Es una guerra abierta sin cuartel, se pelean en las calles de nuestras ciudades, se insultan, se pegan, se embisten entre vehículos en vías urbanas, hasta arden coches de la competencia porque unos y otros luchan por el pan de sus hijos. Las apps descargadas en el móvil han roto una norma vigente desde 1891, cuando el primer taxi circuló por el mundo. Han entrado en una competencia desleal sin llamar ni siquiera a la puerta y crecen por minutos en millones de usuarios y beneficios.
Curiosamente en un sector tan reglado y controlado por los Ayuntamientos, como el del taxi, vigilado hasta el límite como si fueran un servicio público pero en manos de privados, se les ha permitido a estas nuevas plataformas de vehículos con conductor participar del negocio sin exigirles demasiado.
¿Es una competencia leal o desleal? Respondan ustedes mismos con este ejemplo reciente. Cuando se celebraron los partido de ida y de vuelta de semifinales de Champions League entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid los precios de cualquier taxi eran los mismos, están regulados por las ordenanzas municipales y precintado el taxímetro para evitar que lo cambien, sin embargo Uber o Cabify multiplicaron por cuatro sus precios porque los acaba decidiendo un sistema automático según la demanda. A más demanda de servicio más precio, sin límite.
Uber irrumpió en España de forma completamente ilegal y la justicia le paró los pies. El abogado que lo consiguió hoy trabaja para ellos
En el año 2014 Uber irrumpió en el sector de forma completamente ilegal y la justicia española le paró los pies. El abogado que lo consiguió en nombre del sector del taxi hoy trabaja para Uber. Detrás de estas plataformas se encuentran los grandes bancos y fondos de inversión, algunos españoles como el BBVA. Por eso Cabify contrata con ellos los préstamos para ser propietario de un coche y cierra acuerdos con concesionarios concretos para comprarlos. Todo está atado y bien atado. Desde 2011 Cabify ha conseguido 240 millones de euros para inversión e ingresos netos en 2015 de 5,4 millones de euros. Aunque la matriz esté en Delaware y no pague apenas impuestos en España.
Uber tiene la matriz en Bermudas y solo paga el 0,25% de impuestos en Europa. Lo mismo sucede con Facebook, Apple, Google y tantos más. Lo único que estos últimos que usamos a diario no arrasan con el empleo de 100.000 familias en España.
Y lo curioso es que manejan los medios de comunicación a la perfección lanzando consignas como “la mafia del taxi” y se convierten ante la opinión pública en las víctimas de violentos taxistas que les agreden. Tener a los medios de su parte es primordial para los inversores que les apoyan económicamente.
El negocio de empresas como Uber o Cabify está en los datos personales de sus clientes
Ahora Uber lanza en Madrid una campaña para ofrecer servicios por 5€ en cualquier trayecto por el anillo de la M30. Aunque los taxistas les han denunciado por vender el servicio por debajo de su coste y reventar el mercado, lo cierto es que no es ningún negocio para los conductores de los coches de Uber. De esos 5€ por servicio, Uber se queda 1,25€, otros 3,75€ son para el propietario del vehículo y tan solo 0,37 céntimos por viaje para el conductor, que además tendrá que pagar el combustible. Ya han llegado numerosas quejas de conductores que en estas plataformas tienen jornadas de 12 horas, seis días a la semana, trabajando festivos sin cobrar más por ello y cobrando por ello 1.100 euros brutos al mes (840€ netos). Pueden conseguir un extra en su sueldo si facturan más de 5.000 euros mensuales. Hay denuncias contra Uber en Magistratura de Trabajo de Barcelona de varios conductores de estas plataformas.
¿Dónde está el negocio entonces para ellos si en ocasiones cobran por debajo de coste? Pues en los datos personales de sus clientes. Cuando un servicio se ofrece en sistema de dumping o de forma gratuita es que el producto somos nosotros y nuestros datos privados, que venderán al mejor postor sin informarnos. El periódico The New York Times revelaba hace unos días que Uber espió a los usuarios de iPhone, aunque estos hubieran eliminado la aplicación de sus teléfonos después de usarla. Cuentan como Tim Cook, director ejecutivo de Apple, le dio un ultimátum a Travis Kalanick, fundador de Uber y le dijo: "O paras de espiar a mis clientes o te echo de App Store". Uber dejaba una pieza de código en el teléfono que descargaba su aplicación y así seguía espiando los hábitos de sus usuarios, aunque ya no utilizaran sus servicios o formatearan el teléfono.
En Madrid tenemos más de 15.000 taxis, en Barcelona más de 10.000, pregunten a cualquiera de estas nuevas empresas cuántos conductores tienen y ninguno le va a responder, la transparencia no es su doctrina. No rompen el mercado para hacerle la competencia al taxi sino para quedarse con él y lo peor es que los usuarios del taxi vendemos nuestra alma al diablo por un par de euros de descuento.
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