Los republicanos, con Donald Trump como candidato de nuevo por tercera vez consecutiva, han ganado el Ejecutivo, y también avanzan para controlar todo el Legislativo. Los demócratas han perdido el control del Senado. Estaban en un tercio de los puestos, 33 exactamente. Los dos escaños en Virginia Occidental y Ohio han pasado a manos republicanas y así superan los 51 senadores, la mayoría, que ha sido demócrata los últimos cuatro años. Es fundamental para que el presidente tenga posibilidad de poner en marcha su agenda.

En la Cámara de Representantes los republicanos contaban con una mayoría de 222 escaños frente a los 212 demócratas. Había tres vacantes. De momento están cerca de superar los 218.

Con el voto mayoritario del Senado, Donald Trump puede estar tranquilo a la hora de nombrar a sus secretarios (ministros) y a los jueces, incluidos los del Tribunal Supremo. Dado que en el Supremo los cargos son vitalicios, los conservadores, que ya dominan por seis a tres pueden aumentar incluso esta ventaja en la máxima instancia del poder judicial.

Si los demócratas hubieran mantenido la mayoría en el Senado, podrían haber bloqueado la agenda MAGA. Pero no podrán hacerlo. Los proyectos legislativos de Trump tendrán vía libre, sobre todo, si también controlan la Cámara de Representantes.

Adiós a Mitch McConnell

El partido tomará el control justo cuando el veterano líder en el Senado Mitch McConnell abandona su papel. Aún no está claro quién ocupará su lugar. Las elecciones para el liderazgo del Partido Republicano en el Senado se celebrarán la próxima semana. John Thune (Dakota del Sur) y John Cornyn (Texas), y el senador conservador Rick Scott (Florida) se postulan para convertirse en el líder de la mayoría el próximo mandato.

Es relevante si la mayoría es holgada o no, ya hay republicanos que pueden desmarcarse de las políticas de Trump, así lo hicieron Susan Collins, de Maine, y Lisa Murkowski, de Alaska, en el primer mandato.

La mayor parte de la legislación require superar los 60 senadore, de modo que los republicanos han de buscar consensos con los demócratas sobre financiación del gobierno y aumento del límite de la deuda. El demócrata Chuck Schumer seguirá siendo el líder del partido en el Senado. "Como nueva mayoría republicana en el Senado, nuestro objetivo será asumir una agenda que refleje las prioridades de Estados Unidos: precios más bajos, menos gasto, fronteras seguras y dominio energético estadounidense", dijo en un comunicado a última hora de la noche del martes el senador John Barrasso (Wyoming), según informa Politico.

La ola roja está siendo un tsunami de consecuencias aún difíciles de prever.