El fiscal especial Jack Smith ha pedido este lunes desestimar los cargos contra el presidente electo Donald Trump por el caso del asalto al Capitolio y también por llevarse y retener documentos clasificados una vez dejó el cargo. La decisión termina con dos investigaciones que nunca llegaron a juicio, que se enredaron durante la campaña electoral y que ahora se van al traste porque en EEUU la ley no permite juzgar a un presidente mientras está en el cargo. Si los jueces de Washington y Atlanta (Georgia) admiten ambas peticiones, la Fiscalía podría recuperar los cargos y volverlos a presentar una vez Trump abandone la Casa Blanca, siempre y cuando él no cambie la ley para impedir que se le pueda juzgar en un futuro.

"La prohibición es categórica y no alivia la gravedad de los crímenes, la fuerza de las pruebas del Gobierno, o los méritos de la Fiscalía, que el Gobierno respalda totalmente", reza Jack Smith en el documento presentado. "Según la interpretación del documento de la Constitución, el Gobierno pide la desestimación". En el segundo caso, Smith ha presentado una moción ante el Tribunal de Apelaciones de EEUU para que se desestimen los cargos del caso en el que Trump está acusado de utilizar de forma indebida documentos clasificados, pero solo en su caso personal, de manera que el juicio siga adelante con los dos otros acusados.

El presidente electo ha contestado en las redes que ambos casos estaban "vacíos" y que iban "en contra de la ley", así como que "nunca deberían haberse presentado". Él ya había anunciado que despediría a Jack Smith y a todo el equipo que ha trabajado con él, algo que también ha confirmado su equipo de transición -Trump no jura el cargo hasta finales de enero-. De su lado, Smith también había dejado claro que pretendía dimitir antes de que Trump vuelva a ser presidente dado que igualmente sería despedido."Fue un secuestro político, un punto bajo en la historia de nuestro país tal que nunca debería haber sucedido, y aún así, he perseverado y HE GANADO. MAKE AMERICA GREAT AGAIN", ha publicado el también expresidente en su propia red social, Truth Social.

Trump estaba acusado de conspirar para intentar frenar el resultado de las elecciones de 2020. En concreto, el presidente electo presuntamente insistió en que se habia producido fraude de forma masiva, presionó a trabajadores públicos para que cambiasen el resultado de las elecciones -había ganado Joe Biden- y animó a sus seguidores a que se dirigiesen al Capitolio, sede del Congreso y el Senado, el día en el que las cámaras iban a certificar la victoria de Joe Biden, lo que terminó en una trágica jornada con varios muertos.

En el otro caso, además de Trump figuran como acusados sus trabajadores Walt Nauta y Carlos De Oliveira. Se trata de un caso que ya se ha desestimado en Florida, puesto que la jueza de allí, Aileen M. Cannon, consideró en contra de décadas de decisiones judiciales que Smith no había sido elegido como fiscal especial de manera legal.