Donald Trump ha decidido esta noche recordar quién es. El presidente de Estados Unidos ha optado por dedicar su primer discurso ante el Congreso a exigir unidad mientras atacaba a su antecesor, Joe Biden, llamándolo el “peor presidente de la historia de EEUU” y criticaba al Partido Demócrata, cuyos congresistas ocupaban la mitad de la cámara a la que se dirigía, pero sobre todo lo ha destinado a presumir de éxitos que no ha conseguido, a repetir promesas grandilocuentes y a mostrar al país a mil y una víctimas de crímenes e injusticias terribles que, en teoría, justifican sus últimas decisiones. 

El magnate ha alternado el repaso a sus primeros 43 días en el cargo con un desfile de familiares de mujeres asesinadas por, según sus palabras, inmigrantes ilegales; de niños con enfermedades incurables y de chicas a las que la participación de mujeres transgénero en sus competiciones arruinó su carrera deportiva, todo según su relato. A un menor superviviente de un cáncer lo ha nombrado agente honorario del Servicio Secreto, ante su sorpresa y la de su padre, que lo ha alzado en brazos, y a un joven con aspiraciones militares le ha comunicado en medio del discurso que había sido aceptado en la academia, noticia que ha recibido emocionado.

Devarjaye DJ Daniel, un niño de 13 años superviviente de cáncer, enseña el carné simbólico del Servicio Secreto que Trump le ha regalado durante su primer discurso ante el Congreso.
Devarjaye DJ Daniel, un niño de 13 años superviviente de cáncer, enseña el carné simbólico del Servicio Secreto que Trump le ha regalado durante su primer discurso ante el Congreso. | EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Trump ha presumido de sus “más de 100 órdenes ejecutivas firmadas” y sus “más de 400 acciones ejecutivas” con ejemplos de carne y hueso de por quiénes dice luchar, esos testimonios vivos que cree que encarnan su manera de gobernar y la razón por la que ha regresado al poder. “La gente me ha elegido para hacer este trabajo y lo estoy haciendo”, ha proclamado. Para él, las órdenes firmadas suponen “un récord para devolver el sentido común, la seguridad, el optimismo y la riqueza en nuestro maravilloso país”. Hoy, la guerra de Ucrania y los aranceles han pasado a un segundo plano y el objetivo era convencer de lo que está haciendo y por qué.

Pero el discurso del presidente ha estado plagado de mentiras y de exageraciones. Ha repetido que Biden soltó a todo tipo de asesinos, traficantes de drogas, miembros de bandas peligrosas y pacientes de instituciones mentales a sabiendas y para perjudicar al país. Ha dicho que a día de hoy "están abriendo fábricas de coches en todo el país" y que "se están llegando a acuerdos, es una combinación de la victoria electoral y de los aranceles". Ha asegurado que ha dictado "que por cada norma que se apruebe, deben eliminarse 10 regulaciones antiguas, como hice en mi muy exitoso primer mandato”. "He terminado con el uso político del Gobierno, por lo que, por ejemplo, un presidente en el cargo podía perseguir a adversarios políticos como yo, ¿cómo podía ser eso? Y he terminado con toda la censura del Gobierno y devuelto la libertad de expresión a América", ha aclamado.

"Nuestra presidencia es la más exitosa de la historia de nuestra nación, y el segundo es George Washington”

"Ahora, por primera vez en la historia moderna, más estadounidenses creen que nuestro país va en la dirección correcta que en la dirección equivocada. De hecho, hemos logrado un récord sorprendente, el mayor de la historia. Nuestra presidencia es la más exitosa de la historia de nuestra nación, y lo que lo hace más impresionante es que el segundo es George Washington”, ha sido una de sus muchas exageraciones, solo días después de que se conociese que es el líder estadounidense con el rating de aprobación más bajo de la historia del país, según una encuesta que se lleva a cabo siempre al cumplirse el primer mes de mandato.

A lo largo de todo su discurso, Trump ha repetido cifras difíciles de verificar para justificar sus recortes, recortes que está llevando a cabo el CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, y que está siendo criticado por la oposición por no solo no haber sido elegido en las urnas, sino tampoco haber pasado el examen del Senado ni haber sido nombrado oficialmente. “22.000 millones para dar vivienda y coches gratis a inmigrantes ilegales. 45 millones para becas de diversidad, equidad e inclusión en Burma. 8 millones para promover lo LGBTQ+ en el país africano de Lesoto, de la que nadie ha oído hablar nunca. 8 millones para hacer a ratones transgénero. Esto es real”, ha enumerado el presidente de EEUU tras pedir a Musk, presente en el hemiciclo, que se levantase para recibir el aplauso de los republicanos. 

En esa línea, ha insistido en algunos de sus bulos más repetidos, como que hay un sinfín de personas fallecidas que en los registros aparecen como valedoras de edades imposibles para así, presuntamente, cobrar ayudas del Estado. “Creedlo o no, en las bases de datos del Gobierno aparecen 4,7 millones de miembros de la Seguridad Social de personas que tienen de 100 a 109 años, 3,6 millones de personas que tienen entre 110 y 119, ¡y yo no conozco a ninguno de ellos! Y eso que conozco a personas que son bastante mayores, pero no tan mayores. Hay 3,4 millones de personas de entre 120 y 129, 3,9 millones de 130 a 139, 3,5 millones de entre 140 y 149 años, y se les está pagando dinero a muchos de ellos, cosa que hace daño a la Seguridad Social. 1,3 millones de personas de 150 a 159 años, y más de 130.000 personas, según los registros de la Seguridad Social, tienen más de 160 años. ¡Tenemos un país mucho más sano de lo que yo pensaba! Incluso hay alguien que tiene 360 años, más de 100 años mayor que nuestro país. Vamos a encontrar a dónde se está yendo este dinero, y no va a ser bonito. Acabando con todo el fraude, malgasto y robos que podamos encontrar, venceremos a la inflación, bajaremos las hipotecas, rebajaremos los coches y los precios de los alimentos, protegeremos a nuestros mayores y pondremos más dinero en los bolsillos de las familias estadounidenses”.

El presidente ha dedicado la hora y 40 minutos de discurso -ha batido el récord de todos los líderes de EEUU en este discurso- esencialmente a presumir de todo lo que ha hecho en estas seis primeras semanas en el cargo, de la salida de la OMS a barrer todas las restricciones medioambientales del expresidente Joe Biden, hacer del inglés el idioma oficial de EEUU y renombrar golfo de México como el golfo de América, la retirada del EEUU Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por "antiamericano", pero también la congelación de ayuda humanitaria y de aprobación de nuevas regulaciones, que considera que perjudican a las empresas.

Del lado de las promesas, Trump ha insistido en que su guía es el sentido común, y ha asegurado que su prioridad es rescatar la economía -la economía estadounidense está creciendo a un ritmo del 2,8% anual, apenas hay un 4% de paro y la inflación está en el 3%- y dar alivio inmediato a las familias trabajadoras. Trump ha presumido de progreso económico gracias a sus medidas justo el día en que las bolsas de todo el mundo han registrado importantes caídas por sus anuncios de aranceles, perdiendo las ganancias que habían registrado desde que fue elegido presidente, pero no ha hecho referencia a estos datos.

Llamada a la unidad… entre abucheos

“Por el bien del país, trabajemos juntos. Este momento requiere de grandes acciones”, ha pedido Trump unión a la cámara al mismo tiempo que ha presumido de sus medidas más divisivas, como haber “acabado con la tiranía de la diversidad, equidad e inclusión”, establecido que solo hay dos géneros, hombre y mujer y haber prohibido "a los hombres de los deportes de mujeres". "Este es mi quinto discurso frente al Congreso, y una vez más, Miro a los demócratas enfrente de mí y me doy cuenta de que nada que pueda hacer les haría felices, o levantarse o sonreír o aplaudir, nada. Podría encontrar la cura a la enfermedad más grave, una enfermedad que barrería países enteros y esta gente no aplaudiría".

Representantes demócratas sostienen carteles durante el primer discurso de Trump ante la Cámara.
Representantes demócratas sostienen carteles durante el primer discurso de Trump ante la Cámara. | EFE/EPA/JIM LO SCALZO

El presidente ha hablado a una cámara dividida, en la que la mitad de los representantes le han aplaudido sin cesar, levantándose y vitoreándolo al final de cada frase, obligando al orador a hacer constantes pausas en su discurso; y la otra mitad no ha dejado de mostrar su desacuerdo primero con abucheos y después, tras la expulsión del congresista Al Green (representante por Texas), con carteles en los que se leía “salvar Medicaid”, “Musk roba” y “falso”, que levantaban a cada frase.

Trump solo ha conseguido los aplausos de los demócratas cuando ha contado las trágicas historias de varias mujeres asesinadas, cuyas familias han acudido hoy al Congreso, a las que ha utilizado para justificar algunas de sus medidas. Cuando ha mencionado que Estados Unidos ahora solo reconoce dos géneros, el presidente ha señalado a uno de los escaños, donde estaba sentada una adolescente que, según su relato, era una atleta que sufrió un balonazo en un partido de volley por parte de un compañero que le provocó "daño cerebral, paralizó parcialmente el lado derecho de su cara y terminó con su carrera deportiva. “Peyton McNabb está aquí esta noche; Peyton, a partir de ahora, los colegios tendrán que expulsar a los hombres de los equipos de chicas o perderán toda la financiación federal”.

"No es verdad", contestó en varias ocasiones la ex portavoz de la cámara Nancy Pelosi, del Partido Demócrata, sentada en uno de los escaños. Pero Trump estaba centrado en quienes lo estaban viendo a través de la televisión, los que dijeran los del Capitolio no importaban. El empresario que saltó a la fama a través de la pequeña pantalla demostró que no ha olvidado cómo hacer lo que mejor se le da: montar un espectáculo que quede para el recuerdo, sin importar todo lo demás.