La reunión arrancó con cordialidad. Con los medios de comunicación delante, como es costumbre siempre que hay encuentros entre líderes internacionales en el Despacho Oval, el presidente estadounidense y el ucraniano se saludaron, y Donald Trump aseguró que estaban "bastante cerca" de un acuerdo que podría llevar a la paz en Ucrania. Minutos después, todo saltó por los aires: "¡Estás jugando con la tercera guerra mundial! ¡Estás jugando con las vidas de millones de personas!", subió el tono Trump ante la estupefacción de la embajadora ucraniana en EEUU, los medios y el resto de presentes en la sala.
Al presidente estadounidense y especialmente a su vicepresidente, JD Vance, pareció molestarles que Zelenski tratase de advertirles de que Putin no es de fiar porque intentó negociar con él tras la anexión de Crimea en 2014 y rompió lo acordado. "¿Has dicho 'gracias' una sola vez en toda esta reunión? No. Fuiste a Pensilvania en octubre e hiciste campaña por la oposición [por el Partido Demócrata y su candidata electoral, Kamala Harris]. Pronuncia alguna palabra de agradecimiento para los Estados Unidos de América y el presidente que está intentando salvar a tu país", le espetó Vance.
La reunión terminó antes de empezar. No pasaron de las declaraciones a los medios de comunicación previas a la discusión a puerta cerrada. Después, el equipo ucraniano trató de reconducir los ánimos y buscó que Zelenski y Trump volviesen a sentarse, pero el presidente estadounidense decidió echar a los ucranianos de la Casa Blanca y publicar lo que pensaba en su red social, Truth Social. Allí escribió que daba por terminadas las negociaciones, que el presidente ucraniano había faltado al respeto a Estados Unidos y que podía volver cuando realmente quisiese la paz. "Ha faltado al respeto a los Estados Unidos de América en nuestro querido Despacho Oval. Puede volver cuando esté preparado para la paz".
Zelenski tenía previsto firmar este viernes en la Casa Blanca un acuerdo para ceder parte de los minerales ucranianos a Estados Unidos, pero la discusión con Trump y JD Vance llevó al traste las negociaciones. Tras marcharse sin ser despedido como es habitual, el ucraniano respondió a Trump en X asegurando que su país solo está trabajando para conseguir una paz "justa y duradera". Era a lo que había viajado a Washington: a encauzar las conversaciones por la paz después de dos semanas muy tensas en las que Trump lo llamó dictador por no convocar elecciones, lo retiró entre risas, y después consiguieron un acuerdo preliminar sobre los minerales, como pedía Estados Unidos.
Ahora, el futuro de ese acuerdo y de la ayuda estadounidense a Ucrania queda en el aire. El trato habría dado a Washington acceso a parte de los recursos naturales ucranianos puesto que Trump considera imprescindible que su país recupere parte del dinero invertido en ayudar a Ucrania en la guerra.
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La reacción europea no se hizo esperar. Casi en bloque, los líderes europeos se volcaron en reiterar su inquebrantable apoyo a Ucrania tras el desencuentro. Desde las instituciones de la Unión Europea, los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; del Consejo Europeo, António Costa, y de la Eurocámara, Roberta Metsola, enviaron mensajes a Zelenski asegurando que "su dignidad honra la valentía del pueblo ucraniano". Los presidentes, primeros ministros o cancilleres de Francia, Alemania, España, Polonia y Países Bajos siguieron la misma línea, así como los presidentes de los bálticos y de los países nórdicos.
"Ucrania, España está contigo", escribió el presidente español, Pedro Sánchez, en un mensaje en X. "No sólo lucháis por vuestra libertad, sino también por la de toda Europa", publicó el mandatario sueco, Ulf Kristersson, en la red social X, en la que agregó ¡Slava Ukraini! (Gloria a Ucrania), en la misma línea que su homólogo finlandés y que la primera ministra de Dinamarca. Mensajes como "Ucrania, nunca caminarás sola" o "es lo correcto, no lo fácil", en apoyo a Zelenski, inundaron las redes sociales. Como clara excepción, la del primer ministro húngaro Viktor Orbán, que simplemente agradeció su labor a Trump y dijo que "los hombres fuertes hacen la paz, los hombres débiles hacen la guerra".
De su lado, Rusia mostró su apoyo al presidente estadounidense y su desprecio por Zelenski. "La forma en que Trump y Vance se contuvieron y no golpearon a ese sinvergüenza es un milagro de resistencia", dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova. "El cerdo insolente por fin se llevó una bofetada en el Despacho Oval. Y Donald Trump lleva razón: el régimen de Kiev está jugando con la tercera guerra mundial", escribió en X el expresidente ruso Dimitri Medvedev.
El desenlace de la reunión ha llevado al traste los esfuerzos del presidente francés y el primer ministro británico, Emmanuel Macron y Keir Starmer, que esta semana han viajado también a Washington para tratar de advertir a Trump sobre Putin. Ambos buscaron reforzar la complicidad entre sus países y Estados Unidos, el primero recordando un pasado de colaboración y éxitos conjuntos y el segundo llevándole al estadounidense una carta de "su majestad el rey de Inglaterra" invitando a Trump a hacer una visita a Reino Unido. Al mismo tiempo, los dos trataron en vano de convencer al presidente para que se comprometiese a enviar tropas a Ucrania para garantizar la paz.
De cara al encuentro de este viernes, Zelenski tenía dos cosas en mente: conseguir un sitio en la mesa de negociación sobre la guerra que Washington ha abierto con Moscú, y lograr que Estados Unidos garantice su seguridad ante una posible futura agresión rusa. Por el momento no se lleva ninguna de las dos cosas. Y si la puerta está abierta a continuar conversando o no es algo que tampoco está claro, aunque horas después del choque Trump parecía dejar entrever que sí: "[La reunión] no ha salido demasiado bien. Estamos buscando la paz, no una guerra que dure diez años, queremos la paz. Y si firmábamos... él está buscando algo que nosotros no. No vamos a seguir luchando [en la guerra]", dijo antes de subir al helicóptero camino de su mansión de Mar-a-Lago (Florida), donde tiene previsto pasar el fin de semana.
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