Damos comienzo a un 2017 en el que los inversores mantienen grandes expectativas en materia de crecimiento e inflación, sobre todo en Estados Unidos. Los riesgos de decepción son, por tanto, elevados. No perdamos de vista, a modo de mero recordatorio, que desde finales de la crisis financiera en 2009 el crecimiento estadounidense ha promediado durante el primer trimestre una tasa 150 puntos básicos más baja que durante el resto del año.

Las primeras cifras de actividad real, que se conocerán en febrero, serán determinantes. La investidura de Donald Trump y el periodo inmediatamente posterior darán una idea más precisa sobre los catalizadores políticos a medio plazo. A corto plazo, el optimismo de los hogares seguirá sosteniendo el crecimiento del consumo privado y las cotizaciones bursátiles.

En lo que respecta a los beneficios empresariales, esperamos un incremento de casi el 10% en Estados Unidos, Europa y Japón, mientras que en Asia creemos que se dará una contracción. El crecimiento de los beneficios a que nos referimos provendrá de la aceleración del crecimiento económico y de la próxima reducción del impuesto de sociedades en Estados Unidos. La subida de los tipos de interés y las restricciones presupuestarias limitarán, por su parte, el potencial de crecimiento a medio plazo.

Por lo que respecta al calendario político, la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa por parte del Reino Unido de aquí a finales de marzo marcará el arranque de las negociaciones para la salida del país de la Unión Europea. En este sentido, es previsible que aumente la volatilidad. Una volatilidad que tampoco ayudará a controlar la celebración de elecciones en Francia y Alemania.

En España apostamos por la renta variable con contundencia. Tras una etapa muy difícil el país está en recuperación

En España, seguimos apostando por la renta variable con contundencia. Tras una etapa muy difícil, en la que España ha sido duramente castigada por la crisis, el país está en clara recuperación.

Los datos de paro siguen siendo altos, área en el que, sin ningún lugar a dudas, hay aún mucho que mejorar, pero la cifra ha disminuido notablemente frente a los niveles que se alcanzaron durante la crisis. Por otra parte, en 2016 España ha sido el país europeo con la mayor tasa de crecimiento, cerca del 3,2%, y las previsiones apuntan a que la ratio se reproduzca en 2017, el consumo interno sube...

Recuperamos la salud económica y eso también influye en el Ibex, que podría tener crecimientos importantes en 2017, cercanos al 10% según nuestros analistas.

Nuestra forma de invertir en renta variable española, apostando por compañías sólidas, que generan caja, con barreras de entrada en su sector y un buen equipo de dirección hace que veamos la volatilidad en el corto plazo como punto idóneo para comprar estupendas compañías a precios más bajos. Invertimos en compañías, no en sectores ni mercados, porque estamos convencidos de que la gestión activa y de convicción es la clave para salir airosos de entornos complejos.

 


Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

Damos comienzo a un 2017 en el que los inversores mantienen grandes expectativas en materia de crecimiento e inflación, sobre todo en Estados Unidos. Los riesgos de decepción son, por tanto, elevados. No perdamos de vista, a modo de mero recordatorio, que desde finales de la crisis financiera en 2009 el crecimiento estadounidense ha promediado durante el primer trimestre una tasa 150 puntos básicos más baja que durante el resto del año.

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