Karoline Leavitt es la nueva portavoz de la Casa Blanca y a sus 27 años es la persona más joven que jamás ha ostentado el cargo. 

Y tiene claro que esta legislatura los medios tradicionales importan menos que nunca. “La confianza de los estadounidenses en los medios de comunicación ha caído a niveles récord”, dijo este martes desde el atril de su primera rueda de prensa. “Millones de estadounidenses, especialmente gente joven, se han alejado de la televisión tradicional y de los periódicos”. Es el discurso que el presidente Donald Trump siempre ha mantenido, pero esta legislatura se trasladará a su equipo de comunicación de una forma mucho más contundente a como sucedió durante su primer mandato.

En consecuencia, la portavoz dio las primeras preguntas a Axios y Breitbart News, por ese orden. Una larga tradición de la Casa Blanca marcaba que la primera pregunta de la rueda de prensa diaria la hiciese siempre un periodista de la agencia Associated Press, y que después el turno pasase a otros grandes medios, del New York Times a la agencia de noticias Reuters, o cadenas de televisión como la CNN o NBC. Cada asiento de la sala tenía una placa con el nombre del “medio tradicional” al que estaba asignado y el acceso de otros menores, aunque estaba permitido, era complicado. Si se conseguía, solo servía para escuchar la rueda de prensa, porque lograr un turno de pregunta era algo del todo descartable.

La Administración Trump ha buscado dejar claro desde el primer momento que no va a quedarse en las palabras. También en lo relativo a su relación con la prensa: mientras Leavitt anunciaba la inclusión de nuevos medios en su primera intervención en la sala de prensa del Ala Oeste, no cabía una mosca más. La joven portavoz insistió en que esta legislatura los veteranos ahora deben hacer hueco a los nuevos periodistas, esos que se dirigen al público desde una newsletter o un podcast, a los influencers, a los creadores de contenido y, en definitiva, al “nuevo panorama mediático”. 

El Gobierno de Trump, anunció la portavoz, va a devolver sus pases de prensa a los 440 periodistas a los que Biden se los revocó “erróneamente” en el verano de 2023. Es una forma de saltarse el control de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que tradicionalmente no decide quién tiene o no acreditación, pero sí los asientos de la sala de prensa. Ahora será Trump quien decida dónde se sienta cada periodista, y también podrán preguntar los que se encuentren de pie al fondo de la sala, una completa novedad que agradecieron los presentes. 

La portavoz aseguró que mantendrá una comunicación viva, fluida, frecuente. “Os puedo asegurar que escucharéis tanto de él [el presidente Trump] como de mí todo lo que sea posible”. En total, pasó 47 minutos respondiendo a las preguntas de los periodistas. Pero dejó claro que no todo serán comodidades. “Sabemos que ha habido mentiras que han impulsado muchos medios tradicionales de este país sobre este presidente, su familia, y no vamos a aceptarlo. Os llamaremos cuando veamos que vuestro trabajo está mal o que se está desinformando sobre esta Casa Blanca”, advirtió.

La sala de prensa de la Casa Blanca, abarrotada durante la primera comparecencia de Karoline Leavitt, este martes.
La sala de prensa de la Casa Blanca, abarrotada durante la primera comparecencia de Karoline Leavitt, este martes. | EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Una becaria de la primera Administración Trump

Pero, ¿quién es exactamente Karoline Leavitt y cómo ha llegado a portavoz de la Casa Blanca? La respuesta corta es que lo ha logrado acercándose a Trump desde el principio -fue becaria en su primera Administración- y dejándolo todo por él -es la sexta mujer con hijos que ostenta el puesto de forma consecutiva, pero no deja que eso afecte a su trabajo: dio a luz a su primer hijo, Nicholas, tres días antes del intento de asesinato contra Trump que tuvo lugar en julio, en el que recibió un disparo en una oreja, y a los pocos días, volvió al trabajo-. La respuesta larga, a continuación.

Leavitt es una joven de New Hampshire que asistió a la universidad en la privada católica Saint Anselm (Manchester, NH) con una beca deportiva. Como adolescente era buena atleta y jugadora de softball, una variante del béisbol en un campo más pequeño, y ese talento deportivo le permitió graduarse en 2019 con una licenciatura en política y comunicación. Es la primera de su familia en conseguir un título universitario.

“Mi carrera política se la debo a mi alma máter, el colegio Saint Anselm. Cuando estudiaba allí en las elecciones de 2016, me dieron la oportunidad de trabajar para Fox News y conocí a varios candidatos presidenciales en el campus, la semana de las primarias en New Hampshire. Esa fue mi primera experiencia con el mundo de la prensa, y así supe que quería dirigir hacia allí mi carrera como posgraduada”, aseguró en una cómoda entrevista con Politico en 2020.

En la misma entrevista, al preguntarle por una tendencia o movimiento de Estados Unidos que no estuviese captando la suficiente atención, Leavitt habló de Trump y del poco caso que le hacían los medios: “El trabajo que el presidente Trump está haciendo cada día para cumplir las promesas que ha hecho a los estadounidenses. Es escandalosa la poca cobertura que recibe en comparación con sus palabras, sus tuits y las críticas contra él. Ha hecho más por nuestro país que ningún otro presidente de la historia, y los medios están fallando a los americanos al no reconocérselo, al no contar con justicia lo que hace”.

La portavoz quería ser periodista y tras la carrera trabajó en la televisión local WMUR, pero pronto se dio cuenta de que no quería continuar por ese camino. Ahora se alegra de no haber seguido “trabajando en el lado oscuro”, en sus propias palabras. Los periodistas habitualmente se refieren con “el lado oscuro” a trabajar para instituciones y empresas en lugar de para los medios de comunicación, pero para Trump y su equipo es justo al revés.

Karoline Leavitt da la palabra a un periodista en la rueda de prensa diaria en la sala James S. Brady.
Karoline Leavitt da la palabra a un periodista en la rueda de prensa diaria en la sala James S. Brady. | EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL

Leavitt asegura que Trump la inspiraba tanto que por eso solicitó hacer prácticas en la Casa Blanca, y “alucinó” cuando la aceptaron. Como becaria, escribió cartas en nombre del presidente en la Oficina de la Correspondencia Presidencial, y no tardó en acercarse a Kayleigh McEnany, la cuarta y última portavoz del primer mandato de Trump, para pedirle un puesto en el gabinete de comunicación. Y la cogieron como asistente de prensa. “Inmediatamente me impresionó su energía, tan evidente y clara, y su comportamiento, genuinamente positivo”, ha dicho McEnany, que ahora copresenta el programa de la Fox Outnumbered, a la agencia Associated Press. “Karoline es incisiva, profesional y emprendedora, y supe que la quería para ese puesto”.

En 2020, cuando Trump perdió las elecciones -aunque ambos mantienen que no fue así, sino que Biden se las robó, independientemente de lo que haya dicho la justicia-, Leavitt pasó a ser la portavoz de la representante republicana por Nueva York Elise Stefanik, una aliada de Trump a la que el magnate ha elegido como embajadora ante la ONU. Fue entonces cuando más pudo acostumbrarse al trato con la prensa.

Dejó el trabajo con Stefanik para presentarse a congresista por New Hampshire en 2022, pero perdió las elecciones ante el demócrata Chris Pappas. Sin embargo, ganó las primarias republicanas para optar al cargo y eso contribuyó a su buena fama, porque derrotó a otros nueve compañeros de partido por el camino. “Sabe cómo afilar los puntos que quiere dejar claros y los comunica con consistencia, y es bastante buena en mantener firme el mensaje”, ha dicho uno de los derrotados, el pupilo de Trump Matt Mowers, en conversación con AP.

Durante la campaña electoral, Leavitt fue la portavoz de prensa de Trump, lo que la llevó a aparecer a menudo en televisión y a contestar a las preguntas de la prensa. Querida por sus compañeros, demostró no tener miedo a enfrentarse a los periodistas incluso en programas en directo. También está bien vista también por los aliados de Trump. Uno de sus antecesores, Sean Spicer, ha dicho que ella tiene una relación mucho más cercana con Trump que la que tenía él mismo.

A partir de ahora, la joven tendrá uno de los trabajos más visibles de la Administración Trump, porque tendrá que contestar en directo cada semana a las preguntas de la prensa y lo hará en nombre del presidente que más se ha enfrentado a los medios de la historia de EEUU. “Karoline hizo un trabajo increíble como portavoz nacional durante la campaña, y tengo el placer de anunciar que será la próxima portavoz de la Casa Blanca”. Karoline es inteligente, dura, y ha demostrado ser una comunicadora muy eficaz”, dijo Donald Trump en el comunicado que envió a los medios. “Confío en que sobresaldrá en el atril, y que ayudará a trasladar nuestro mensaje a los estadounidenses mientras hacemos América grande otra vez”.