que se dirigían a por el mismo paquete.

Algunos proponen sistemas para esconder localizadores baratos en los pedidos, o que robar paquetes se convierta en un delito federal, como robar el correo; mientras que otros exigen que todas las compañías impongan sistemas de entrega en mano, como sucede en España. Sin embargo, no parece que esa sea la tendencia a seguir, puesto que el cambio encarecería el precio de los pedidos y hoy por hoy la mayoría de las compañías vuelven a enviar los paquetes gratis si se denuncia un robo.