El primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, ha decidido comprar el relato económico de Donald Trump y volver a exhibir su complicidad con él en la Casa Blanca, pese a que Washington acaba de imponer aranceles del 17% a los productos israelíes que crucen sus fronteras. "Le he dicho al presidente que vamos a eliminar el déficit comercial con Estados Unidos. Queremos hacer muy rápido. Creemos que es lo correcto. Y también vamos a liminar las barreras comerciales, un montón de barreras comerciales, que se han levantado innecesariamente", ha dicho Netanyahu ante la prensa.

"Creo que Israel puede servir de modelo a muchos países que deben hacer lo mismo. Porque reconozco la posición de Estados Unidos, que dice, ya sabéis, 'nosotros permitimos que otros países nos pongan aranceles pero nosotros no les ponemos aranceles a ellos'. El libre comercio tiene que ser justo", ha dicho el israelí, una afirmación que es falsa. Estados Unidos ya contaba con aranceles para diferentes países y otros también tenían aranceles para los productos americanos tanto en el marco de diferentes acuerdos comerciales como fuera de ellos.

Netanyahu y Trump han ofrecido unas breves declaraciones en el Despacho Oval, tras la reunión que han mantenido y tras cancelar la rueda de prensa conjunta que habían previsto. El israelí ha vuelto a la Casa Blanca, convirtiéndose en el primer líder extranjero que se reúne con Trump desde su último anuncio de aranceles del pasado miércoles, cuando impuso gravámenes del 10% a casi todos los países del mundo con los que EEUU mantiene algún tipo de relación comercial a partir del pasado sábado. Esa tasa subirá en el caso de 60 países este jueves, sobre todo en aquellos con los que Estados Unidos mantiene un mayor déficit comercial.

Trump descarta pausar los aranceles

Preguntado sobre si podría pausar los aranceles, Trump ha negado esa posibilidad. "No estamos pensando en eso", ha dicho. En la mañana de este lunes, la tarde en Europa, una noticia falsa anunciaba que el Gobierno americano estaba valorando detener todas las medidas arancelarias durante 90 días, algo que la Administración ha negado. En su lugar, el presidente ha insistido en que negociación país por país. "Vamos a conseguir acuerdos justos con todo el mundo. Y si no lo hacemos, no vamos a tener nada que darles. No van a tener permitido participar en los Estados Unidos".

Trump ha citado las conversaciones que está manteniendo con Japón y ha dicho que también hablará con China, entre otros países, para "lograr un acuerdo realmente justo y beneficioso" para EEUU. El presidente ha vuelto a repetir que la situación actual no es justa, en su opinión, y aunque solo base este argumento en que un sinfín de países venden más productos en Estados Unidos de los que compran. Sobre la posibilidad de que sus gravámenes acerquen a otros países a China, ha dicho no estar preocupado, porque cree que todos quieren estar cerca de EEUU y no de China.

En este contexto, Trump ha justificado no haber impuesto aranceles a Rusia -es de los pocos países que han quedado fuera del anuncio del pasado miércoles, junto con Corea del Norte, Bielorrusia y Cuba- porque "están en guerra", lo que no le permite "tratar el tema" de los gravámenes. Acto seguido, ha expresado su rechazo hacia los bombardeos que el ejército ruso está llevando a cabo en Ucrania, que son "una cosa horrible" y que "no es una buena situación", pero también ha confirmado que las conversaciones con Rusia y Ucrania continúan con el objetivo de alcanzar pronto un alto el fuego.

Acuerdo nuclear con Irán

El estadounidense también ha confirmado que el sábado arrancarán las conversaciones directas entre Estados Unidos e Irán para alcanzar un acuerdo sobre su programa nuclear. "Vamos a ver qué sucede", ha dicho, recalcando que lo "preferible" sería llegar un acuerdo antes de que fuese necesario "involucrarse", porque la situación "se está volviendo muy peligrosa". "Creo que sería lo mejor para Irán".

Trump ya envió una carta a Irán exigiéndole negociar su programa nuclear y ha amenazado en diferentes ocasiones con bombardear el país si no llega a un pacto con EEUU, a lo que Teherán contestó que solo está dispuesto a conversar de forma indirecta con Washington, sobre todo después de las amenazas del magnate y de que le haya impuesto nuevas sanciones para cortar la venta de petróleo iraní.

La rueda de prensa ha estado sorprendentemente vacía de declaraciones sobre la guerra de Gaza. El presidente estadounidense se ha limitado a, aparentemente, retractarse de sus intenciones de tomar Gaza y ha sugerido que hay "otras" opciones. "Gaza es uno de los sitios más peligrosos del mundo entero". Pero sí sigue adelante con sus intenciones de reconstruir la franja, sacando primero a los palestinos, con propósitos inmobiliarios.