Los especialistas médicos de la Casa Blanca han concluido que la salud del presidente estadounidense, Donald Trump, es "excelente" y le permite desempeñar el cargo sin problemas.

El análisis efectuado por su médico, el capitán Sean Barbarella, arroja que el presidente "exhibe un robusto desempeño cardíaco, pulmonar, neurológico y general".

"El estilo de vida activo del presidente sigue contribuyendo de manera significativa a su bienestar", de acuerdo con las conclusiones, "como su participación en múltiples encuentros y sus frecuentes victorias en eventos de golf".

En términos generales, el presidente "exhibe una excelente salud física y cognitiva, y está perfectamente capacitado para desempeñar su labor".

Su historial psicológico no arroja indicios de depresión o de ansiedad, y sus niveles de colesterol entran dentro de los parámetros normales, previo consumo de los medicamentos Rosuvastatin y Ezetimibe para controlarlos.