Elon Musk se ha desmarcado de su comportamiento habitual de sumisión con el Gobierno de Donald Trump al llamar al asesor comercial Peter Navarro "un completo idiota" y "más tonto que un saco de ladrillos" en un tuit. Los comentarios suponen una fuerte escalada de la guerra personal que ambos vienen manteniendo, pero sobre todo llama la atención porque Musk tenía por costumbre estar de acuerdo con las políticas de Trump y con estos insultos evidencia cierto descuerdo con los aranceles.

La disputa viene desde hace unos días: Musk pareció desmarcarse este fin de semana de la política arancelaria del presidente estadounidense al sugerir que el escenario ideal sería alcanzar acuerdos de cero aranceles con otros países o grupos de países como la Unión Europea. En respuesta, Navarro dijo en televisión que no había que tomarse en serio las opiniones de Musk porque tan solo es un empresario del sector del automóvil, y en concreto, dijo que ni siquiera fabrica coches, solo los ensambla.

En respuesta, Musk escribió en X que el doctorado de Navarro sugiere que tiene más ego que cerebro. "Él no construye una mierda", dijo en su red social. Después, este martes, ha decidido subir aún más el tono diciendo que Navarro es un "idiota" y que "lo que dice se puede demostrar que es falso". Musk también ha atacado a Navarro diciendo que le pregunte a Ron Vara, un pseudónimo que Navarro utiliza habitualmente en sus libros y que realmente es él mismo.

La Casa Blanca ha enviado a los medio un comunicado en el que dice que es "la administración pública más transparente de la historia" y que, por tanto "expresa sus desacuerdos en público", en palabras de la secretaria de prensa Karoline Leavitt. Pero las desavenencias entre Musk y Navarro podrían estar relacionadas con los rumores de salida del empresario de la Administración. La semana pasada, Politico publicó que Trump había comunicado a los miembros de su gabinete que Elon Musk saldría del Gobierno pronto, pero después la Casa Blanca dijo que era falso y que el CEO de Tesla tan solo dejaría el Departamento de Eficiencia Gubernamental, que ahora dirige, cuando hubiese terminado su tarea.

Peter Navarro es el asesor en materia comercial de la Administración y el ideólogo de la política arancelaria que Donald Trump lleva anunciando desde que asumió por segunda vez el cargo el pasado 20 de enero. Asegura que el Gobierno estadounidense va a recaudar al año 600.000 millones de dólares al año [unos 554.500 millones de euros] gracias a los aranceles, unos seis billones de dólares [six trillion anglosajones] a lo largo de los próximos diez años. Y con esa recaudación dice que Trump podrá bajar impuestos a los ciudadanos del país.

Pero las fuertes caídas de la bolsa de los últimos tres días hábiles han hecho que la banca de inversión y los empresarios entren en pánico, sobre todo después de que el principal índice americano, el S&P 500, se haya dejado un 10,7% en solo tres jornadas. Y sorprendentemente entre los empresarios que han hablado en público de los aranceles para decir que sería preferible eliminarlos ha estado Elon Musk, ahora a cargo de los recortes de gasto público del Gobierno estadounidense.