El vídeo se ha hecho viral en redes sociales en pocas horas. En él se aprecia cómo la estudiante universitaria y de doctorado Rumeysa Ozturk, de 30 años, pasea por la calle en Somerville (muy cerca de Boston, en Massachusetts) cuando seis personas encapuchadas y con la cara tapada le cortan el paso, para después esposarla mientras ella grita y trata de resistirse.
"Somos la policía", dice uno de ellos en el vídeo, mientras se escucha a otra persona diciendo "¿por qué escondéis vuestras caras?". La estudiante escribió el año pasado un artículo de opinión en el que criticaba la respuesta de la universidad al "genocidio palestino", lo que parece ser el motivo por el que ha sido detenida y será expulsada del país.
La de Ozturk es la última detención y posible deportación de una inmigrante con papeles por parte de la Administración Trump por expresar su opinión. Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha dejado claro que el control de la inmigración va a ser una de sus principales prioridades de este mandato, y en esa línea ha firmado varias órdenes ejecutivas que le permiten deportar a personas con mayor facilidad.
Pero no ha sido hasta los últimos días cuando su Gobierno ha comenzado a expulsar del país a migrantes legales por sus opiniones, como a un científico francés que criticó la gestión de la investigación científica, o a una profesora universitaria que podría ser favorable a Hizbulá.
La oficina de Inmigración confirmaba que la joven turca había sido detenida y su visado, en regla, revocado. "Las investigaciones del DHS (el Departamento de Seguridad Nacional y, en concreto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) han encontrado que Ozturk estaba relacionada con actividades en apoyo de Hamás, una organización terrorista extranjera que disfruta matando a estadounidenses. Un visado es un privilegio, no un derecho. Glorificar y apoyar a terroristas que matan a americanos es un motivo para que se revoque un visado. Esto es sentido común", ha dicho un portavoz a la agencia Associated Press, quien primero consiguió el vídeo.
La abogada ha explicado que los agentes detuvieron a su cliente, la estudiante de la Universidad de Tufts, sin explicación alguna y cuando paseaba por la calle camino del iftar, la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno durante el mes de Ramadán. "No sabemos dónde la tienen y no hemos podido contactar con ella. No se han presentado cargos contra Rumeysa hasta el momento, que sepamos", ha explicado la letrada, Mahsa Khanbabai, en un comunicado tras presentar una petición en un tribunal federal de Boston.
Los vecinos que estuvieron presentes han declarado estar conmovidos por el arresto, que parecía "un secuestro" a plena luz del día -sucedió a las 5.30 de la tarde y en un barrio residencial-, sobre todo por cómo se acercaron a ella enmascarados, en vehículos sin matrícula, y por cómo empezaron a agarrarla sin su consentimiento. "Todos se tapaban las caras", ha dicho a Associated Press Michael Mathis, el vecino dueño de la cámara de seguridad que grabó la detención.
La Universidad de Tufts, por su lado, ha dicho que desconocía que se iba a producir la detención y que no había compartido información sobre la estudiante de doctorado con la policía. Varios representantes demócratas han calificado la detención de "una violación horrible de los derechos constitucionales" de la joven "a un proceso justo y a la libertad de expresión". "Debe ser liberada inmediatamente", ha dicho la congresista demócrata Ayanna Pressley.
La fiscal general de Massachusetts, Andrea Joy Campbell, también ha criticado la detención, diciendo que el vídeo es "preocupante" y que el apuntar a una persona para tenderle una emboscada y detenerla por la calle solo por sus "opiniones políticas" es "intimidación". "Y como tal será analizada en el juicio".
Por el momento, una jueza de distrito ha emitido una orden con la que pide al Gobierno que responda antes del viernes a por qué la estudiante ha sido detenida, y también ha exigido que no se la traslade fuera del distrito de Massachusetts sin un aviso emitido con 48 horas de antelación. Sin embargo, el miércoles por la tarde el sistema informático del ICE, que cuenta con localizadores de los detenidos, apuntaba a que la joven estaba ya en un centro de detención en Basile, estado de Louisiana.
Ozturk escribió un artículo en el que pedía a su Universidad "reconocer el genocidio palestino"
La estudiante publicó en marzo del año pasado un artículo en el The Tufts Daily, que firmaba junto con otros tres estudiantes, crítico con la respuesta de la universidad ante la guerra en Gaza y en el que pedían a la institución "reconocer el genocidio palestino". Sus amigos dicen que la joven no estaba relacionada de ninguna otra forma en ningún tipo de protesta contra Israel, pero que tras la publicación del artículo su nombre, su foto y su historial laboral aparecieron en una página web que publica los datos de todas las personas que en la opinión de sus creadores, "promueven el odio contra Estados Unidos, Israel y los judíos en los campus universitarios norteamericanos".
El de la estudiante turca es el último caso de una detención y posible expulsión del país de un migrante con papeles en regla por parte de la Administración Trump. A principios de mes, los agentes de aduanas de Estados Unidos impidieron la entrada al país a un científico francés que trabaja para el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Según el Ministerio de Educación Superior francés, en la frontera los agentes encontraron mensajes en su teléfono en los que expresaba su “opinión personal” sobre las políticas de Donald Trump en el terreno de la ciencia, y eso fue suficiente para denegarle el paso.
También han sido detenidos un participante en las manifestaciones propalestinas de la Universidad de Columbia (Nueva York) que tenía permiso de residencia (green card), un investigador de la Universidad de Georgetown con un visado académico en regla, y una médico y profesora de la Universidad de Brown en la misma situación. Todos ellos han sido detenidos y deportados, o directamente deportados, o están en proceso de deportación.
En consecuencia, países como Canadá, Alemania, Reino Unido, Finlandia y Francia han actualizado sus recomendaciones de viaje para los turistas, advirtiendo de casos en los que europeos (y canadienses) han sido detenidos y deportados cuando viajaban a Estados Unidos. La medida parece buscar enviar un mensaje a los inmigrantes con papeles de todo Estados Unidos que no han incumplido ninguna ley, pero sí tienen opiniones contrarias a las del Gobierno.
En cambio, la Administración dice que solo lo hace para proteger a sus ciudadanos. “La Administración Trump está reforzando sus leyes migratorias, algo que la administración anterior fracasó en hacer”, ha dicho una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin. “Aquellos que violen esas leyes serán procesados, detenidos y expulsados”, ha añadido.
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