Los fondos de inversión son un método sencillo para que los inversores novatos pongan a trabajar su dinero en los mercados. Ofrecen excelentes ventajas, como agrupar en un solo producto una cartera diversificada, con fiscalidad nula en lo que a traspasos de fondos se refiere, característica que permite al inversor rotar entre fondos con diferentes niveles de riesgo, si así lo desea, sin coste alguno. Supone un método de inversión notablemente más barato que el que tendría una inversión directa en los valores (acciones, bonos, depósitos) que componen la cartera del fondo y estaría gestionado por un profesional, conocedor de los mercados financieros.
Adicionalmente, al situarse fuera del balance en el caso de los grupos bancarios, ofrecen una mayor seguridad. Los productos fuera de balance son aquellos contratados por los clientes de la entidad bancaria que no se utilizan directamente para la concesión de líneas de financiación de la entidad. Entre ellos, además de los fondos de inversión, están los planes de previsión social y las carteras de clientes.
El suscriptor de un fondo de inversión, adquiere participaciones nominativas en la cartera del fondo. Las participaciones del fondo y la monitorización del correcto seguimiento de su política de inversión, según queda definido en el folleto de emisión, están custodiadas por la entidad depositaria. Como sucede ya en la mayoría de los casos, la entidad depositaria independiente ofrece una mayor protección al partícipe en fondos de inversión. Así, en el caso de la gestora de Banco Popular, los participes de sus fondos cuentan con la protección de BNP Paribas Securities, Sucursal en España, depositaría de los fondos de Allianz Popular Asset Management.
Antes de invertir en un fondo hay que definir los objetivos y el perfil de riesgo del inversor
Partiendo de estas ventajas, antes de invertir en un fondo de inversión, es importante informarse para decidir el fondo más adecuado para cada inversor, pero es fundamental también determinar tanto la situación económica del inversor como sus objetivos personales y su perfil de riesgo. El horizonte de inversión, o plazo temporal que esperamos mantener el capital invertido, el objetivo de rentabilidad que se desea alcanzar y el riesgo que se está dispuesto a asumir, son columnas básicas sobre las que construir la estrategia inversora.
A un horizonte temporal a largo plazo (más de 10 años), con un elevado objetivo de rentabilidad y un perfil de riesgo elevado, le resultaría adecuado un fondo de renta variable, capaz de ofrecer mayores rentabilidades a largo plazo, con un nivel de riesgo mayor. Por el contrario, un inversor con un horizonte temporal a corto plazo (hasta 3 años), perfil de riesgo bajo y con preferencia por la preservación de capital, satisfaría mejor sus necesidades con un fondo monetario o de renta fija a corto plazo.
Una vez definido el perfil del inversor, es necesario seleccionar el fondo a suscribir. En este punto, la búsqueda y comparación entre diferentes productos sería el método más recomendable para identificar los que mejor se adapten a las necesidades y perfil de cada uno, utilizando herramientas de búsqueda y comparación.
Si buscamos un fondo para un perfil de bajo riesgo, horizonte temporal a corto plazo y cuya prioridad es la preservación del patrimonio invertido, podemos seleccionar el rango de volatilidad menor, el rating de mayor calidad y una aportación mínima de, por ejemplo, 6.000 euros o menos. El resultado muestra un grupo de fondos que cumplen con los criterios seleccionados, delimitando así el extenso universo disponible a una lista razonable sobre la que se puede analizar en más detalle individualmente.
Puesto que lo que vamos a invertir son nuestros ahorros, sería conveniente que lo hiciéramos en un producto que entendamos bien. Si la aplicación de estrategias de inversión alternativa queda fuera de la comprensión del inversor, sería preferible descartar este tipo de fondos. Los fondos garantizados pueden ser una opción, pero en este tipo de fondos hay que tener muy en cuenta la fecha de vencimiento de la garantía, el porcentaje de inversión que se garantiza y las ventanas de liquidez del fondo, periodos en los que se puede suscribir o reembolsar sin coste alguno de comisión por estos conceptos. Si se opta por un fondo de renta fija a corto plazo, las opciones se reducen aún más y, en este punto, puede analizarse cada fondo en mayor detalle.
Sería conveniente que la inversión se hiciera en un producto que entendamos bien
Cada línea mostrada en el resultado de la búsqueda permite, con un doble clic de ratón, acceder a una ficha del fondo donde se puede acceder a los últimos datos de rentabilidad del fondo, su política de inversión, evolución histórica por rentabilidad, en formato gráfico y tablas de rentabilidades anuales y acumuladas, así como volatilidad y comisiones. El comparador permite contrastar los resultados obtenidos por un grupo de hasta 10 fondos, pudiendo visualizarse en formato de tabla, en diversas pestañas, o bien en formato gráfico de evolución por rentabilidad. La consulta del folleto de inversión aporta información más detallada sobre perfil de riesgo y política de inversión, horizonte temporal recomendado y comisiones.
Independientemente del tipo de fondo que se elija, puesto que los costes por comisiones están implícitos en el valor liquidativo del fondo, conviene prestar atención a este punto. Las comisiones de gestión y depósito son implícitas, se deducen del cálculo del valor liquidativo del fondo. La comisión de gestión puede definirse en función del patrimonio o de los rendimientos, o bien de ambos. La comisión de depósito es el coste que las depositarias reclaman por la administración y custodia de los valores. Por otro lado, las comisiones de suscripción y reembolso son explícitas, cargándose al participe en el momento en que se realiza la suscripción o el reembolso, en el caso de los fondos que aplican este tipo de costes.
Es conveniente prestar una atención especial a los mensajes publicitarios y comerciales de las gestoras, en los que las entidades tratan de presentar sus fondos de la forma más atractiva posible, haciendo énfasis en las ventajas y mostrando las desventajas de forma que a veces es difícil reparar en ellas. Por ello, es preciso leer con atención los mensajes publicitarios (incluida la letra pequeña).
Todo esto proceso resultará mucho más eficiente si se apoya en la experiencia y conocimiento de un asesor financiero, conocedor de los mercados y de la oferta de fondos existente, quien le aconsejará adecuadamente sobre el producto más adecuado a sus necesidades, objetivos y perfil.
Paula Mercado es directora de Análisis de VDOS Stochastics y quefondos.com
Los fondos de inversión son un método sencillo para que los inversores novatos pongan a trabajar su dinero en los mercados. Ofrecen excelentes ventajas, como agrupar en un solo producto una cartera diversificada, con fiscalidad nula en lo que a traspasos de fondos se refiere, característica que permite al inversor rotar entre fondos con diferentes niveles de riesgo, si así lo desea, sin coste alguno. Supone un método de inversión notablemente más barato que el que tendría una inversión directa en los valores (acciones, bonos, depósitos) que componen la cartera del fondo y estaría gestionado por un profesional, conocedor de los mercados financieros.
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