Después de unos días en los que todos los elegidos para el gabinete de Trump han pasado el corte del Senado, vienen curvas. Este miércoles tendrá que contestar a las preguntas de los representantes Robert F. Kennedy Jr., el sobrino del expresidente estadounidense que pretende dirigir la Sanidad del país pese a estar siendo ampliamente cuestionado por su activismo antivacunas y por su apoyo al aborto. Añadiendo más presión a la nominación, ayer su prima -e hija del expresidente John F. Kennedy- envió una carta a los senadores pidiéndoles que votasen en su contra y llamándolo "depredador".
El jueves también se enfrentará al Senado Tulsi Gabbard, la exdemócrata elegida para liderar los servicios de Inteligencia de Estados Unidos. Son los dos candidatos más polémicos de Trump y, previsiblemente, los que más obligarán a los senadores a pensar su decisión.
La semana pasada el Senado confirmó la nominación de la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, para ser la próxima secretaria de Seguridad Nacional, tras haber hecho lo mismo con el secretario de Estado Marco Rubio, el director de la CIA John Ratcliffe y el secretario de Defensa Pete Hegseth. Este último consiguió pasar la votación por los pelos, porque los senadores que votaron a favor y los que lo hicieron en contra empataron, y su nombramiento solo salió adelante gracias al desempate del vicepresidente JD Vance. Hegseth era uno de los nominados de Trump que más riesgo corría de no conseguir la confirmación porque ha sido acusado de violar a una mujer y de beber demasiado mientras trabajaba como tanto en el Ejército como presentador en la cadena de televisión Fox News. Este miércoles, los representantes votarán la nominación de Pam Bondi como fiscal general, que se espera que salga adelante.
Para ratificar a Robert F. Kenney Jr, varios senadores republicanos le exigirán que aclare cuál es su postura sobre el aborto. Ni las vacunas -lleva años haciendo activismo antivacunas, aunque en las últimas semanas ha evitado hablar del tema- ni tampoco las acusaciones de su prima -la hija del expresidente Kennedy lo acusó este martes de ser un "depredador" en una carta a los senadores". El aborto es la postura de Kennedy que más preocupa a varios senadores que serán clave en la votación, pese a que él ha dejado claro que está alineado con Trump en la idea de dejar que cada estado decida.
“Va a tener que aclarar públicamente su postura sobre el aborto porque yo obviamente soy muy provida. Esa es una de mis mayores preocupaciones”, ha dicho la senadora republicana Joni Ernst, de Iowa, a la cadena de televisión CNN. A Ernst le chirrían algunos comentarios que Kennedy ha hecho en el pasado apoyando el acceso al aborto, como también le pasa a muchos votantes, representados por la asociación Advancing American Freedom, que cofundó el exvicepresidente de Trump Mike Pence. "Necesitamos cierta seguridad", ha dicho la líder de Pro-Life America, otra asociación contra el aborto, Susan B. Anthony. "Su respuesta a los senadores ha sido 'mis políticas van a ser las de la Administración Trump".
Kennedy puede estar seguro de que no conseguirá el apoyo de la mayoría de los senadores demócratas pese a que muchos están de acuerdo con permitir el aborto, ahora prohibido en doce estados del país, o con otras de sus políticas como las medidas que perseguirá en términos de seguridad alimentaria. Son muchos los grupos de defensa de la salud pública que han alertado sobre el daño que la confirmación del político podría provocar. A principios de enero, uno de ellos, el Comité para la protección de la Salud Pública, publicó una carta firmada por más de 15.000 doctores en la que pedían a los senadores que votasen en contra.
Su posición sobre las vacunas, clave
A la senadora republicana Lisa Murkowski, de Alaska, le preocupa más su opinión sobre las vacunas. “Sin duda estoy preocupada. Sé que otros tienen otras preocupaciones en la que querrán profundizar e intentar conseguir un compromiso, compromisos públicos, por parte de él. Pero las vacunas son importantes”, ha dicho. Kennedy no solo ha expresado públicamente su oposición a las vacunas, también hasta diciembre ha sido el presidente de una ONG que él mismo fundó -Children Health’s Defense- que ha demandado en varias ocasiones al Gobierno por sus pautas de vacunación, y una vez intentó prohibir la vacuna del covid en niños.
“Espero que, sobre todo, nos diga a los estadounidenses frente a Dios y a su país cuál es su postura con respecto a las vacunas. He leído muchas posiciones diferentes, y ya he aprendido a no creer todo lo que veo en internet. Por eso la audiencia de confirmación va a ser importante”, ha dicho el senador republicano John Kennedy, de Louisiana. El debate sobre la nominación de Kennedy se produce en un momento en el que los padres estadounidenses dudan más que nunca sobre si deben vacunar a sus hijos, y los ratios de vacunación están cayendo.
El senador Bernie Sanders, demócrata por Vermont, es uno de los que más ha insistido en la importancia de recordar que muchas enfermedades están prácticamente eliminadas en EEUU gracias a que se ha hecho un esfuerzo por conseguir ese fin, un esfuerzo que no debe olvidarse, y ha alertado del “peligro” de dar la vuelta a décadas de progreso en salud pública. “Seamos claros, hay un consenso sobrecogedor en la comunidad científica sobre que las vacunas han salvado millones de vidas, evitado un sufrimiento humano enorme y parado la propagación de enfermedades infecciosas como la polio, la viruela y el sarampión”, ha dicho.
Para acallar este tipo de preocupaciones, Kennedy ya dijo a los periodistas en diciembre que está a favor de la vacuna de la polio. Unos días antes se había publicado que un abogado relacionado con el nominado había pedido a la autoridad sanitaria americana que revocase los permisos para poner esta vacuna en Estados Unidos. Con el mismo fin, Kennedy, que el año pasado intentó competir con Trump y Kamala Harris por el puesto de presidente de EEUU, se ha estado reuniendo con senadores de ambos partidos, pero no parece que el trabajo esté hecho.
El empresario y filántropo Bill Gates explicó este fin de semana en una entrevista con The Wall Street Journal que cenó recientemente con Trump y trató de hacerle entender la importancia de las vacunas y cómo en algunos países el dejarlas de lado temporalmente había llevado al traste el trabajo hecho durante años. La preocupación de Gates es solo una pequeña muestra del peligro que muchos sienten que Kennedy representa para el país, especialmente si lleva a cabo algunas de las medidas que en el pasado ha dicho apoyar.
La carta de su prima
Kennedy no solo tendrá que aclarar si sigue pensando que algunas vacunas provocan autismo -una teoría que la ciencia ha desmentido- o si está a favor del aborto, también tendrá que explicar qué piensa hacer con respecto a la gripe aviar o la sanidad pública, Obamacare y otros programas de cobertura a los más vulnerables. Si consigue los votos de los senadores, el político se convertirá en el cargo de máximo responsable de la sanidad justo cuando la gripe aviar atraviesa el país. Ya se han detectado 67 casos en humanos y una persona ha muerto del virus. Aquí la preocupación de los expertos es que pueda convertirse en otra pandemia si el virus muta y empieza a transmitirse rápidamente entre personas. Existe la posibilidad de vacunas a los humanos, pero la Administración Biden no la autorizó.
Sobre Medicare, Medicaid y el HHS, tres programas sanitarios que cubren a 168 millones de personas -más de la mitad de la población de EEUU-, el escogido de Trump para dirigir los dos primeros servicios, el presentador y cirujano Mehmet Oz, ya ha dicho que apoya la privatización de Medicare. Pero son temas de los que Kennedy apenas ha hablado, con lo que se espera una la audiencia cargada de diferentes temas. “También está el tema del clima, su opinión en cuanto al clima y su ideología. Quiero asegurarme de que no está interpretando un papel tampoco en este tema”, ha dicho la senadora Ernst.
Pero además, también deberá contestar a preguntas sobre la carta que la única hija del expresidente John F. Kennedy, Caroline Kennedy, envió este martes a los senadores para pedirles que rechacen confirmar la nominación de su primo como secretario de Salud, al que considera no apto para el trabajo. Caroline Kennedy narra cómo se ha visto en la necesidad de alzar la voz después de observar a su primo de cerca a lo largo de los años, en los que llevó a varios familiares "por el camino de la adicción a las drogas".
Asegura que es un "depredador" que actuaba en "su sótano, su garaje y su dormitorio", donde "había drogas disponibles", además de criticar cómo "disfrutaba enseñando cómo ponía pollitos y ratones en una batidora para alimentar a sus halcones". La hija de JFK cree que el nominado es "adicto al poder" y que sus opiniones sobre las vacunas son "peligrosas", actitud que contrapone a las de algunos de sus familiares que dieron la vida por los ciudadanos y que se enfadarían si pudiesen ver dónde está ahora. "Merecen más que Bobby Kennedy", dice sobre los estadounidenses.
Kennedy se enfrentará este miércoles al Comité de Finanzas del Senado y el jueves al Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones.
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