Meta, la matriz de Facebook e Instagram, ha anunciado este martes que va a dejar de verificar la información que se publica en ambas redes sociales para dejar que sean los usuarios quienes se encarguen de añadir notas o correcciones en las publicaciones, como ya sucede en X (antes Twitter). Hace años, Meta decidió que la desinformación se dispersaba con tanta facilidad en sus redes que era necesario cortarla con un programa de lo que entonces se empezó a conocer como fact checking o verificación de información, pero hoy cambia de opinión en un movimiento que podría buscar complacer al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

"Es hora de volver a nuestras raíces en lo que a libertad de expresión se refiere", ha dicho el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en un vídeo que ha compartido en su perfil personal. Según el fundador de Facebook, el actual sistema de verificación de la empresa "había llegado a un punto en el que se habían cometido demasiados errores y había demasiada censura".

En el mismo comunicado anuncia que este nuevo protocolo comenzará a implementarse en Estados Unidos y que se parecerá a las notas de la comunidad que ya usa X, con lo que prescindirá de las organizaciones que a día de hoy se encargan de controlar que la información publicada en ambas redes, y también en la nueva Threads, es verídica. "Esto es lo que vamos a hacer: vamos a librarnos de los fact checker y los vamos a sustituir por las notas de la comunidad, parecido a como sucede en X", dice Zuckerberg, sin cortarse en nombrar a la competencia.

"Queremos revertir esa superposición de funciones que ha llevado a que nuestras normas sean demasiado restrictivas y demasiado susceptibles a un rigor exagerado", ha dicho en un comunicado Joel Kaplan, a cargo de la política global de Facebook desde que hace unos días saliese del puesto Nick Clegg, quien hasta 2015 fue líder del partido británico Liberal Demócratas.

En ambos comunicados, Meta se esfuerza en dejar claro que ha cometido un error, dice que se ha pasado y desviado demasiado de sus valores originales a lo largo de la última década, en lo que se ha interpretado como unas disculpas a Trump de cara a su segundo mandato que comienza en 13 días. No es la única compañía que ha buscado acercarse al magnate a pesar de haberlo criticado previamente. Zuckerberg lo llama en su vídeo un "punto de inflexión cultural" marcado por las elecciones.

¿Cómo afectará la decisión al contenido de las dos plataformas? El propio Zuckerberg reconoce que habrá más "cosas malas" como "drogas, terrorismo, explotación infantil", pero lo justifica: "La realidad es que esto es un intercambio. Significa que vamos a cazar menos contenido malo, pero también vamos a reducir el número de publicaciones de personas y cuentas inocentes que hemos eliminado por error", argumenta.

Elon Musk, actual dueño de X, mano derecha de Trump -y en unos días, también encargado de reducir el gasto público estadounidense-, fue el primero que dio este paso en su plataforma, confiando en lo que bautizó como notas de la comunidad para que fuesen los usuarios quienes marcasen el contenido que consideraban prohibido, incorrecto u otros. Como resultado, X se ha convertido en la red social que ha aupado a Trump de nuevo a la presidencia.

Trump ha criticado en numerosas ocasiones a Meta, asegurando que trataba de forma injusta a las publicaciones de sus usuarios más conservadores. Pero en noviembre cenó con Zuckerberg en su mansión de Mar-a-Lago, se reunión con el futuro secretario de Estado, Marco Rubio, y aportó un millón de dólares para contribuir a la organización de la toma de posesión del presidente electo. La semana pasada, el CEO ascendió a Kaplan, un conocido conservador y sin duda el ejecutivo de Meta más cercano al Partido Republicano. Y este lunes la empresa ha comunicado que Dana White, líder de aliado de Trump y líder de la UFC, la organizadora de torneos de lucha libre, entra al consejo de administración de Meta, para sorpresa del resto de ejecutivos.

Esta mañana, Kaplan ha acudido al programa de televisión Fox & Friends, el favorito de Trump, que ha explicado la decisión asegurando que había "demasiado sesgo político" en el programa de verificación. En 2016, cuando se creó, Zuckerberg acudió a organizaciones de medios como Associated Press o ABC News, así como a otras especializadas en fact checking para que se encargasen de eliminar o matizar las publicaciones falsas o engañosas. En aquel momento, Meta estaba en el punto de mira por permitir que se publicase todo tipo de desinformación, incluso de gobiernos extranjeros que buscaban que los estadounidenses cambiasen de opinión de cara a las elecciones.

Meta también ha anunciado que se llevará a su equipo de seguridad y moderación de contenido de California a Texas, con el objetivo de "ayudar a eliminar la preocupación de que empleados sesgados -políticamente- están censurando demasiado el contenido", según ha declarado Zuckerberg. Un enfoque muy diferente para un segundo mandato de Trump que también promete ser muy distinto.