JP Morgan cree que los aranceles de Donald Trump no solo llevarán al país a una recesión este año, sino que tendrán consecuencias negativas a largo plazo. Goldman Sachs aún no cree que la recesión sea el escenario más probable, pero ha aumentado la probabilidad de que se produzca de un 20 a un 45% en pocas semanas. El CEO Blackrock asegura que todos los consejeros delegados con los que habla dicen que Estados Unidos ya está en crisis.

Los aranceles del presidente estadounidense no están siendo acogidos por el mundo de la bolsa ni de la banca como a él le gustaría. “Los aranceles van a hacer este país muy rico. Ya somos ricos de todos modos, pero somos ricos de una cierta manera”, insistió el magnate este lunes, después de comparar su medida con una “medicina” como esas que “a veces tienes que tomar” para “cambiar algo”. En la opinión de Trump, Estados Unidos tiene ahora la oportunidad de “hacer algo que debería haberse hecho hace DÉCADAS” y quienes tienen miedo forman parte del “PANICAN”, un término que parecía haberse inventado y que ha definido como “un nuevo partido lleno de gente débil y estúpida”. “Sed fuertes, valientes y pacientes y la GRANDEZA será el resultado”.

Los últimos en expresar rechazo por lo que el presidente considera como su iniciativa estrella para impulsar la economía estadounidense, porque cree que los aranceles dispararán el empleo y la actividad dentro del país y que además le permitirán bajar impuestos de forma masiva, han sido los grandes directivos de los mayores bancos de inversión de EEUU y del mundo.

“La economía se está enfrentando a turbulencias considerables (incluyendo geopolíticas)”, ha escrito el CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, en la carta que envía todos los años a los accionistas y que se ha conocido este lunes, en la que ha advertido del peligroso efecto de los aranceles. “Es probable que veamos un escenario inflacionario… si el despliegue de aranceles provoca o no una recesión es algo que sigue estando en el aire, pero sí que ralentizarán el crecimiento”, ha valorado, calificando el “entorno geopolítico y económico” como el “más peligroso y complicado desde la Segunda Guerra Mundial”.

Sus palabras se han conocido en una mañana muy convulsa para la bolsa, la tercera en la que los principales índices se han hundido en el contexto de la guerra comercial. A lo largo de la mañana, Trump publicó varios mensajes en Truth Social en los que no daba señales de estar considerando retirar los aranceles, e incluso llegó a amenazar con subir este martes los aranceles a China hasta el 104% aranceles si no retiran sus medidas de respuesta a los gravámenes que EEUU le impuso la semana pasada.

Después, los mercados se relajaron, pero los analistas lo achacaban a que los inversores se creyeron una noticia falsa que apuntaba a que Trump estaba valorando pausar los aranceles 90 días, algo que la Casa Blanca desmintió horas antes del cierre.

“La mayoría de los CEO con los que hablo dicen que probablemente estemos en una recesión ahora mismo”, ha dicho el CEO de BlackRock, Larry Fink, en una charla en el Club Económico de Nueva York este lunes, y adelantando que los mercados financieros podrían caer un 20% más por el efecto de los aranceles en la bolsa. El líder del mayor fondo de activos de todo el mundo ha dicho que el caos “va a congelar más y más el consumo”. “Creo que vamos a empezar a verlo muy pronto”, ha dicho, a la vez que ha mostrado su preocupación por que EEUU pueda perder su puesto como el primer mercado de capitales del mundo.

Los bancos de inversión acercan la posibilidad de una recesión

Los economistas de JP Morgan ya aumentaron el jueves el riesgo de que el mundo entre en recesión del 40 al 60%, después de que Trump anunciase el miércoles aranceles del 10% a casi todos los países con los que EEUU tiene algún tipo de relación comercial, que serán superiores en el caso de 60 países con los que Estados Unidos tiene déficit comercial. “Las políticas disruptivas ya han sido reconocidas como el mayor riesgo para las perspectivas globales durante todo el año. El efecto… es probable que se vea aumentado a través de las respuestas [a los aranceles], la caída de la confianza de las empresas estadounidenses y las disrupciones en la cadena de suministro”, escribió el banco.

De su lado, S&P aumentó su probabilidad “subjetiva” de que EEUU entre en recesión del 30 al 35%, y frente al 25% que registró en marzo. La semana pasada, antes del anuncio arancelario, Goldman Sachs también incrementó sus previsiones de que Estados Unidos experimente una crisis del 20 al 35 y este lunes las ha modificado de nuevo hasta el 45%, recalcando que la economía no está tan fuerte como en ejercicios anteriores.

Y HSBC dijo el jueves que la narrativa de la recesión continuará cogiendo fuerza, aunque también apuntó que los mercados ya lo han descontado. “Nuestros indicadores de recesión en el mercado sugieren que las acciones ya están descontando que se produzca una recesión en alrededor de un 40% de posibilidades”, han apuntado sus analistas. 

No son las únicas firmas que se han pronunciado en este sentido. Los analistas de Barclays, Bank of America, Deutsche Bank, RBC Capital Markets y UBS Global Wealth Management también han advertido de que el riesgo de recesión en Estados Unidos ha aumentado si continúan en marcha los nuevos aranceles de Trump, aunque sus previsiones difieren. Y brókers como Barclays, Goldman, RBC y Capital Economics han rebajado con creces sus previsiones para la bolsa estadounidense. Algunos ya recogen la recesión como el escenario más probable y otros pronostican que el país crecerá, pero que solo lo hará entre un 0,1 y un 1%.

Cunde el miedo entre los empresarios

El CEO de JP Morgan y otros consejeros delegados de bancos de inversión se reunieron  la semana pasada con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, para hablar de los profundos aranceles de Trump. Después, el domingo, el mismo Dimon y el CEO de Bank of America, Brian Moynihan, también se llamaron para hablar de las consecuencias de los aranceles, una charla que organizó el Bank Policy Institute, una asociación que representa a los principales bancos americanos.

En todo Wall Street, importantes inversores que apoyaban a Trump ahora están alertando sobre los aranceles. el multimillonario gestor de fondos Bill Ackman, un gestor de fondos especulativos muy seguido en Wall Street y que dirige el fondo Pershing Square, dijo en una serie de tuits este domingo que podrían llevar a un “invierno económico nuclear”. Ackman apoyó la carrera presidencial de Trump y ha dicho que las empresas están perdiendo la confianza en el presidente, al tiempo que le ha pedido que detenga los aranceles mientras renegocia acuerdos comerciales. Si finamente el estadounidense impone los gravámenes anunciados esta semana, Ackman cree que el país se dirigirá a esa recesión “autoinflingida” que probablemente “dañará profundamente” la inversión empresarial y el gasto de los consumidores durante años.

Otro importante directivo que ha pedido cautela en los últimos días ha sido, para sorpresa de muchos, Elon Musk, que este fin de semana dijo esperar que EEUU y Europa puedan llegar a tener "aranceles cero", algo que enfadó en el Gobierno. El CEO de Tesla y encargado de diseñar los recortes de gasto público en Estados Unidos por orden de Trump pareció no estar de acuerdo con las políticas del presidente, unos comentarios que para el gurú de los aranceles de Trump, Peter Navarro, hay que entender en el contexto de que es una persona "que vende vehículos" y por tanto "protege sus propios intereses."

La dirección de los tipos de interés

Los nuevos aranceles de Trump llevan a preguntarse en qué dirección se dirigirán los tipos de interés de EEUU los próximos meses, ha advertido JP Morgan. En los últimos meses, las tasas han bajado por la debilidad del dólar y las previsiones de que el crecimiento económico se ralentizase, en un momento en el que la inflación se consideraba controlada, pero si los precios pueden dispararse por los gravámenes a las importaciones la Fed podría detener esas bajadas de tipos o incluso subirlos. En ese sentido, el CEO de Blackrock, Fink, cree que no hay ninguna posibilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos cuatro o cinco veces, como estaba previsto, dado el panorama.