O yo o el caos. Así plantea Emmanuel Macron la próxima convocatoria a las urnas que afrontan los franceses. "Sin embargo, él es el caos", le replica el eurodiputado socialista Raphaël Glucksmann, que ha impulsado a su partido en las europeas hasta conseguir 13 eurodiputados, los mismos que el partido macronista. La bomba informativa que detonó el presidente de la República Francesa el domingo 9 de junio, la disolución de la Asamblea Nacional y la celebración de elecciones legislativas anticipadas en menos de un mes, ha conmocionado a la clase política francesa y europea, y ha provocado el pánico en los mercados bursátiles en Francia, donde se cierra la peor semana desde que empezó la guerra en Ucrania, hace casi 28 meses.

"Está jugando con la ruleta rusa", sostienen varios analistas en los medios franceses. "No entendemos por qué lo hace, pero el riesgo que afronta Francia es enorme", señala un experimentado diplomático europeo.

Macron anunció su decisión el domingo nada más saber que Agrupación Nacional, el partido de derecha radical que lidera Marine Le Pen, había arrasado en las europeas, con Jordan Bardella como estandarte: con más del 31% de los votos obtiene 30 eurodiputados. Nadie había logrado ese hito desde que lo logró Simone Veil en 1984.

Estamos rodeados de locos"

EMMANUEL MACRON, PRESIDENTE DE FRANCIA

Por qué Macron adelanta las legislativas

En su primera comparecencia ante los medios, Macron ya dijo que era una mala noticia que los partidos contrarios al proyecto europeo hubieran sumado más del 50% (Agrupación Nacional, Reconquista más la izquierda radical de la Francia Insumisa) y aseguró que los desafíos a los que hace frente Francia "exigen claridad en los debates, ambición para el país y respeto para los ciudadanos". Las elecciones legislativas tienen lugar apenas 20 días después de la disolución de la Asamblea Nacional, en un tiempo récord en la V República.

Posteriormente, en la rueda de prensa del miércoles, realizó un llamamiento a crear un frente republicano para evitar que lleguen al poder "las alianzas contra natura que se están gestando en los dos extremos". Macron dejó claro que no va a dimitir, pero no quería convivir con una oposición en modo protesta permanente. Las presidenciales están previstas para 2027 y Macron no puede volver a presentarse tras ganar en 2017 y 2022, las dos veces frente a Marine Le Pen en la segunda vuelta.

Desde Apulia, Macron ha desvelado cuál será su estrategia: "Estamos rodeados de locos", ha dicho, en alusión a los planteamientos irrealizables de la derecha radical y el Nuevo Frente Popular. Estima que costarían entre 100.000 y 400.000 millones de euros.

Macron ha lanzado un órdago, guiado por su "inquebrantable optimismo" y su fe en el poder de la razón, de su razón, que ya no es la de gran parte de los franceses. El presidente devuelve la voz al pueblo en un momento en que la derecha radical está más sólida que nunca antes y ganando apoyos entre los Republicanos y antiguos disidentes como Marion Maréchal.

Confía en que su partido, Renaissance, que ha subido del 15% al 18% en los sondeos siga la senda de la recuperación. Pero el macronismo está herido de muerte porque ha de renunciar a su política de reformas.

El riesgo de que la derecha radical forme el próximo gobierno es mayor que nunca, de ahí que su decisión haya creado tanta incertidumbre. O bien confía en que el voto a Agrupación Nacional siga siendo, sobre todo, de protesta, pero que los franceses no les vean capaces de gobernar, o bien cree que si gobiernan, podrá evitarse que lleguen a la Presidencia en 2027 porque serán incapaces de gestionar y de cumplir sus promesas.

Cómo y cuándo se vota

Las últimas elecciones legislativas tuvieron lugar hace dos años, poco después de las presidenciales: entonces Agrupación Nacional logró su mejor resultado hasta la fecha con 89 diputados del total de 577 de la Asamblea Nacional. Fue un hito porque el sistema electoral está diseñado para hacer más difícil que lleguen al poder fuerzas radicales.

La mayoría presidencial (Renacimiento y sus aliados, Modem y Horizontes) suman 250, de modo que el gobierno está en minoría (la mayoría sería 290) y así ha de buscar aliados para sacar adelante las leyes. La Francia Insumisa cuenta con 75, Los Republicanos, 62, los socialistas 31 y los ecologistas 23.

Los 577 diputados de la Asamblea se eligen por sufragio universal mediante un sistema de mayoría simple a dos vueltas. Para ganar en la primera vuelta, hay que obtener más del 50% de los votos emitidos y el apoyo de al menos el 25% de los votantes inscritos. Si ningún candidato lo consigue, los dos más votados, más cualquier otro candidato que haya reunido al menos el 12,5% del total de votantes inscritos, pasan a una segunda ronda de votación siete días después. En esa ronda, resulta elegido el candidato que obtiene más votos.

Matrimonios de conveniencia en gestación

Su llamada a crear un frente republicano de momento no ha sido atendida, ya que sus posibles aliados en la izquierda moderada se han sumado al Nuevo Frente Popular, como es el caso de los socialistas. Glucksmann, muy crítico con los insumisos por su posición sobre Gaza, por ejemplo, ha dejado de lado las diferencias con la izquierda radical por la gravedad del momento.

El ex presidente François Hollande, de 69 años, ha anunciado su candidatura por Corrèze, donde empezó su carrera política. "Es una decisión excepcional en un momento excepcional", ha dicho, según cita Le Figaro. "Nunca la extrema derecha ha estado tan cerca del poder desde la liberación", ha indicado, al tiempo que alertaba del "peligro de permanecer indiferente".

Este Nuevo Frente Popular, que evoca el nombre de la plataforma creada por Léon Blum en 1935 para frenar el avance del fascismo, engloba a la Francia Insumisa, los socialistas, los ecologistas y comunistas. Estas fuerzas se han puesto de acuerdo en el programa y elaborarán listas comunes, pero han dejado para más adelante la cuestión de quién sería primer ministro. Este sábado ya hubo fricciones entre los insumisos porque Mélenchon ha eliminado a varios críticos, entre ellos Alexis Corbière.

Jean-Luc Mélenchon no genera simpatías entre los socialistas, pero los melenchonistas tampoco ven con buenos ojos a la mayoría de dirigentes más moderados. Hay nombres que están sobre la mesa como Laurent Berger, líder del primer sindicato de Francia, o François Ruffin, de la Francia Insumisa, pero no melenchonista. Abogan por subir el salario mínimo y derogar las polémicas reformas de las pensiones y migratoria impulsadas por Macron.

La derecha radical, encabezada por el jovencísimo Jordan Bardella, quien sería primer ministro si logra la mayoría suficiente Agrupación Nacional, presumía a principios de la semana del acuerdo con Los Republicanos, encabezados por su presidente Éric Ciotti. Sin embargo, Ciotti no había contado con la ejecutiva del partido heredero del general De Gaulle para acabar con el cordón sanitario, respetado durante décadas por los conservadores.

Ciotti ha protagonizado los momentos más cómicos de esta semana trágica en París. Atrincherado en su oficina, no dejó pasar a los miembros de la ejecutiva para evitar o retrasar su expulsión. Tuvieron que reunirse en una sala próxima y allí decidieron echarlo.

Pero Ciotti mantiene que solo pueden tomar esa decisión los militantes, así que ha recurrido a la Justicia. De momento, le ha dado la razón por cuestión de forma, aunque ha de pronunciarse de nuevo sobre el fondo del asunto. Mientras tanto, han de presentar las listas de un partido al que este cisma puede dar un golpe mortal. En las europeas solo lograron un 9%.

A quien sí han recuperado Marine Le Pen y Jordan Bardella es a Marion Maréchal, la sobrinísima del clan Le Pen. Más cercana a su tío abuelo Jean-Marie, fascista sin ambages, se presentó por Reconquista, de Éric Zemmour, a las europeas. Pero Maréchal ha decidido reconciliarse con su tía Marine y ha plantado a Zemmour, que se resiste a sumarse a las filas de Agrupación Nacional. Abogan por endurecer las leyes migratorias, abolir la nacionalidad por nacimiento y medidas económicas como revertir la subida del gas o privatizar los medios de comunicación públicos.

Un viento de esperanza se ha levantado y no ha hecho más que comenzar"

JORDAN BARDELLA, ASPIRANTE A PRIMER MINISTRO POR AGRUPACIÓN NACIONAL (RN)

Riesgo de cohabitación

Los sondeos anticipan una victoria de la derecha radical con un 31%, seguida del Nuevo Frente Popular, en torno al 28%, y en tercer lugar, a gran distancia, Renacimiento, el partido de Macron, con un 18%. La mayoría de los franceses, en torno al 52%, según una encuesta para CNews, votaría por la oposición al gobierno actual. La duda es si la derecha radical y sus aliados sumarán una mayoría suficiente, o podrán hacerlo el Nuevo Frente Popular, y si los macronistas se decantarían hacia la izquierda finalmente. Hay riesgo de que la Asamblea Nacional resultante sea ingobernable (sin mayorías).

En caso de que el presidente tenga que nombrar a un primer ministro de la derecha radical se daría lo que se denomina una cohabitación. Ya se ha dado en tres ocasiones en la V República. Las dos primeras fueron cortas (marzo de 1986 a mayo de 1988 con el socialista François Mitterrand de presidente y el conservador Jacques Chirac como primer ministro, y de marzo de 1993 a mayo de 1995, con el mismo tándem). La tercera duró cinco años, lo mismo que la legislatura que terminó en 2002, con Jacques Chirac como presidente y el socialista Lionel Jospin como primer ministro.

Lo que nunca ha pasado es que el presidente y el primer ministro fueran de ideologías tan diferentes como lo serían Macron y Bardella. En todo caso, el presidente tendría las competencia de defensa y exteriores y conserva el poder de convocar referédums y asiste al Consejo de Ministros. Pero no podrá nombrar al gobierno, salvo defensa y exteriores, ni exigir la dimisión del primer ministro.

Los franceses contrarios a la derecha radical, fieles a su tradición de protestas, han empezado este sábado a manifestarse contra su llegada al poder. Sin embargo, está por ver si eso se traduce en votos. La normalización de la derecha radical emprendida por Marine Le Pen aborda su prueba de fuego en estas elecciones. "Un viento de esperanza se ha levantado y no ha hecho más que comenzar", dijo Bardella al constatar la arrolladora victoria de RN en las europeas. Ven los franceses a la derecha radical apta para gobernar? La respuesta, el 7 de julio.