El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho este miércoles que abrirá un centro de detención en Guantánamo (Cuba) para mantener a los inmigrantes irregulares que no puedan ser deportados a sus países de origen. Asegura que tendrá una capacidad de unas 30.000 personas. "Vamos a enviarlos a Guantánamo", ha dicho en la Casa Blanca, sin concretar nada más sobre el futuro campo. A día de hoy, la base militar estadounidense en Guantánamo se utiliza como cárcel para presos condenados en guerras o por terrorismo.

Trump ha hecho el anuncio tras firmar la primera ley de su nueva administración, la ley Laken Riley, que recibe su nombre de una estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada el pasado mes de febrero cuando salió a correr en Athens, en el estado de Georgia. La norma establece que las personas que estén en Estados Unidos sin papeles y se les acuse de robo o algún crimen violento, podrán ser detenidas y posiblemente deportadas, incluso antes de ser condenadas.

Durante la firma de la ley, los familiares de Riley estaban presentes. "Estados Unidos nunca olvidará a Laken Riley", ha asegurado Trump, añadiendo que el migrante que la asesinó, procedente de Venezuela, debería haber sido deportado. "En lugar de ser expulsado, como debería haber ocurrido, fue liberado en EE.UU., al igual que millones de otras personas, muchas de ellas muy peligrosas, pero ya ven lo que estamos haciendo: los estamos sacando de aquí", ha subrayado.

La Cámara de Representantes ya aprobó la norma la semana pasada con respaldo casi unánime -solo un congresista no votó-, y recibió el visto bueno del Senado. Sin embargo, grupos activistas la consideran radical, porque creen que podría dar lugar a redadas contra personas que solo han cometido delitos menores y que elimina el proceso legal fijado para los acusados de delitos no violentos.

El texto también permite al Departamento de Estado no conceder más visados a los ciudadanos de países que no permitan las deportaciones desde EEUU.