El escogido por Donald Trump para ser el fiscal general de Estados Unidos durante su segundo mandato ha decidido dar un paso atrás. Matt Gaetz, que estaba siendo investigado por el Capitolio por un escándalo sexual que incluía pagos a menores de edad, ha comunicado que retira su nominación porque "estaba convirtiéndose en una distracción" del "crítico trabajo" que está haciendo Trump.

"No hay tiempo que perder, así que retiraré mi nombre de cara a servir como fiscal general. El Departamento de Justicia de Donald Trump debe estar listo y preparado el primer día", ha explicado en una publicación de X, antes Twitter.

Gaetz estaba en el foco de todos los medios de comunicación porque estaba siendo investigado por el Congreso por presuntamente haber pagado a menores de edad por tener sexo con ellas y que acudieran con él a sus viajes. El Comité que se encargaba de la investigación estaba a punto de publicar su informe al respecto, pero el proceso se detuvo el miércoles, cuando el afectado renunció a su cargo como congresista una vez Trump anunció su nombramiento como fiscal general. Su dimisión puso en entredicho que el resultado de la investigación debiera ver la luz. ¿Tenía la Cámara potestad para publicar información sobre un ciudadano que no trabaja bajo su techo?

El excongresista estuvo ayer en el Capitolio junto con el vicepresidente de Trump, JD Vance, hablando con los representantes de su partido -muchos no lo conocían-, e intentando de convencerlos de que lo apoyasen. Finalmente todos miembros del Comité que pertenecen al Partido Republicano votaron en contra de la publicación del informe, aunque algunos manifestaron que sí querían verlo, una vez estuviese listo y terminado, con lo que quedaron en volver a reunirse a principios de diciembre. Con que solo uno de ellos votase a favor de la publicación del informe, este habría salido adelante, puesto que el comité está formado por cinco congresistas republicanos y cinco demócratas y esta votación solo requería una mayoría simple.

El nombramiento de Gaetz supuso una sorpresa para muchos no solo por la acusación de abuso sexual y trata de personas -que el Departamento de Justicia paró durante el mandato de Biden, al no llegar a presentar cargos-, sino por su historial como congresista. Gaetz no solo es un fiel defensor de la deportación de los inmigrantes ilegales, rechaza el aborto sin ningún tipo de excepciones y no cree en el cambio climático, también ha sido investigado por uso de drogas ilícitas, por compartir vídeos inapropiados y por usar ilegalmente fondos de su campaña y recibir regalos no permitidos. Fue uno de quienes estaba en el Capitolio ese 6 de enero de 2021 y se le ha relacionado con las bandas de extrema derecha que dirigieron el asalto. También ha esparcido bulos como que George Soros está detrás de los inmigrantes que cruzan la valla hacia EEUU.

"Aprecio enormemente los esfuerzos que Matt Gaetz ha hecho recientemente intentando conseguir que lo refrendaran como fiscal general. Estaba haciéndolo muy, muy bien pero al mismo tiempo no quería ser una distracción para la Administración, por la que siente mucho respeto. Matt tiene un precioso futuro por delante y estoy deseando ver todo el resto de cosas que va a conseguir", ha escrito el presidente electo Donald Trump en X.

Los otros nombramientos en el foco

La retirada de Gaetz conseguirá que deje de ser el centro de atención, pero hay otros elegidos de Trump que siguen estando en el foco. El más importante es el caso de su posible secretario de Defensa, el presentador de la Fox Pete Hegseth, que está acusado de violar a una mujer en 2017. La denunciante puso entonces el caso en manos de la policía, que terminó su investigación sin presentar cargos, pero lo que ha hecho saltar las alarmas incluso dentro del Partido Republicano es que el presentador llegase a un acuerdo económico con la mujer que incluía una cláusula de confidencialidad, es decir, que pagó por su silencio. Hegseth también genera escepticismo porque pese a que es un veterano de guerra que sirvió en Irak y Afganistán, no tiene la experiencia que los senadores esperan del líder del Pentágono, y además ha criticado el liderazgo del Ejército, ha insinuado que despedirá a generales y lamentado que las mujeres estén en la primera línea de batalla.

Por otro lado está Tulsi Gabbard, la elección para dirigir la inteligencia nacional, una ex congresista demócrata que también es veterana del Ejército pero tampoco tiene experiencia dirigiendo a militares ni en inteligencia. Lo que pone en duda su confirmación por el Senado es que en diferentes ocasiones ha defendido al presidente ruso Vladimir Putin y la invasión de Ucrania, lo que hace que muchos se pregunten hasta qué punto tiene una relación cercana con Rusia. También ha esparcido bulos como cuando aseguró que Estados Unidos tenía laboratorios de armas biológicas en Ucrania, algo de lo que no hay pruebas. De forma parecida sucede con Robert F. Kennedy Jr, escogido para ser el secretario de Sanidad pese a sus comentarios sobre que las vacunas infantiles provocan autismo.

"El Departamento de Inteligencia Nacional (DNI) no es un lugar para una simpatizante de Rusia, China, Irán y Siria", ha dicho este jueves en una entrevista la republicana y exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quien se enfrentó a Trump en las primarias de su partido. Hayley ha recordado que Gabbard dijo que Trump había convertido a EEUU en una "prostituta de Arabia Saudí". y cree que estos motivos la invalidan para el puesto que Trump le ha designado.

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