El Partido Republicano está intentando sacar adelante una resolución que impediría usar a las mujeres trans los baños del Capitolio estadounidense. La medida por el momento afectaría a Sarah McBride, la única congresista trans de la Cámara de Representantes, elegida hace quince días y quien accedería al cargo en enero, y es una muestra de la agenda que los republicanos buscan sacar adelante a partir del próximo año, cuando controlarán todo el Congreso.
El anuncio de la congresista de Carolina del Sur Nancy Mace, que ha tenido la iniciativa, ha desatado este martes en Washington un enorme debate sobre los derechos de las personas transexuales o transgénero que hasta el momento apenas había llegado al nivel federal. “La inviolabilidad de proteger a las mujeres y de levantarse contra la izquierda y su borrado sistemático de las mujeres empieza aquí, en el Capitolio de la nación”, ha dicho Mace. Si sale adelante, la norma prohibiría que “miembros [de ambas cámaras, House y Senado], funcionarios y trabajadores utilicen las instalaciones dirigidas a solo un sexo más allá de las que corresponden a su sexo biológico”, recoge el texto al que ha accedido la cadena de televisión Fox.
En su opinión, los republicanos solo cumplen con el mandato de los estadounidenses, que en las urnas han "demostrado" estar "hartos" de que les metan "la ideología trans hasta la garganta y de que invadan nuestros espacios y los deportes de nuestras mujeres". Los derechos de las personas trans han sido uno de los temas más divisivos de esta campaña electoral, con el partido de Trump repitiendo que las políticas demócratas suponen un daño para mujeres y niños, en particular por el uso de los baños y el deporte infantil. El actual presidente Joe Biden ha trabajado para expandir el acceso a tratamientos de afirmación de género y para frenar los llamados tratamientos de conversión, en un intento de frenar las leyes que los republicanos estaban aprobando en diferentes estados.
“Kamala está para elles, Trump está por ti”, rezaba un anuncio de la campaña del ahora presidente electo, haciendo burla del pronombre que la izquierda utiliza para designar a las personas no binarias, esto es, que no se identifican con el género masculino ni con el femenino. Trump ha gastado 215 millones de dólares en anuncios antitrans, según Associated Press.
“Es un hombre”, ha dicho la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, conocida por defender varias teorías de la conspiración, sobre la congresista McBride y refiriéndose a ella como “él”. “Voy a apoyar una resolución que mantendrá a todos los hombres biológicos fuera de los baños de mujeres, vestuarios y otros sitios privados. No solo aquí en el Capitolio, nuestras oficinas, sino también en todos aquellos lugares que pagan los contribuyentes”.
Preguntada sobre cómo se decidirá quién puede usar el baño de mujeres, Taylor Greene ha sido rotunda. “Es un hombre, es un hombre biológico, así que no le vamos a permitir que use nuestros baños de mujeres, el gimnasio de mujeres, nuestros vestuarios y el resto de espacios que son específicamente para mujeres. Pero él puede ir a muchos otros sitios”. Sobre si deberían crearse baños “neutrales”, ha contestado que no. “Él puede ir al baño de hombres y tiene un baño en su despacho como todos nosotros”.
En la misma línea, la congresista ha insistido en que su compañera tiene que respetar sus espacios, su privacidad y los de otras mujeres “porque no es una mujer”, y Mace ha hablado de ella como un "hombre biológico" que "no tiene voz en los espacios privados de mujeres" .
La congresista demócrata Sarah McBride, de 34 años, se convirtió tras las elecciones de hace dos semanas en la primera representante trans de ambas cámaras al conseguir ser elegida en el estado de Delaware. McBride ya fue la primera senadora estatal de Delaware en 2020, aunque antes había derribado varias barreras. Fue la primera persona trans en hablar en una convención del Partido Demócrata en 2016 y la primera becaria trans de la Casa Blanca en 2012, con el presidente Barack Obama.
Sin embargo, ella prefiere que se hable de sus logros y no tanto de su identidad. "Ser la primera no importa si no cumples con tu responsabilidad de ser la mejor congresista que pueda tener Delaware", dijo en una entrevista previa a su elección.
Al conocerse la iniciativa de este martes, McBride ha pedido respeto para las visiones distintas a las de los republicanos "como hacen los americanos corrientes", quienes asegura que conviven en el día a día con personas trans sin ningún tipo de problema. "Esto es un intento flagrante de los extremistas de la extrema derecha para distraer del hecho de que no tienen soluciones reales para los problemas de los americanos", ha publicado en X.
Un debate polarizador
Los republicanos llevan desde julio presentando leyes que, en su opinión, protegen a las mujeres, aunque los críticos recalcan que simplemente coartan los derechos de estas personas LGTB. Una de ellas pide bloquear la financiación a las universidades donde se permita que las mujeres trans participen en actividades deportivas con el resto de mujeres, y otra permite que las personas trans demanden al personal médico que les ha ayudado a transicionar en caso de que lo hiciesen siendo menores. Otra pide bloquear la financiación pública a los colegios que desobedezcan las leyes estatales relativas al "material dañino" para menores.
En ese momento, los republicanos eran minoría en el Congreso pero ahora podrán sacar adelante estas leyes, puesto que a partir de enero serán mayoría. En el país, el debate sobre los derechos de las personas trans se ha librado mayoritariamente a nivel estatal, y no ha sido hasta este año que ha saltado al nivel federal. Los congresistas estatales de Estados Unidos aprobaron en 2023 al menos 142 proyectos de ley para restringir los tratamientos de afirmación de género para las personas trans, según un recuento que ha llevado a cabo la agencia Reuters. Son casi el triple que los del año anterior.
En Indiana, desde el pasado mes de mayo las niñas trans no pueden compartir equipo con otras niñas. Durante el mismo año 18 estados han sacado adelante normas similares y más de una docena han aprobado limitar que se pueda hablar en los colegios de la orientación sexual o el género, así como diferentes limitaciones para que puedan acceder a la sanidad y a los baños.
"A lo largo de los últimos años la mayoría de la legislación antiLGTBQ+ que se ha propuesto ha impulsado medidas específicas contra el colectivo y en concreto contra las personas trans", recoge un informe de la organización bipartidista ACLED, una ONG que recopila datos sobre conflictos violentos y protestas en todo el mundo. "La más común de estas políticas es prohibir los cuidados relacionados con la afirmación de género para los jóvenes trans, pidiendo a los colegios que informen a sus padres de aquellos estudiantes que pidan que se les llame de forma diferente, e impidiendo que los estudiantes trans jueguen a deportes o utilicen los baños que se corresponden con su identidad de género. La posiblemente ley más infame es la "no digas gay" de Florida, una ley que se aprobó en mayo de 2023 y que prohíbe debatir sobre la orientación sexual o la identidad de género en las clases, aunque los tribunales han debilitado de forma importante esta medida".
Según una encuesta de 2022, el 10% de los americanos creen que las personas trans deberían ser obligadas a usar los baños del sexo “que les fue asignado al nacer”, pese a que hay varios estudios que no han encontrado pruebas de que las mujeres trans supongan un peligro para las demás al usar el baño. Otra encuesta recoge que el 55% de los votantes creen que el apoyo del gobierno a los derechos trans ha llegado demasiado lejos, un porcentaje que sube hasta el 85% entre los votantes de Donald Trump.
En contraposición, tanto los demócratas como los opositores a estas iniciativas recuerdan que de salir adelante las medidas dañarán al colectivo trans, que hoy día ya sufre mayores tasas de suicidio e intentos de suicidio que el resto de la población y más violencia callejera, además de todo tipo de discriminación. Según la organización que monitoriza la violencia ACLED, los ataques a personas LGTB se han cuadruplicado en 2020 y 2021 en EEUU. También complicará que lleven a cabo su transición.
"Sexo biológico no es un término preciso ni científico, simplemente lo usan quienes se oponen a las personas transgénero para deshumanizarlas y para negarles un acceso igualitario a la sociedad", han recordado desde la asociación LGTB estadounidense Glaad. "No hay datos de ningún tipo que apunten a que los baños inclusivos pongan en peligro la seguridad de nadie. Miles de colegios en todo el mundo permiten a los alumnos transgénero que utilicen los baños en base a su identidad de género, y estas políticas convierten los colegios en espacios más seguros, asegurando que los alumnos cuenten con privacidad y seguridad".
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